Voluntad imaginaria de amor (Cuento) | Forum

Voluntad imaginaria de amor

 

-mierda… ¿qué carajo paso…? Mierda, me duele mucho la espalada… ¿Dónde vergas estoy? ¡Andrea! ¡Paula! ¡Javier! ¡Alejandro! ¡Rosa! ¿Alguien…? Será mejor que me siente, AAAAAAAAAAAAAAAAA… mi pierna  me duele, será mejor que no la mueva, ¿Qué hora es? Son las 4:15 tengo menos de 2 horas para que anochezca, debo refugiarme el bosque no es seguro, necesito fuego y un lugar donde estar protegido… con cuidado, con cuidado… si paso a paso, me duele horrible la pierna pero tengo que moverme de aquí… me siento mareado y quiero vomitar, estoy sudando mucho y aquí hace un puto frio, si me descuido me dará hipotermia, donde están todos… ¿Qué fue lo que paso? ¿Cuánto he caminado? Ya no se por donde andar, me duele la pierna… ¿Qué es eso? Una cueva… gracias a dios solo necesito llegar… todo se empieza volver lento, todo se pone blanco…  ¿Qué es esto… por qué siento tan fría la cabeza? Sangre… o mierda me abrí la cabeza, mierda, mier…

2 días antes…

En una casa en la ciudad,  una pequeña discusión resuena en el comedor de la no tan humilde residencia, el comedor de madera con un fino acabado, serbia como tribunal de un juicio y en este particular caso, el juicio era de Cesar el hijo menor de los Valdez para decidir si se iría con sus amigos a las cabañas de Mazamitla, la madre de Cesar, Claudia, se oponía firmemente, vestida con  un saco color arena, una camisa blanca y una falda de color negro y tacones que dieran juego, mira a Cesar con esa mirada que las madres hacen para persuadir a los hijos de alguna cosa. Por su parte Cesar vestido con un sencillo pantalón de mezclilla y una camisa negra, lo único que le interesa es ir a la cabaña y solo existía una razón Andrea la chica de sus sueños estaría ahí y como según él pensaba, “casa alejada del mundo, con amigos y la chica que te gusta, además de litros y litros de alcohol pendejo si no voy.”

-Hijo no quiero que vayas…

– ¿por qué no… má?

– no se no me da buena espina, ahí hay algo que no me agrada mucho, dime otra vez ¿Con quién vas a ir?

-Andrea, Javier, Paula, Rosa y Alejandro…

-¿Andrea?

-Andrea Alejandra la hija de los Mendoza…

– hay no ese Javier no me da nada de confianza es muy desmadrosito ese muchacho…

– vamos… má… no nos pasara nada, además va a ir Alejandro tu sabes que él es muy responsable y de alguna manera  se compensa, Alejandro no va a dejar que Javier haga sus locuras.

-Y ¿quién los va a llevar?

-Arturo.

-tu hermano… mmmm está bien Cesar ve…

-Muchas gracias mamá.

-Con cuidado… cualquier cosa nos hablas.

-Si está bien iré por mi maleta.

Pasaron un par de minutos y llega Arturo en una camioneta  se baja y saluda a su hermano.

-que onda Cesar ¿quién y quien va a ir?

– ya te dije amigos de la prepa…

– ¿Va a ir Andrea?

-si

– pinche viejononon, y que carnal ¿te la vas a coger?

-Eso te viene valiendo madres wey…

-a si es cierto… no es tu novia ni nada, pero no jodas carnal ya decláratele o por el amor de Dios… ¡cógetela!, como puedes desperdiciar una defensa y una trasera y no me imagino el guardafangos… como esos…

– ¡vete a la verga pinche puerco!

– jajajaja, está bien hermano pero ya en serio porque no te le declaras, llevas como que, desde la pinche primaria que te gusta, no seas joto y dile de una vez, además mijo ya estas grande ya tienes que 19 años, y la Andreita ya alcanza el apagador, ya tiene sus 18 y si tu no aprovechas el que se la termina picando soy yo…

-¡Chingas a tu madre maldito pendejo!

-Solo la parte que te toca putin.

Los hermanos siguieron peleando, hasta que llego su madre a dar las ultimas “recomendaciones obligatorias” y desearle buen viaje a su hijo, tardaron media hora en reunir a todos los pasajeros, el viaje  fue una mescla de expectación y majestuosidad, por el bello paisaje, justo al tomar la carretera se denota que la naturaleza está viva, con vivos tonos de verde en un mar de árboles y plantas que cubren las extensas llanuras, lagos al lado de la carretera y cerros que parecían dorados con los últimos rayos de sol, el aire puro, el viento recorriendo  con gran fuerza el cabello de las bella mujeres que los acompañaban, y cuando la carretera termina un camino de adoquín y piedra adorna la entrada del paraíso montañés que es Mazamitla, al llegar  a la cabaña que estaba muy adentrada en el bosque Arturo se despide de de todos y a su hermano le deja un condón, luego lo felicita y se va, dice que vendrá por ellos en 7 días, se marcha. La cabaña era simplemente bonita, grande, con acabados de madera simples pero atractivos, con un tejaban, y chimenea, los tonos vivos de café de la madera y el verde del bosque daban un paisaje de fotografía, con todas las comodidades que alguien pudiera querer, electricidad, gas, agua, televisión, internet, cable, drenaje, calefacción, que más se podía pedir… pero los muchachos no admiraban nada de esto, solo estaban para una cosa y solo una festejar…

-Cesar… Cesar… ¿estás bien? Despierta, por lo menos esta respirando…

-¿dónde estoy…?  ¡Andrea! ¿Qué paso? Donde…

-¿tienes tu celular?

-si…

-¡Dámelo! No… no puede ser… no tiene batería… jajaja no tiene batería, Cesar no tiene batería… no tiene…

-¿Estás bien Andrea, que paso?

Cesar despierta confundido y asustado, está en una cueva, no muy profunda a la que había llegado antes de desmayarse, a su lado esta Andrea mientras ríe amargamente, sus lagrimas brotan por su mejillas pálidas,  sus ojos estaban hinchados de tanto haber llorado,  sin embargo ella súbitamente deja de llorar posiblemente porque no puede hacerlo más, pero aun en su mira de desesperación absoluta al observar al fuego  que estaba cerca de ella, en su alma encontró algo de alivio, Cesar no dejaba de mirarla y Andrea no dejaba de ver al fuego, el se acerca con dificultad a ella, toma su mano con firmeza y le dice en el tono más tranquilo que puede:

-Andrea no te preocupes, todo va a estar bien.

Mientras se percata que Andrea lleva cubiertas las piernas por la chamarra de Alejandro y tratando de mantener ese tono de calma le pregunta:

-Andrea ¿donde están los demás?

Andrea  lo voltea a ver con una cara de tristeza, en sus ojos se denota la desesperación y con una voz muy fría y antinatural dice:

-No lo sé…

-¿Qué fue lo que paso?

-no lo recuerdas…

1 Día antes…

Los jóvenes tuvieron la noche de sus vidas, una borrachera de la cual tienes más recuerdos que una simple y monumental cruda, baile, carisias, alcohol, fornicación o intentos de fornicación, bromas, pelas y platicas profundas, fue simplemente una noche inolvidable, pero como toda borrachera se cobra sus víctimas al final, poco a poco desde las 12 de la mañana hasta la 1 de la tarde, cada joven que despertaba soportaba los rigores de una vida de fiesta ya para las 2 de la tarde el hambre era incontrolable y el grupo de chicos rento unas cuatrimotos y se dispusieron a ir al pueblo, una vez ahí comieron en un restaurante local y se abastecieron de comida y alcohol, casi cuando estaban a punto de regresar a la cabaña algo le llama la atención a Javier, se trata de una pequeña placa con la “historia del municipio” entre ellas la leyenda de “La Adelita del bosque”

 

La Adelita del bosque:

Cuenta la leyenda que en los tiempos de la revolución un caudillo llamado Juan José Reyes  reunió una fortuna muy grande que fue a base de saqueos y a asesinatos, cuando termino la guerra, el caudillo se estableció en el municipio de Mazamitla y conoció a una joven muy bella de 17 años, de nombre María Guadalupe Villanueva, la cual era la más famosa en el pueblo ya que a sus 12 años se unió a la lucha para defender a la localidad de un ataque del ejército de el General Huerta, ya que  Mazamitla era un puesto clave sobre el dominio de Guadalajara, la niña se unió a las armas acompañada solo de hombres y desde ese día se le conoció como la Adelita, en alusión a las “Guerrilleras” del país, el Caudillo y la Adelita se casaron, pero la felicidad no duro mucho ya que la ley lo buscaba por sus atroces crímenes, fue así como quemaron su casa, el Caudillo y la Adelita escaparon con esa gran fortuna adentrándose en el bosque,  se dice que poco después el caudillo dejo a la Adelita a su suerte, afirmando que regresaría por ella, cosa que nunca sucedió, porque poco después de regresar al pueblo fue fusilado.

“Cuenta la leyenda que la Adelita sigue vagando en el bosque esperando a su Amado Caudillo y custodiando la inmensa fortuna en lo profundo del bosque.”

 

Después de leer eso, un morbo combinado con la búsqueda de emoción y avaricia invadió a Javier quien pronto le hablo a los demás de la leyenda y tal cual fuego en bosque, se esparció ese morbo y se pacto que ese día en la noche irían a buscar a la pobre revolucionaria…

-¿Que fue lo que paso Andrea?

-El imbécil de Javier nos convenció de ir al bosque de noche en busca de un fantasma, todos estábamos ebrios… y de repente  tu desapareciste, al principio nos asustamos y fuimos a buscarte, nos separamos para cubrir más terreno, todo estaba tan oscuro y era muy peligroso, dedujimos que te habías caído por el barranco y descendimos pero… en ese momento tembló, todos caímos por lados distintos, yo me esguince las piernas y Alejandro me encontró en la mañana, me trajo aquí, encendió el fuego, se aseguro que estuviera bien, me dio mucha madera para mantener vivo el fuego, me dio su comida y se marcho a buscar a los demás, eso fue como hace 7 horas ya no se… y no lo he vuelto a ver…

-tenemos que salir de aquí…

-¿Puedes caminar?

-Aaa… argggg, creo… creo que si Andrea…

– Entonces vete…

-¡¿Qué?! No digas tonterías, jamás te abandonaría…

-mira Cesar… si te vas tienes más oportunidades de sobrevivir, y podrías traerme ayuda…

– será mejor esperar a Alejandro, yo… no te voy a dejar aquí sola… además si me voy tu vienes conmigo…

-Yo no puedo caminar Cesar…

-entonces te cargare…

-¿Cómo piensas en cargarme si apenas puedes caminar?

-no te preocupes por eso, yo puedo con todo… además no podemos salir, ya esta anocheciendo y sería un suicidio salir, también pronto hará mucho frio si no cuidamos el fuego nos dará hipotermia…

Andrea mira fijamente a Cesar

-Cesar… me prometes que si no nos encuentran mañana en la mañana te irás…

– te prometo que saldremos de esta… Diablos apenas son las 7 y ya está todo oscuro… dime ¿tienes fríos los brazos?

– si… un poco…

-mira has fricción con tus manos y pégalas a tu cuerpo,  para que no pierdas calor, mira si estamos los 2 juntos retendremos más calor…

-¿cómo es que sabes tanto de esto?

-pues soy un fanático de “Aprueba de todo” y esto es lo que el tipo hace y dice, y las porquerías que come, ¿nunca lo has visto?

-no… yo casi nunca veo la televisión, desde que entre a trabajar, nada de televisión, ni internet, pero hay quería ser enfermera…

-animo… se que puedes con todo…

-Cesar… crees que salgamos vivos de aquí…

– claro que si, solo llevamos un día en el bosque, solo debemos cuidarnos del frio…

-es cierto déjame ver tu cabeza…

Andrea revisa meticulosamente la cabeza de Cesar

-¿Tienes algo filoso?

-si mis llaves tienen una pequeña navaja, ¿para que la quieres?…

-no seas marica… no te pasar nada…

-porque no me das confianza…

-No te voy a abrir la cabeza, solo cubriré la herida, es lo único que puedo hacer…

Andrea  toma una de sus magas de la camisa y troza la tela formando una muy improvisada venda, luego con cuidado la coloca en la herida y la cubre.

-Gracias Andrea, ahora tratemos de dormir un poco…

-Cesar…

-¿Qué pasa Andrea?

-Gracias… por quedarte conmigo…

-nunca te dejaría Andrea…

-¿Por qué eres tan bueno conmigo?

-porque… te… te amo Andrea… eres una de las cosas más preciadas para mi… y si no protegerte no soy un hombre, porque para eso estamos, bueno ese es mi modo de pensar, y no voy a poder protegerte si estoy lejos de ti…

Al oír estas palabras el corazón de Andrea se estremeció, rápidamente lo beso, luego se le quedo viendo con una sonrisa, en los ojos de ella brillaba un resplandor de calidez, como la luz al final de un oscuro túnel, ella se acorruco junto a Cesar y ambos durmieron abrazados, sin decir ya más ni una palabra, a la mañana siguiente.

-¡Andrea estas bien! Mierda está muy pálida… ¿¡qué voy a hacer!? Necesitamos irnos de aqui pero ya… Aaaaaagrrr, Vamos Andrea tranquila te pondrás bien… te lo prometo…

Cesar toma fuerzas de donde puede y se pone de pie, luego hace un esfuerzo sobre humano en cargar a Andrea, y cada paso es una agonía constante, el dolor es agudo recorre todo su cuerpo, es como si a cada paso sus pulmones colapsaran un poco más, las heridas expuestas les empieza a salir pus, mientras los mosquitos empiezan a degustar su manjar, su visión esta borrosa, y a cada momento se pone peor, el único medio de orientarse es el sol, el cual es extremadamente difícil de ver por el infinito laberinto de arboles, más sin embargo Cesar no dejaba de moverse, hasta que algo detuvo su andar, no fue el cansancio ni el dolor, sino un serie de aullidos que le congelaron el alma, se trataba de Coyotes.

-Mierda nos vamos a morir… mierda… mierda… no… no, no ¡no! Tengo que salir de esta, por Andrea ¡Tengo que protegerla!

Fue en ese instante donde vio al primer Coyote era atemorizante, casi como un lobo, sus ojos amarillentos anunciaban la muerte, sus dientes filosos y amarillos intimidaban profundamente, pero nada como ese gran y majestuoso aullido largo y profundo, el coyote miro directamente a los aojos de Cesar y saco sus dientes, Cesar ve con un profundo horror que más coyotes aparecen, 7 coyotes en total… y solo lo observaban con esos ojos amarillos deseosos de comida… mostrando esos dientes de asesino carnívoro, pero solo estaba ahí sin hacer ningún movimiento… fue en ese instante en el que Cesar supo lo que tenía que hacer…

-Perdóname… Andrea… Esto me dolerá más a mí, que a ti…

Cesar da un largo respiro mientras llora y deja en el suelo a Andrea…

-Esto es lo que tengo que hacer… espero que me perdones, bueno por lo menos ahora sabes que te amo. Adiós…

Después de decir estas palabras el se arroja sobre Andrea  y la envuelve en sus brazos tratando de protegerla. Los coyotes  se lanza sobre él, mordiéndolo y rasguñándolo, la escena es dantesca, Coyotes con sangre en el hocico y pequeños trosas de carne, mientras Cesar grita desesperadamente los gritos más  desgarradores que pueden imaginar y de pronto nada… un silencio sepulcral, alguien o algo ahuyento a los coyotes, Cesar no lo podía creer entre lagrimas y suspiros logra oír una voz de una mujer.

-¿Quieres salvar a tu amor?

-¡Sí!

Contesta Cesar entre llantos y con una voz ahogada en una combinación de sufrimiento y terror.

-Muy bien… sigue tu camino estas muy cerca de llegar a tu destino, pero algo quiero a cambio, cuando veas que tu amiga está bien tu me darás tu corazón, llevo muchos años buscando el corazón de un hombre que realmente pueda amar… y por fin lo encontré… Ahora ¡vete!

Cesar temblando logra levantarse y de milagro puede cargar a Andrea de nuevo, entre miedo y sollozos busca a la dueña de la voz pero no la encuentra, sin más sigue caminado dejando por donde pasa una gran mancha de sangre, por suerte para el toda la adrenalina liberada surte efecto, el trayecto es un poco más fácil pero justo cuando está a 100 metros de la cabaña más cercana todo el malestar vuelve con una intensidad sobre humana, el cae al suelo, no puede respirar, empieza a vomitar, el charco de sangre empieza a crecer, todo comienza a desvanecerse, todo se pone negro, pero él sigue avanzando arrastrándose entre vomito, sudor, lagrimas y sangre, cada musculo de su cuerpo estaba rasgado, el hueso de su antebrazo izquierdo tenía el hueso expuesto, pero él seguía avanzando, sabia muy dentro de sí que moriría pero eso no le importaba, porque en su mente y mas importante en su corazón solo importaba salvar a Andrea pero el esfuerzo físico era extremo y Cesar se comienza a detener es cuando escucho una voz casi imperceptible, muy débil tanto como el susurro del alma se trata de Andrea.

-Vamos… Cesar tu puedes… no te rindas, por favor no te rindas, tu no me dejaste y yo no te dejare jamás, te amo Cesar.

Con esas palabras que cobraron gran fuerza en el espíritu de cesar le dieron un segundo aire y le permitió avanzar unos cuantos metros más, pero no fue suficiente… misteriosamente la voz de Andrea  toma más fuerza  y es cuando ella comienza a arrastrar a Cesar  el resto del camino pero ates de llegar Cesar cierra los ojos… y se escucha un grito de espanto.

Un mes y medio después.

-¡Andrea!… ¿Dónde estoy? Que está pasando, ¿Dónde está Andrea? Esto esta… un, Hospital… ¿Qué estoy haciendo aquí? ¡¿Qué paso con Andrea?!

Cesar despierta de un largo y profundo coma, pronto las enfermeras lo atienden y le explican lo que paso.

-¿Enfermera donde esta Andrea?

-No conozco a ninguna Andrea hijo, yo soy nueva aquí… tranquilízate un poco,  mira te traeré algo de comer, acabas de salir de un coma, no te esfuerces demasiado, está bien pequeño…

-Enfermera por favor dígame que paso con Andrea…

-mmmm mira ya sé lo que vamos a hacer,  apenas es la 1, te voy a traer algo de comer, cuando llegue el doctor Gonzales, le preguntare por Andrea él, según leo en tu expediente es el doctor que llevo tu caso desde el principio, le preguntare por Andrea ¿está bien?

-si…

Y así fue la enfermera le trajo comida y aviso a sus familiares, y se retiro, en ese momento llego alguien muy especial para Cesar.

-¡Andrea! Estas bien… Gracias a Dios…

-Gracias a Dios y Gracias a ti amor….

Andrea se acerca caminando lentamente, luego toma una silla y se sienta a su lado, toma sus mano y le dice con un tono de tranquilidad.

-todo está bien…

-Ahora que te veo… lo está…

Andrea se acerca y besa a Cesar luego de algunas carisias Andrea se sube a la cama de Cesar y empieza a quitarse la ropa… mientras tato la enfermera regresa para recoger el plato de comida de Cesar y al ver tal escena decide buscar al doctor… después de unos 5 minutos de búsqueda encuentra al doctor Gonzales.

-Doctor, el paciente de la sala 45 está actuando muy raro, pregunta mucho por una tal Andrea y hace gestos extraños… me preguntaba si usted sabe algo al respecto.

El semblante del doctor se puso muy cerio, más de lo de costumbre… mientras tanto Andrea le susurra al oído a Cesar.

-Amor… quiero tu corazón… ¿me lo das…?

-No lo pidas… es tuyo desde que te vi…

-Dámelo…

Andrea toma de una mesa cercana un escarpelo y mientras sigue besando a Cesar se lo entre en la mano derecha…

-Doctor ¿qué pasa…?

Dice la enfermera un tanto preocupada.

-vera enfermera… cuando llego el paciente según los informes no venia solo, pobre chico… según lo que se… se perdió en el bosque, con sus amigos y nadie sobrevivió más que el… el paciente arrastro el cadáver de su amiga por más de un día, sin soltarla… cuando llego aquí tuvimos que traerlo con todo y cadáver…  aquí la desmabramos… después de unos días vinieron a identificar el cuerpo y resulto de  Andrea Alejandra  Mendoza Velázquez, la Andrea por la que tanto pregunta el paciente…

Después de pronunciar estas palabras el doctor y la enfermera se dispusieron a ver al paciente y al ver tal escena soltaron un estruendoso grito.

Fin