La Puerta de los 12 Angeles, Capitulo 3: Alas | Forum

Capitulo 3, Alas

-Valla pequeño, así que te llamas igual que yo, ¿No te da curiosidad saber si tus papis están adentro?

-Deja de molestar a l pequeño- Replique

-No, el señor nos dijo que vamos a pelear con los malos cuando ellos quieran pasar- Dijo el niño aparentando ser rudo

-Pff, esto es muy aburrido, han pasado horas y nada- se volvió a quejar Fernando.

Fernando se quedo quieto un momento, después de  tanto fastidiar.

-Oye, ¿tienes una idea de porque tendríamos que recibir una paga?- pregunte por fin

-¿Eh?, ¿de que hablas?

-Si, ¿porque tendrían que pagarnos?, estamos frente a las puertas del Cielo, no se supone que si estamos aquí… ¿es que ya estaríamos muertos?

-¿Yo muerto?, puede que tengas razón, por eso no quisieron hablarnos de pagos ni horarios, en fin, en cuanto llegue San Pedro pienso quejarme.

-¿San Pedro?

-El gordo que nos hablo hace un momento, debe ser el, no puede ser otra persona, aquel que vigila la puerta del paraíso, ¿seremos algo así como sus ayudantes?

-Ni idea, esto es extraño pero nadie mas se preocupa…

-¿Y que importa?, ¡mira!

Estando ahí de pie, de la espalda de Fernando salieron 6 lazos de luz, acomodados tres a la izquierda y tres a la derecha, dichos lazos de luz se movían como si fueran serpientes y se extendían cada vez mas.

Eran las alas de Fernando, poco a poco comenzó a elevarse hasta llegar a lo alto del gran salón.

-Vamos, todos han tenido el sueño de volar alguna vez, que me importa si por un largo tiempo tengo que estar aquí de pie, ¿te imaginas todo lo que puedo hacer con esto?

-Sera mejor que bajes, de una vez, no nos dijeron que pudiésemos volar.

-Tampoco nos dijeron que no podíamos, lo mismo pasa con la puerta, no nos dijeron que no la abriéramos.

Fernando comenzó a acercarse hacia la gran puerta mientras volaba, de pronto, todos nosotros que estábamos ahí también desplegamos nuestras alas, ascendimos y le impedimos el paso.

-¡Vamos!, ¿Cómo pueden ser así?, solo nos dijeron que cuidáramos la puerta de otras personas, no de nosotros mismos.

Tras decir eso, Fernando comenzó a descender, lo mismo hicimos nosotros, donde ya en el suelo, volvimos a ocultar nuestras alas. Es la primera vez que recuerdo haber sacado mis alas en incluso usarlas para ascender.

Pasó otro largo tiempo de silencio, la verdad es que no teníamos más de que hablar, quizás Fernando esta fastidiado porque no hacemos caso a sus proposiciones. En eso vemos entrar de nuevo a “San Pedro” a la habitación… había algo raro en el, pues aparentemente se veía mas viejo, su cabello y bigotes tenían mas canas al igual que su piel estaba ligeramente mas arrugada.

-Oye, tu hijo, ven hacia acá-Me decía el director.

-Si señor, ¿Qué se le ofrece?

-¿Podemos hablar en privado?

-Bueno, tengo órdenes…

-Ordenes de mi, ¿no?

-Bueno… si

-Ven, sígueme.

El señor director me estaba alejando cada vez mas de la puerta, dirigiéndome por una serie de pasillos del complejo en el que nos encontrábamos. Subimos a un ascensor.

-¿De que quería hablarme señor director?.

EL director, en lugar de contestarme, tomo un arma que tenia guardada en su saco, luego apunto a su propio pie y se disparo, emitió un quejido bajo.

-¡¿Pero que hace, señor director?!

Inmediatamente toque su pie con mis manos y procedí a sanar su herida inmediatamente.

-Si, eres perfecto- Solo dijo con una sonrisa- Te necesito para un trabajo extra- Me dijo en lo que terminaba de cerrar su herida después de extraer la bala

Al abrirse el ascensor, fuimos mal recibidos, rodeados por guardias de seguridad apuntándonos con sus armas.

-Ellos, están ansiosos de cruzar, has tu trabajo y no los dejes- Me ordenaba el director.

En un instante comencé a desplegar mis alas, los guardias se mostraron horrorizados y comenzaron a gritar “¡salgan de aquí!”, “el bastardo viene acompañado de uno de esos monstruos”.

La luz de mis alas se intensificaron a un punto de emitir un gran destello, después del destello solo quedaron cuerpos carbonizados y montículos de cenizas por todo el suelo.