La caja Negra. (Cuento) | Forum

La caja negra

Capitulo 1: El patrón de colores.

“Hoy no fue un día ordinario, fue especialmente nefasto”, esto es lo que se  repite a cada momento Alejandro mientras sigue esperando a su cita.

-Ya lleva media hora de retraso…-Lo dice mientras mira su celular por quinta vez- ¿Le habrá pasado algo?…

Se sienta en las escaleras del edifico de la señorita Daniela, respira y observa el paisaje, realmente no hay nada que ver, no hay niños en las calles, todo está tranquilo, el día tiene un ambiente pesado, el calor impedía acción alguna, el aire seco invadía los pulmones de Alejandro, mientras, divisa las sombras de los arboles como bellos oasis en desiertos secos, las casas pintadas de tonos bajos, enfrente encontrábamos una azul con cancel blanco, al lado una verde con cancel negro, del lado contrario una color arena… y los colores se repetían y se repetían,  un pequeño perro corre por la banqueta y se refugia en un árbol, una señora va caminando con un para aguas y entra a la tienda, sale con el mandado y regresa a su casa, Alejandro se pone a pensar  en cualquier cosa,  solo lo hace para distraer su mente, el perro, la señora, los patrones de color de las casas, la falta de actividad, el calor… pero pronto el pensamiento del “día tan nefasto” empieza a repetirse en su cabeza.

(-no debí levantarme hoy, todo lo malo me pasa a mí, primero la jodida de mierda regadera no funciona y tuve que salirme sin enjabonarme, el puto camión se descompuso y llegue tarde, luego el hijo de puta de Gonzales… seguro va a retener mis papeles y no podre titularme… para acabar…me duele la cabeza por la fiesta infantil del burger king aun no sé porque sigo trabajando ahí…)

-ya se tardo mucho Daniela… ojala no se le allá olvidado…

Mientras tanto Daniela estaba fornicando con Armando, uno de sus viejos amigos de la infancia, nada espectacular el arriba y ella abajo, cubiertos por una delgada sabana, con sus cuerpos sudorosos y pegajosos, sus movimientos llevaban el rito que la chica le pedía a su “viejo amigo” ritmos desde los lentos y duraderos hasta los rápidos y precoces con intermedios de besuqueo, justo cuando entraban a un “ritmo rápido”  los interrumpe el sonido del teléfono de Daniela, es Alejandro.

-hola Daniela ¿qué pasa? (lo dice en un tono mediático entre la preocupación y el enojo)

-aaaaaaa…. Alejandro ¿qué pasa con qué?

-hoy quedamos de ir a cenar…

-aaaaa…… es cierto perdón.

-¿¡qué está pasando!?

-nada…

-Daniela dime que está pasando. ¿Con quién estas?

-aaaaaa… con nadie…

-¡Crees que soy un imbécil! ¿Con quién estas?

-está bien te diré la verdad…

-…..

-ammm es que tengo un cólico… y la verdad no creo poder ir a cenar hoy, sorry…

Un largo silencio de parte de Alejandro, tenía en él un dilema moral, podía sin más creer la mentira de Daniela y tal vez tener sexo con ella otro día, o podía decirle que era una sucia ramera y quedarse solo…

-está bien Daniela… entonces cenamos mañana ¿está bien?

-si amor mañana, chao besos.

-¡Adiós Pinche Puta!- grita con una furia del corazón- ¡¿Ahora con quien te revolcaste!?- desaíra su pecho con melancolía- ¡zorra parida por una ramera de mierda!

(Ojala se lo hubiera dicho… antes de colgar, no entiendo porque no tengo el valor de mandarla a la verga, no solo a ella a todo y a todos…)

-Su puta madre…

Alejandro se va a su casa muy pensativo y reflexivo, mientras va caminando por la calle resistiendo el inmisericorde calor, observando su alrededor y repitiéndose los patrones de la colonia, “Tienda, Grafiti, Baldío” no puede evitar el bajar la mirada al piso y por consecuente ir analizando su vida y en qué punto, su vida se fue a la mierda, se repasaba sus males uno a uno, su empleo de porquería, la posibilidad de que no termine la escuela, lo golfa de su novia, y para terminar de acabarlo, mañana era el “día”… ese “día” que se quedo huérfano 24 de mayo… al llegar a su casa, un modesto departamento situado a las afueras de centro de la ciudad, se topa con su vecina doña Elvira.

(Mierda para acabarla de chingar me topo con esta pinche vieja… a parte de gorda y fea, es chismosa e hipócrita como su puta madre,  ¿A quien quiere engañar con ese pelo rubio que parece meados?, con la raíz más negra que el culo de un negro, diablos ¿no tiene otra ropa? Siempre su mismo mandil rojo de “Cocacola”  esa playera rosa y como puedo olvidar esas mayas negras…  Dios ni las putas se visten así de feo…)

-hola Alejandrito ¿como estas?

-bien doña Elvira, bueno ya me tengo que ir…

-¿Iras a la escuela mañana? Porque a tus padres no les hubiera gustado que faltes a la escuela…

-bueno… eso nunca lo sabremos, porque murieron…  el tráiler los impacto de lleno, y el día de mañana es su aniversario… así que con permiso.

(Pinche vieja chismosa y entrometida, que carajos le importa si falto o no, debería cuidar  a su pinche hijo drogadicto y no a mi)

Alejandro se despidió, entro a su departamento, camino por la sala a su habitación y sin desvestirse se tiro en la cama, trato de dormir, pero no pudo, trato de ver la tele pero todo le aburría, tal vez esa sensación indescriptible de soledad, de tenerlo todo a no tener nada, al saber que todo a los que considerabas amigos e incluso la familia te dio la espalda, pero a cada cosa mala siempre hay algo bueno, supo el verdadero valor de la amistad y a valorar a cada persona en su vida, pero claro esto no era nada para él, perdió todo y nada más le importaba, para él su vida era un mierda y solo una mierda.