Diana, Capítulo 4, Parte 1. | Forum

Capítulo 4: Diario de un Demente

I

5:40 p.m.

Había comenzado a llover de nuevo, mejor para mí, porque así nadie se tomaría la molestia de verme, encontré el bulto de tierra antes de que lloviera más fuerte, por suerte para mí la nota que estaba sobre el bulto no se había mojado aún, la tomé y la leí: Daniel, creo que es hora de que descubras lo que hay bajo el cúmulo de tierra, no puedo ayudarte más, desde ahora estás solo.

Tu yo anterior.

Tomé la pala y comencé a quitar la tierra enlodada, parecía una mancha pegajosa que estaba a punto de cobrar vida y comerme antes de que fuera mi turno, pero antes de que pudiera seguir cavando unas voces de la oscuridad me hblaron, entonces me dí la vuelta y era el bastardo deforme, la niñita estaba con él, lo cual era imposible considerando que yo la maté, el cabrón horrible no podía hablar, solamente podía emitir unos rugidos guturales. La niñita comenzó a hablar conmigo.

-Hola Daniel. ¿Sorprendido?.

-Algo. ¿Cuál es el nombre del cabrón deforme? ¿Qué ó quién es ésa abominación de las tinieblas?.

-Curiosa pregunta Daniel, resulta que éste pobre cabrón de culo gordo eres tú.

Me quedé paralizado, no podía dar crédito a mis oídos, yo no podía ser ése cabrón horroroso, hice caso omiso hasta terminar de cavar, allí dentro había un cuerpo humano y una nota sobre el pecho del cuerpo, venía en una bolsa de plástico, saqué la nota y la leí: Daniel, no podía dejarte solo sin más así que te ayudaré, el cadáver que estás mirando es de tu novia Diana, escribo ésto antes de tomar ése brebaje naranja para borrar tu memoria, pero la mataste con tus propios puños, fue en el cementerio, al final te comiste sus sesos, tú eres el asesino, ahora sabes la verdad, y debes hacer lo correcto para sobrevivir a la pesadilla, a éstas alturas deberías de poder ver a un cabrón deforme y a una niñita, no debes temer de ellos, ve con ellos, ellos te pueden explicar todo, lo único que debes hacer ahora es ponerte a salvo de ti mismo.

Me dí la vuelta, comencé a hablar con la niñita.

-¿Qué me puedes decir?.

-No te puedo decir ahora, toma mi mano, iremos al bosque, el bosque de la negación.

Tomé su manita y caminamos hasta el bosque que estaba en una de las salidas de la ciudad, no recuerdo cual pero era grande, las gotas caían de las copas de los árboles y la lluvia parecía ocultar algún animal críptido, o algún demonio o…… mi muerte.