Diana, Capítulo 3. | Forum

Capítulo 3: Mi casa es tu casa

3:45 p.m.

Después de ingerir un poco de comida china y adquirir una linterna para poder iluminar mi camino en la casa de mi novia fui al lugar de los hechos, llegué pronto, llamé a la puerta y no me atendió nadie, así que fui a la puerta trasera pero también estaba cerrada, así que rompí una ventana y entré, no había nadie en casa, subí las escaleras y encontré una habitación, entonces la oscuridad volvió a envolverme, pero ésta vez no había nada para esconderme, de repente escuché unos pasos pesados, me quedé agachado tras un escritorio, entonces ví la cara deforme de la criatura humanoide, tenía el labio inferior hecho una lengua llena de rubíes horrible, un ojo salido y los dientes totalmente colgando, entonces sentí mi cabeza a punto de estallar, pero la abominación se fue en ése preciso momento y la oscuridad desapareció, la abominación me aterró totalmente, sentí naúseas pero seguí inspeccionando la habitación, sobre el escritorio había otra nota. La tomé y la leí: Daniel, creo que ya no puedo ayudarte más, pero antes de dejarte solo he decidido decirte algo sobre tu novia, ve al cementerio conocido como The Fly, está en el mismo fraccionamiento The Butterfy, ve y busca un cúmulo de tierra, no debes ceder, tienes que matar a todo aquel que se cruce en tu camino para conseguirlo. No puedo creer que te diga ésto pero encontrarás la última nota en ése cúmulo de tierra, asegúrate de llevar una pala para desenterrar lo que hay allí dentro. Guardé la nota en mi bolsillo entonces bajé al sótano, tomé la pala y antes de poder subir entró alguien por la puerta delantera, subí y era una mujer de unos 25 años, supondría que mi novia vivvía con ella pero no podía recordar el nombre de mi novia, entonces me puse tras ella y la golpeé con un ventilador pequeño, le hice unas cuantas preguntas.

-Muy bien zorra, creo que eres hermana de mi novia. ¿Cuál es su nombre?.

-¿Daniel?. ¿Qué haces?.

-¡Contéstame zorra!.

Me sentía furioso en ése momento así que le di un golpe con un un martillo que había tomado del sótano antes de subir, lloró de dolor y se retorció en el suelo.

-Bien, no me golpees, su nombre es Diana, no ha vuelto desde hace tres día, se fue contigo, no sé más lo juro.

No tenía propósito matarla pero lo hice de todas maneras, se sentía tan bien así que volví a golpearla con el martillo pero ésta vez en el pecho, escupió rubíes, entonces le deformé la cara con el martillo, parecía una escultura de rubíes, la llevé a la cocina, le corté la tapa de los sesos y los asé, sabían muy bien, terminé de comerme sus sesos con algo de vino y entonces me largué con la pala, salí por la puerta trasera, pero antes cerré con llave la puerta trasera, llevé la pala conmigo y fui directo al cementerio, era hora de desenterrar el final.