Día 25. | Forum

Así fue como entramos al subterraneo, cerca de las 7:00 PM; eramos en total cerca de 30 hombres…bueno 28 con Claire y Morgan. Los túneles oscuros y lo angosto de su tamaño nos hacían ir despacio. Ya hacía 4 horas desde que nos habían reportado que los carros del tren no habían dejado la base.

 

Me sentía algo incomodo con la nueva armadura que diseñó Alonso, un chaleco color negro, con fibras entre-tejidas de carburo de silicio. Era más pesada que la super maya y los chalecos a prueba de balas, se sentía como una enorme coraza medieval. Sin embargo, podía mover los brazos sin problema, pero el peso del chaleco y el arma, el nuevo rifle de asalto modelo S8, hacían la caminata más cansada de lo normal. Por el resto de mi traje, lo usual, rodilleras y coderas hechas a base de nano-láminas de arcilla y polimero, junto con espinilleras debajo del pantalón y protector para los antebrazos, hechos del mismo material; ligeros y muy resistentes. Los demás SHARKS vestían lo mismo que yó, exceptuando por Morgan, quien usaba su propia coraza. Claire portaba una escopeta de mano en la funda de su pierna derecha y su viejo rifle de francomira sujeto a su espalda. Todos con una linterna de neon colo naranja, que era lo único que alumbraba el camino; alguien había desconectado la corriente eléctrica de la base de trenes.

 

Caminamos por 10 minutos en formación, sin decir una sola palabra en el transcurso, olía a humedad y a ratas muertas. Diez hombres eran los que iban adelante de mi y de Morgan, a una distancia no mayor a 5 pasos. Claire y Santiago venían casi hasta el final del escuadrón. Uno de los miembros del frente se detuvo y nos hizo una seña con su puño para que hicieramos lo mismo. Se avanzó unos pasos lentamente, mientras los demas apuntabamos con el arma en caso de ncesitar covertura. 

 

-Los trenes. Todos están aquí.

 

Habíamos llegado al final de la base, el camino se encontraba bloqueado por los trenes, todos acomodados en su lugar de estacionamiento, acomodados en filas de dos. Eran 4 trenes en total los que se encontraban, dos enfrente de nosotros, dos atrás de esos.

 

Un conocido camarada levantó la voz y dijo:

 

-Dividanse y entren en cada tren.

 

Eramos ahora poco más de diez personas los que entraron conmigo al tren de la izquierda. Estaba más oscuro adentro de los vagones que en el resto del túnel, nuestras linternas juntas no parecían ya suficientes como para despejar la oscuridad. Se escuchaban ruido de metal golpeando metal, producto de la marcha que estabamos emprendiendo. Así fue por todo lo que restaba del primer tren, bajamos y nos dispusimos a abordar el que se encontraba delante nuestro. El comunicador de uno de nosotros sonó:

 

-No hay nada aquí, estamos entrando al siguiente.

 

-Lo mismo. Acabamos de entrar, al segundo.

 

El ambiente mataba de suspenso, el poco ruido, el olor a humedad, la temperatura que empezaba a aumentar poco a poco. Pasamos no más de dos vagones cuando al entrar en el siguiente notamos con desconcierto que faltaban todos los asientos y las tuberías. El vagón entero había sido desmantelado por completo. Estabamos dentro de una enorme caja de metal nada más. Seguimos caminando a través del resto del tren al tiempo que nos comunicabamos con el grupo del tren de la derecha:

 

-Esto esta vacío…literalmente, han quitado todo menos la pintura.

 

-Confirmo, lo mismo pasa de este lado. Sigo sin ver actividad.

 

Cerca de los últimos vagones, escuchamos un ruido más fuerte acompañado de un jadeo constante; había alguien cerca del final del tren. Aceleramos el paso y al entrar al siguiente vagón vimos una especie de sombra cerca del rincón, no habíamos definido bien que era lo que estaba ahí, pero conforme nos fuimos acercando se develó una forma humanoide, agachada, luchando por arrancar uno de los tubos del vagón.

 

-¡No te muevas e identificate!- Dijo el camarada que se encontraba hasta adelante de todos nosotros al tiempo que los demás concentrabamos la mira en la figura.

 

No pareció importarle a la figura rodeada en oscuridad, así que prosiguió en su labor de arrancar el tubo del vagón.

 

-¡He dicho que no te muevas!- Gritó aun más fuerte.

 

La figura detuvo su movimiento y se levantó por completo. Fue entonces que pudimos ver que la figura humanoide era una especie de monstruo. De pie medía carca de los 2 metros y medio; tenía el cuello un poco agachado por el tamaño del vagón. Corpulento pero a la vez delgado, los brazos delgados y más largos de lo que humanamente se conoce y dedos también extrañamente largos, lampiño y de una tonalidad de piel pálida. Abrió grande sus ojos, dejando ver que eran negros alrededor, con la pupila color amarillo; una mirada espectral sin duda. Seguía jadeando, quizá se encontraba cansado por su labor. A medida que lo seguíamos viendo, descubriamos más de su anatomía; sus manos, tenian hueso en lugar de piel, un exoesqueleto que protegía sus manos y parte de su antebrazo; de igual manera, noté que se encontraba descalzo, mejor dicho, sin ropaje alguno, por lo que sus pies compartían la misma condición de sus manos.

 

Se acercó a pasos lentos, mirandonos fijamente, se detuvo enfrente de nosotros, que nos hayabamos paralizados sin saber que hacer. Tomé mi comunicador con mi mano izquierda, procurando no soltar el gatillo de mi rifle con la mano derecha. Y justo en ese momento que tocó el comunicador en mi cintura se escuchan repetidos disparos provenientes del tren al lado nuestro.

 

La criatura ruge, un sonido gutural y grave, más humano de lo que esperaría de aquel monstruo. El sonido de los disparos y el rugido tan repentino es nuestra señal. Mi camarada que se encontraba al frente, encarando solo a la criatura empieza a disparar su arma; rondas de tres balas son disparadas, una tras otra. La criatura retrocede, sin embargo, no veo sangre por ninguna parte.

 

Mi camarada se ha percatado de lo mismo y se acerca descuidadamente al monstruo para reventale las balas a quema ropa…Cae al suelo de rodillas, herido de muerte…Mis ojos no pueden creer lo que acabo de ver, y creo que soy el único que se ha percatado. Las balas…han rebotado en la piel del monstruo y terminaron por herir a nuestro compañero. La criatura emitiendo sonidos como lamentos, se acerca a nuestro compañero y con sus manos protegidas por hueso, termina por encajar sus dedos en el craneo de nuestro camarada, matandolo en el acto.

 

-¡Aaaarrrggghhh!- Grito mientras empiezo a dispararle, pero todos tiros los esta vez dirijidos a su boca apenas veo que el mosntruo vuelve a rugir.

 

-¡Su piel es a prueba de bala! ¡Tiene piel a prueba de balas!- Alertó al resto del grupo, que se han quedado atónitos por la repentina muerte de nuestro compañero.

 

No tarda mucho y mis disparos son acompañados por otras 2 rafagas de disparos enfocadas a sus ojos. La boca de un color negro de putrefacción, empieza a escupir un líquido espeso por los disparos que le he propinado, y mis compañeros no tardan en reventarle los ojos. La criatura cae, un miembro del equipo intenta con desesperación establecer comunicación con el otro equipo…Sin embargo no hay respuesta, y ya no escuchamos los disparos del principio.

 

…Morgan…¿estarás bien? Me pregunto en mi cabeza, al tiempo que reviso el cadaver de nuestro reciente fallecido camarada. No puedo evitar que pase por mi cabeza la idea de que podemos morir todos aquí mientras veo el cuerpo del monstruo caído a unos metros de donde yo estaba. ¿Qué rayos es eso?

 

En ese momento escucho dos disparos muy marcados, inconfundibles, son el rifle de francomira de Claire; los disparos de su rifle son acompañados por el sonido de un nuevo tiroteo.

 

-¡Hay que salir de aquí!- Me apresuro a avanzar, pero otro compañero exclama:

 

-¡Atrás hay más de esos!

 

Nuestro compañero toma una vengala de emergencia, la parte de atrás del tren se ve oscura, pero se empieza a escuchar un sonido que se hace fuerte poco a poco, seguramente son más de esas cosas. Dispara la vengala que recorre en línea recta el tren, hasta toparse a unos 20 metros con otro monstruo. La vengala choca de lleno en el abdomen del monstruo, que este se encontraba corriendo en nuestra dirección, este no se inmuta por el daño, sigue corriendo y con su mano sujeta vengala incandecente, grita de dolor y la bota a un lado cual si fuera una pelota de tenis. La vengala sigue encendida y alcanza a alumbrar el panorama detrás de la criatura…otras tres más alcanzamos a ver que vienen hacia nosotros.

 

-¡Vámonos!- Alguien grita. Sin embargo, queremos correr, pero el vagón se empieza a sacudir violentamente; de entre las ventanas, más de esas cosas intentan entrar al vagon con furia. Los rugidos se esuchan bastante cerca. Miembros del equipo intentan contener el asedio de los monstruos.

 

-¡A los ojos!- Sigo recordandoles mientras lidereo junto con otros cuatro nuestro avanze por el resto de los vagones.

 

La luz de nuestras linternas nos impide tener la mejor puntería, sumado a la sacudida que el tren se estaba llevando. Seguimos avanzando pero conforme lo hacemos, las criaturas entran cada vez con mayor facilidad al tren. Uno de ellos me sorprende, abriendo la puerta de manera brusca con sus manos, y sujetandome por el pie. Caigo y siento como me quiere arrancar la pierna, tiene una fuerza descomunal, pero el protector en mi espinilla hace su trabajo. Me da tiempo suficiente, para voltearme, acomodar mi rifle a milimetros de su ojo derecho y jalar el gatillo como si no hubiera un mañana.

 

Esa criatura muere, pero apenas me levanto y veo como nuestro grupo se ha reducido a 5 personas en total. Otro monstruo entra de sorpresa por la ventana que se encontraba a mi izquierda. Esta vez esta muy cerca y no tengo distancia para tirar, tomo de la parte de trás de mi chaleco un cuchillo de supervivencia; intento de un movimiento sólido cortarle la garnanta, pero mi cuchillo solo se desliza sobre la piel pálida de la criatura. Esta me sujeta por los hombros, ahí no tengo protección, y sus dedos empiezan a hacer una presión bastante fuerte.

 

-¡Ahhhh!- Empiezo a sentir dolor, trato de patearlo, pero mis golpes no lo inmutan.

 

En eso, uno de mis compañeros aparece, empujandome, liberandome de las garras de mi atacante, el mosntruo lo intenta sujetar, pero este se  agacha, y al levantarse, coloca su rifle en la boca del mosntruo disparandole por dentro y mantandolo. 

 

-¡En estrella todos!- Grita y rápidamente me reincorporo. Los sobrevivientes formamos un circulo y avanzamos casi corriendo; afortunadamente no hay ningún asiento, o estructura alguna que nos impida avanzar con rapidez a pesar de que el tren se seguía sacudiendo.

 

El final del tren está cerca y el número de perseguidores había disminuido. Saltamos todos fuera del tren finalmente, pero desde arriba de este, saltaron otras dos criaturas más. Toman por sorpresa a mis compañeros y los sujetan por la espalda. Yo al darme cuenta de esto, sujeto mi rifle apuntando, pero de la nada escucho un disparo muy fuerte, la primer criatura cae al instante; escucho otro disparo proveniente de más adelante de nosotros, y la segunda criatura cae. Los restantes de mi equipo agitados y cansados apenas pueden creer que salieran con vida de esa.

 

-¿Se encuentran bien?

 

La voz de Claire me reconforta. Y veo como su grupo se acerca a nosotros, tampoco les fue bien, ahora en total quedamos menos de quince.

 

-No.-