Capitulo II "La Jaula de Ebano" | Forum

La habitación se encontraba cubierta por el manto de las penumbras que resultaba casi total a la vista humana, la oscuridad solo remitía ante unos pocos rayos de luz solitarios, provenientes de la calle iluminada de más abajo, que lograban entrar cruzando el umbral de la puerta de cristal que se encontraba cubierta por las cortinas de tela. Pese a la situación, las tinieblas que escondían la habitación de mi mirar, pude ver una sombra definida frente a la ambigüedad de lo demás, que se movía entre las patas de mi silla de lectura, una sombra que se desplazaba en cuatro patas y poseía un par de esferas que brillaban en la negrura que cubría el resto, esta figura permaneció oculta entre las tinieblas del mueble hasta que un sonido que se repitió rompió el silencio que ejercía la noche en el habitad.

-Meow…Meow-

-Tienes hambre Melian? ya te doy de comer, pero primero debo encender la luz-respondí al gato.

El interruptor que encontraba a escasos veinte centímetros de mi cabeza, el cual al activarse hubiese aplacado las penumbras que me rodeaban, pero me gustaba la oscuridad, me permitía distraer mi mente o enfocarla en algún tema en específico que quisiera tratar con migo misma; por lo cual al usar el interruptor, mi mente volvió de manera abrupta al mundo real del cual intentaba escapar.

Tras unos pocos segundos de que los ojos se adaptaran al nuevo fulgor que llenaba el cuarto, pude ver el ambiente tan familiar a la vista, la biblioteca llena de varios libros de diferentes autores como Lovecraft, Stephen King, Hemingway, Julio Verne y mucho otros de diferentes plumas y temas varios. La vieja silla de cedro con tallados florales traída de Francia que se encontraba frente a un viejo escritorio que hacia juego. El armario que contenía mis ropas y viejos apuntes escolares en cajas. Y un par de mesas nocturnas donde reposaba un vaso de agua en una y mi libro Misery junto a una lámpara de noche y unos lentes de lectura.

-Lo mejor será que te de algo de comida y después me valla a bañar para ir al colegio- pensé para mis adentros mientras miraba a mi gata que se acaba de subir a la cama y ronroneaba en busca de atención de mi parte.

La cocina era una muestra de la opulencia, mesadas de ébano y granito oscuro, alacenas a la par y con electrodomésticos varios como cafetera, cocina y heladera que hacían juego con lo demás. Tras servir al felino su desayuno de bocados de pescado, me dispuse a cruzar el living que aún se encontraba en oscuridad, evitando no chocar con la mesa de centro con su mantel y su media docena de sillas, las plantas en sus macetas y el mueble del televisor LSD.

Al llegar al pasillo que llevaba al baño, no pude evitar dirigir la mirada hacia el espejo de cuerpo completo, que se ubicaba en la pared frente a la puerta del baño, y observar la figura que me devolvía la mirada, el espejo mostraba a una mujer de veintitrés años, con cuerpo delgado pero de estatura promedio y de figura proporcionada tanto en curvas como en senos. La cabeza mostraba una cabello pelirrojo natural que llegaba asta los hombros y que se veía bien a pesar de lo desordenado que estaba, los finos pómulos y la fina barbilla daba un aspecto muy femenino que contrastaba un poco con la mandíbula ligeramente ancha que poseía, pero que en un conjunto daba un buen aspecto. La imagen se completaba gracias a los ojos color azul profundo que rallaba en lo violeta, esa imagen era la mía tras cruzar la adolescencia hacía ya unos años atrás.

La siguiente media hora disfrute del simple placer de una ducha caliente en la tina de baño hasta que un sonido llego del living.

-Son las siete de la mañana y el reporte del clima indica que habrá veintiséis grados con cuarenta por ciento de humedad en la zona norte de la provincia con posibilidades de lluvias asiladas en el sur…- dijo en presentador de la televisión.

-Parece que hoy será un día lindo- me dije a mi misma mientras miraba a través de la pequeña ventana que daba al cielo- tengo tiempo para vestirme, desayunar algo y cambiarme tranquilamente- pensé mientras me terminaba de lavar el resto del shampoo del cabello.

El televisor se había encendido a la hora del número divino por motivo del programa despertador que había colocado la jornada anterior para despertarme, pero la impaciencia y el nerviosismo no me permitió descansar hasta que la llamada de Orfeo me reclamo por un par de horas.

El resto de la mañana fue bastante tranquila mientras me colocaba la ropa y luego bebía una taza de capuchino preparado a máquina, pero cuando el reloj marco las siete y media, me coloque las sandalias y marche para apagar el televisor que ya mostraba las noticias del día, tomar la llave y mi bolso que se encontraba sujetas junto a la puerta de entrada, para proceder a abrir la lámina de madera que separaba mi departamento del resto del mundo. Mientras movía la puerta dedique una última ojeada hacia el departamento, en donde la penumbra ya se había retirado frente a los primero rayos del alba.

-Adiós Melian, no vemos en unas horas- le dije a mi gata, que se encontraba subida a la mesa de centro, la cual me respondió con una mirada con las ojos entreabiertos y un maullido mientas cruzaba del mundo físico hacia el de los sueños tras su comida.

El Pasillo exterior que llevaba al patio interior del complejo me permitió ver que el alba rojizo ya acababa de derrotar el tiempo de dominio de Nox sobre la rutina de los mortales mientras que las escaleras me llevaron hacia los garajes, donde use mi llave para abrir la puerta catorce, donde solo había dos cosas, un Toyota corolla negro ubicado en el centro del garaje y un objeto cubierto por una manta para protegerlo del polvo en un esquina para no ocupar mucho espacio.

-Espero que Sara regrese pronto de su viaje para que se lleve su armatoste de mi garaje- pensé mientras miraba hacia la esquina con cierto desprecio por le objeto que se encontraba ahí.

Tras salir del garaje puse marcha en dirección a la salida norte, donde tras pasar mi credencial de residente, las rejas negras como el azabache comenzaron a moverse en direcciones opuestas hasta dejar un espacio suficiente para que mi vehículo saliera. En cuanto las ruedas traseras de mi carro cruzaron las rejas, solo un pensamiento vino a mi mente.

-Qué bueno es poder alejarse de esa solitaria jaula dorada-

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Disculpen la duración tan larga del capítulo pero en realidad deje afuera algunas cosas, por lo que lo acorte como pude, es más, le original era este y el cap anterior.

Espero que no sea mucha lata leerlo y recuerden que una opinión tanto buena como mala es recibida

CapI: https://www.3gb.com.mx/forum/es…..mprension/