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Sueños en Carcosa

 

-Por fin ha llegado- pensé al ver la larga lista de archivos .rar en la blanca interfaz del Dropbox, mi mirada se centra en el pequeño número a lado de la palabra “prueba final”.

 -Con que tres gigas ehh- susurro algo sorprendido, lo primero que se viene a mi mente es que eso será un problema en el futuro, pero he de confesar que de cierta manera estoy orgulloso de sacarle provecho a esa estúpida suscripción de Dropbox Empresas.

No dudo ni un segundo y empiezo la descarga de cada uno de los más de ochenta comprimidos que aparecen en la carpeta compartida. –No debe de tardarse tanto- me repito a mí mismo en un miserable intento de mantener la confianza en mí conexión de internet PRO TURBO RAPIDITO, no me vean de esa manera, así me la vendieron.

Una barra blanca no se hace esperar y me informa  que el tiempo estimado de la descarga esta entre dos y tres horas, lo que me parece una verdadera porquería tomando en cuenta lo que pago de internet, pero bueno que se puede hacer.

 -Maldita sea, por fin está aquí-  se escucha una voz proveniente de mi estómago. Literalmente estoy mojando mis pantalones.

-Un año, un bendito año de trabajo y el final del camino está casi a la vuelta de la esquina. ¡Estoy a 2.88 Gigabytes de descarga (a velocidad rapidito) de probar la fase final de mi primer videojuego!- mi respiración se empieza a entrecortar.

Si voy a ser sincero, en realidad no soy bueno manejando la ansiedad, por lo que estos últimos meses me he forzado a mantener muy abajo mis expectativas sobre lo que puede suceder en esta versión de prueba. Quisiera contar con más ánimos pero mi colaborador desde hace ya varios meses no ha mandado ningún comentario sobre cómo se ha ido desarrollando las ultimas compilaciones.

-No sé si deba llamarle- pensé por un segundo sumido en un mar de nervios. Aquella idea no era nueva, durante todo el desarrollo del videojuego la comunicación directa fue casi nula, pero estos últimos meses de trabajo final en verdad hubo un verdadero abismo entre nosotros. Hace una semana casi me convenzo de que se había cansado del proyecto y se lo iba a guardar para publicarlo él mismo, en verdad tuve miedo pero no me atreví a llamarlo, después de todo nunca se había atrasado con una fecha de entrega pero creo que la principal razón para contener mi llamada era que aquel tipo era endemoniadamente raro.

-No hagas proyectos con desconocidos en Internet, esas cosas nunca funcionan- recordé lo que todos mis amigos no se cansaban de decir, mismos que se quedaban callados después de oír la misma respuesta que siempre les tenia –Si no lo hago con él entonces ¿Con quién?, no es que conozca a cientos de programadores deseosos de enrolarse en un proyecto sin paga. Además las pocas opciones que están interesadas en crear videojuegos en este país no les importa un comino mi arte y mucho menos la historia en la que trabajo, al final un escritor no sirve para nada al desarrollar un simulador sobre la intensa vida de una cabra en la ciudad.

-Cincuenta por ciento, esto no va tan mal- los nervios iniciaban una vez más su feroz ataque, los eludí de nueva cuenta al revisar si las versiones previas del juego habían sido completamente eliminadas, no quería que se generaran errores absurdos. El trato era que yo escribía la historia, todos los conceptos de arte que fueran necesarios, además de diseñar el gameplay con las mecánicas de juego, por su parte él se encargaría de todo lo concerniente a la programación. Como cualquier persona racional, dudé por completo que alguien sin ayuda fuera capaz de llevar a cabo todo ese trabajo, pero en sus correos explicaba que tenía un sistema ya establecido para compilar gráficos de 16 bits y que su únicas tres condiciones eran: 1) No te metas con la programación de lo que envié, 2) El exceso de comunicación nubla la originalidad creativa y 3) Solo debes enviar arte honesto, cualquier tipo de basura dará por terminado el proyecto.

Como dije antes, el tipo es bastante raro. Pero poco a poco el proyecto fue tomando forma y aunque ya he probado partes de gameplay, el jugar la versión de final será una experiencia abismalmente diferente.

Una esquina de la pantalla se ilumina y aparece un mensaje “Ha recibido un correo de: ElreydeAmarillo”

En seguida abro el correo y como es usual solo se pueden leer unas pocas palabras:

Disfruta el juego, la clave para iniciar es “Carcosa”

Al terminar de leer un flashazo anaranjado en la parte inferior del escritorio me indica que el juego se ha descargado.

-Interesante casualidad –pienso.

Minutos más tarde el juego se había descomprimido sin problemas y sin dudarlo inicio el proceso de instalación.

Una pantalla negra aparece frente a mí y unas letras cursivas ligeramente pixeleadas formulan la pregunta:

¿Cuál es tu destino deseado?

Me preocupo por que el juego sea algo muy diferente a lo que yo he trabajado, la historia no se desarrollaba en ninguna Carcosa. Con cierto recelo tecleo la clave y el juego inicia.

La melodía de arranque no tarda en aparecer, una serenidad provoca que mi sonrisa brote como hacía mucho no sucedía. -Esa es mi música- me dije a mi mismo, aunque en realidad era una versión modificada del tema principal de Chrono Trigger.

Lo que ahora muestra la pantalla es la imponente Torre de la Causalidad, lugar donde descansa un terrible dios de la decadencia y escenario donde nuestro héroe acaba de fallecer intentando salvar a su único amor.

-No puedo perderla- aparece un cuadro texto al típico estilo del RPG de la vieja escuela.

-Daré lo que se sea- la escena desparece para hacer énfasis en uno de los jardines externos de la torre.

-¡Escucha mis palabras!. Acepta mi alma a cambio de tu ayuda- la pantalla muestra una imagen de un caballero derrotado mientras abajo aparecen dos opciones: 1) acepta su alma, 2) déjalo morir.

La primera opción da inicio de lleno al juego. La idea principal es experimentar como se desarrolla un personaje que es plenamente consciente de que es manipulado por un ser “superior” fuera de su mundo, incluso la trama evoluciona en función de la manera que te relaciones con el caballero.

El gameplay por su parte está ligeramente basado los títulos más clásicos de la saga de Zelda, con  vista aérea y con un respetable número de mazmorras por explorar, pero con la diferencia de un sistema de combate basado en dos tipos de ataques, un salto para esquivar y algunos arrojables. Cuando se llega a un escenario de combate tendremos que escoger 3 de 10 habilidades elementales, en un principio el juego dará la opción de elegir dos mientras que la tercera se asignará cuándo se revelan las dos habilidades elementales con las que tus enemigos cuentan, además de que ellos también elegirán su tercera habilidad con respecto a la tuyas. Las tres habilidades escogidas pueden cambiarse en cualquier momento de la pelea y le confieren a tus ataques una ventaja o desventaja dependiendo del tipo de enemigo o el tipo de habilidades que hayan adoptado. Básicamente un piedra papel o tijeras para darle un toque de estrategia.

La segunda parte del combate consta en que el ser “superior” proporcione ayuda con un ataque especial, la curación del personaje o la posibilidad de escoger nuevas habilidades elementales, esta intervención estará regulada con una barra de acción al estilo RPG.

Cuando diseñe el gameplay no estaba del todo seguro si era posible calibrarlo por completo, pero me alegra saber que en verdad mi idea estaba perfectamente plasmada en el juego, el cambio en la velocidad de respuesta, la multitud de enemigos, los enormes jefes, las emotivas conversaciones en la pelea e incluso las partes en donde el personaje escapa por momentos de tu control para hacer su propia voluntad. Dios mío, ojala pudiera contar más.

-No sé cómo lo hiciste pero lo lograste. Creo que tenemos algo bueno – repito constantemente mientras avanzo de nivel en nivel, de alguna manera siento que mi colaborador puede escucharme.

El reloj me indica que el amanecer ya había pasado desde hace varias horas. Dudo sobre si debería seguir con este desenfrenado maratón, pero olvido todo cuando por fin veo a la cámara final, la cereza del pastel.

Un monstruoso dios frente a mí, uno que me saca de quicio al tener todas las habilidades a su disposición en cualquier momento. Un par de horas de batalla más y el final se acerca, un encuentro con su amada y la paz de reino. FIN.

-¿NO?, ¿Quién demonios es ese?- pienso mientras no entiendo lo que sucede en pantalla.

Un ser encorvado envuelto en un manto amarillo aparece, con un movimiento de mano desploma el muro al fondo y deja ver el cadáver de una mujer.

Pierdes control del personaje que se acerca al cadáver.

-Nooo- aparece en texto. El mando vibra.

-Él puede salvarla- se lee en letras amarillas.

-¡Sálvala!- dice el héroe con audio. No puedo evitar saltar de la silla al escucharlo.

Aparecen dos opciones:      SI              NO

Sin dudarlo selecciono la opción afirmativa y de inmediato una ventana aparece en un extremo derecho de la pantalla. Pienso que ha saltado un error pero al poner atención me doy cuenta que es la escritura del código del juego.

Tardo unos segundos en entender que la única manera de salvarla es reescribiendo el juego.

-No se lenguaje C++ – me digo a mi mismo, mientras una extraña sensación se apodera de mi estómago. Después de momentos de frustración me resigno a cerrar la ventana.

-Él creó este mundo. No la salvará porque esta tragedia es su obra… su arte- aparecen una vez más con las letras amarillas.

-Ven conmigo, ven a Carcosa y yo te guiare a él. No puedo salvarla pero te daré tu venganza.

Un portal aparece tras de ellos, la figura amarilla desaparece en su interior mientras que nuestro héroe se mantiene quieto. Puedo sonar como un loco pero siento su pixeleada mirada en mí.

Desaparece en el interior del portal.

El juego se cierra sin mostrar crédito alguno, intentó ejecutarlo de nuevo pero no sucede nada. No tardó en darme cuenta que la carpeta del Dropbox está vacía.

Abro Skype y machaco el botón de mi mouse buscando el inexistente contacto llamado “ElreydeAmarillo”, pero en mi cabeza solo puedo pensar -¿Esto fue solo un juego? 

 

Después del efecto de la masa

 

Él caminó entre estrellas,
conoció los dotes de su antonomasia,
salvó la vida de los justos como de los ilícitos,
atravesó nebulosas y conoció tantos
soles como vidas nuevas.
Los ancianos cuentan de su historia y de sus demandas,
cómo luchó por un bien común
compartido en la galaxia.
Viajó hasta donde se decía era imposible regresar,
y cambió la historia de todos
con su perseverancia y su andar.
Aquel de los amigos increíbles que inspiraba valentía,
la esperanza de la galaxia,
el hombre de las distintas hazañas.
Un anciano me dijo que
nuestro nuevo mundo era por él,
por él es que hoy existe la vida,
por eso todo el mundo lo recuerda sin conocerlo.
Logró unir a las distintas especies para su supervivencia,
anteponiendo su juicio y su karma.
Una vez me dijo un astrónomo,
señalando una constelación,
el nombre de él.
Después de tanto tiempo aún genera grandeza.
Tanto él murió por su causa
como por el bien de la galaxia.
Ahora no hay noche que no mire al cielo
y me pregunte si él todavía recorre las estrellas,
si saben de él en la vida de los otros,
si miran al cielo imaginándolo,
si en cualquier parte de este
gran universo se escuchan sus batallas,
si hablarán de su muerte
y si algún día podré estar donde sus pies estuvieron.
Querido comandante que inspiraste en mí
el máximo desinterés por el bien,
te guardo en cada estrella.