Axel Rudi Pell - Knights Call (2018) | Forum

Antes de comenzar, quisiera abrir con el siguiente pensamiento.

Si vas con una persona que pudiera ser considerada como conocedora o si vas con otra menos versada y a ambos les preguntas por grandes guitarristas, estoy seguro que de las bocas de ambos, no necesariamente repetidos, saldrán los nombres de Malmsteen, Steve Vai, Satriani, Jimmy Paige, Slash, David Gilmour, John Petrucci y un breve etcétera. Y digo breve porque los nombres suelen ser siempre los mismos. Como preguntar por Survivial Horrors y recurrir obligatoriamente a Resident Evil y Silent Hill.

Todos sabemos que detrás de los grandes exponentes hay otras propuestas igual de buenas o incluso mejores, para algunos. De igual manera pasa aquí, ya que nunca escucho los nombres del impresionante Tony MacAlpine, rara vez mencionan al virtuoso Ritchie Blackmore (con todo y que le debemos los inicios de la carrera de Dio), pero sobretodo ignoran al gran Axel Rudi Pell.

Axel parece ser un admirador de Ritchie Blackmore. Hablo al tanteo, lo digo porque utiliza el mismo tipo de guitarra y porque ha hecho covers de todas las bandas en las que Maese Blackmore ha trabajado; incluyendo el proyecto de Rock Folklórico con su esposa, Candice, Blackmore’s Night.

El trabajo de Axel Rudi Pell, con todo y que tiene más de quince discos de estudio, cada uno con un nivel musical envidiable, es muy, pero muy poco  valorado en esta parte del mundo… Aunque me atrevería a decir que no solo es de este lado del charco sino algo que parece generalizarse. Los trabajos de este alemán se encuentran en un estilo difícil de catalogar, personalmente me gusta llamarlo “Metal”, a secas, sin entrar en más. Aunque la enciclopedia Metallum lo denomina como Heavy/Power Metal. Pero insisto, para mí, esto es Metal en su más pura expresión.

Si es tan bueno ¿por qué es tan desconocido?

Responderé a esto con otra pregunta. Si Hellblade: Senua’s Sacrifice es tan bueno, ¿por qué es tan poco conocido? Shadows of the Damned no es un mal juego, pero pocos lo jugaron. Axel Rudi Pell es un gran ejemplo de pasión y dedicación. Luego de tantos y tantos discos, sigue entregado a su proyecto y tras cada entrega, cuida mucho la calidad de su música.

Según sus propias palabras, Kngiths Call es probablemente el mejor álbum que han hecho… Eso dicen todos cada que un nuevo disco se avecina, y ¿por qué no? Tienen que venderlo. Pero según yo, no es el mejor trabajo. Para mí, el mejor ha sido Into the Storm. El bajista Volker Krawczak y Axel son los únicos miembros originales de este proyecto. Constantes han sido Ferdy Doernberg en los teclados y el gran Johnny Gioeli en la voz. Actualmente la batería corre a cargo del veterano Bobbi Rondinelli. Esta cierta estabilidad en la alineación es probablemente parte del motivo por el que los trabajos mantienen la calidad entrega tras entrega.

En esta y en muchas bandas, lo más destacable es la guitarra y la voz. Si bien Gioeli no ha estado desde los inicios de la banda, anteriormente los vocalistas cumplían con cierto rango vocal. Prácticamente todos en los discos el estilo vocal es ese que curiosamente suena “rasposo” al mismo tiempo que limpio, bien ejecutado y cantado. Este estilo aporta pasión a las canciones ya sea que se trate de baladas o de algo más agresivo, incluso épico, podría considerarse como uno de los estilos más versátiles.

La guitarra de Axel desborda virtuosismo y pasión, cuando se trata de feeling. Si tuviéramos que enfrentar a diversos guitarristas en duelos de feeling definitivamente él sería mi campeón. En cuanto a su ejecución, es pulcra, impresionante. Si lo dudan, busquen en Spotify Sphinx Revenge del Black Moon Pyramid, es instrumental y cuando la escuché por primera vez quedé impresionado. En este disco, habrá solos guajoloteros y solos menos atascados pero siempre llenos de pasión.

Otro elemento a destacar es el teclado, que francamente suena como órgano de iglesia. Podría considerarse algo malo pero en realidad es un elemento muy, muy sutil. En algunos momentos sobresale, cuando la estructura de la canción lo permite, pero difícilmente es notado en otras secciones si el oído no está bien entrenado; sin embargo, al estar siempre presente, dota a las canciones de cierta magia o misticismo. En cuanto al bajo y la batería, solo digamos que toda la potencia y pasión que desbordan tanto la voz como la guitarra, carecerían de sentido sin una adecuada y contundente base rítmica.

Las portadas de los discos por lo regular son sobresalientes y te dan una idea general del estilo de la banda, aquí repetimos esos elementos de magia y misticismo, son también oscuras, intrigantes, enigmáticas… Repito, por lo regular. Sinceramente dan ganas de llenar tu cuarto con posters de sus discos o tu guardaropa con playeras de las portadas; fondos de escritorio o cualquier cosa que permita presumir y admirar el arte contenido en ellas.

Un aspecto que es tan positivo como negativo, dependiendo de cómo se mire, es el hecho de que parece que Axel ya descubrió la fórmula para hacer buen metal y permanece fiel a ella. Cada disco vendrá bien balanceado entre baladas y temas veloces, siempre abrirá con un intro instrumental; suele incluir un tema instrumental para dar un respiro y equilibra temas de larga duración con otros más breves. Ya es una fórmula establecida y probada en sus entregas. Es bueno porque sabes que es una apuesta segura, es malo porque ya sabes cómo sonara el siguiente disco. Sin embargo no puedo negarlo, Axel conoce el secreto, el método y la alquimia para crear Metal.

Esto puede resumirse en que, si no estás familiarizado con esta banda, es una buena manera de comenzar y que difícilmente decepcionará… A menos que vengas buscando guturales o algo muy extremo. Recomendaría encarecidamente The Wild and the Young pero como es el segundo tema, prácticamente es el que nos da la bienvenida. Si ya has tenido ocasión de escuchar a Axel Rudi Pell, ya sabes qué esperar y, debo decir que, tampoco decepcionará en este caso.

Este disco también lo pueden se encuentra disponible en Spotify, además de sus respectivas ediciones.

Mención honorífica para Crusaders of Doom.