Mobile Suit Gundam Unicorn | Forum

El lore de Mobile Suit Gundam es un desastre.  Hermoso desde un punto de vista histórico para la industria de la animación japonesa y con mucho que decir en función de los avances tecnológicos asociados a una carrera armamentista que podría suceder en un futuro donde la humanidad realmente se haya tomado en serio el tema de colonizar el espacio. Pero no deja de ser un desastre. Y Mobile Suit Gundam Unicorn solo pareciera ponerle más pelos a la sopa.

Para hacerse una idea: Es una mini serie de OVAS del 2014 posicionada en el año 0096 de un calendario ficticio. Las primeras escenas ocurren en el año 0001 del mismo universo, para luego dar un salto al año 0096, ubicándonos 3 años después de una breve guerra contada en una película de 1988 y que actúa como antesala  de otra película estrenada el año 1991 pero que toma ubicación cronológica 27 años posteriores a Gundam Unicorn y que fue un intento de remake de la historia original de Gundam por parte de su autor, encontrándose esta última posicionada en el año 0079 de dicho calendario ficticio y estrenada el año 1979.

¿Se entendió? … En fin

Es muy probable que una persona mucho más versada que yo en los acontecimientos históricos de Gundam pueda señalar sin mucha dificultad todos los vacíos argumentales y los errores a un nivel canónico que pudiesen ó no presentarse. Yo no pude destacar ninguno muy grave, pero también es cierto que durante el transcurso de los episodios estaba bastante ocupado respondiendo unos mensajes en mi teléfono, sirviéndome una taza de café con leche, jugando con mi gata y/o  encendiéndome un cigarro.

Y no me perdía de nada.

Es sorprendente como Unicorn le dedica una cantidad inmesurable de tiempo a un par de personas conversando sobre los horribles estragos de la guerra mientras toman tecito, con diferentes escenarios, diferentes personajes y diferentes tipos de tecito.  Entiendo perfectamente que para poder acomodar una secuela – precuela – lo que sea – dentro de una saga tan intimidante como Gundam es necesario hacer ciertos compromisos con los espectadores. Pero entregas más antiguas nos ponen en contexto en secuencias impecables que no duran ni 5 minutos, entregando el mínimo de información y dándonos un respiro para poder procesarla.

Incluso algunas de ellas ni se molestan en explicarnos qué onda, como sucede en la película Char’s Counterattack, donde el filme inicia en medio de un combate donde un villano acaba de redirigir un asteroide directamente a la tierra. ¿Cómo? ¿Por qué? Todo se responderá a su tiempo, pero por ahora agárrense que hay que detener el asteroide.

 Era casi como sí la película me dijera «Camina conmigo, voy tarde a una reunión de trabajo y te pondré al día. Te lo contaré todo una sola vez. Así que atento».

Unicorn simplemente se detiene, nos pone al día «a medias» para que de esa forma pueda dejar algunos misterios sin resolver y tratar de mantenernos intrigados , respondernos con aseveraciones tan vagas como las interrogantes mismas y así no perder el enganche hasta llegar al final de los OVAS. Luego hay escena de acción con coloridos gigantes mecánicos, y de vuelta a la exposición. Y con la exposición en Gundam Unicorn se viene el tecito.

Y lo más triste del asunto es que los combates no me parecieron muy interesantes. Sí bien, soy un poco más complicado que un felino que se queda en trance mientras le agitan un llavero de colores frente a su cara, necesito más pulpa para no desviar mi atención a algo un poco más llamativo que esté circulando por mi radio de visión.

Las escenas de acción en esta franquicia siempre han sido bastante pobres desde un punto de vista narrativo. No suceden «cosas» en los combates, y muchas veces podemos alterar el orden de escenas (siempre y cuando mantengamos el inicio y el final) y básicamente nada cambia (con claras excepciones, siendo estas maravillas técnicas audiovisuales que ni la pantalla de cine más grande del mundo podría hacer justicia). Lo qué le da color a los combates en Gundam es el dialogo y cámara.

El díalogo, porque usualmente son las estrellas del show las cuales forman parte de los combates, debatiendo entre ellos mismos cual de las ideologías en cuestión es la que debe prevalecer y someter a la contraria, dando como consecuencia una abanico de frases tan icónicas que van a terminar siendo citadas de aquí hasta la eternidad.

Y la cámara debido a una triste realidad que me atrevería a decir que todo aquel que haya visto algo que rime con Gundam podría observar: Las peleas más pobres de Mobile Suit Gundam usualmente son:

1) Disparar rayos/misiles mientras los mechas vuelan en el espacio/ saltan en la tierra.

2) Chocar los unos con los otros como si fuesen a darse abrazasos/chocar espadas de luz, y separarse.

Todo esto suena bastante aburrido, pero el movimiento de la cámara y la edición de las escenas siempre me ha causado una verdadera sensación de vértigo y desorientación propia de lo que esperaría de un combate espacial. No sé donde estoy ni dónde está mi enemigo, mientras la cámara gira a mi alrededor en una dirección con el mecha volando hacia cualquier otra parte, disparando rayos proyectiles o abrazando/chocando espadas.

Es el movimiento,  su fluidez y los sentimientos expresados por el guión y la ilustración de los personajes lo que hace brillar los combates en Gundam. Y cuando brillan, lo hacen con una intensidad que legítimamente es capaz de conmoverme.

En Unicorn el diálogo hace acto de presencia, más no la cámara. Los combates terminan siendo tomas proporcionalmente más estáticas con objetos voladores no identificados moviéndose en mi pantalla, acompañado con los efectos de sonidos propios de la franquicia y una música orquestal que, aunque muy bonita, no se quedó conmigo una vez terminada la obra. No presté atención tampoco a momentos donde la cámara denote los cambios de aceleración en la cabina de los pilotos, ni en cambios de la dirección de los Mechas/naves espaciales en conflicto, ni tomas algo más interesantes que una panorámica en las juntas de tecito entre los personajes en cuestión.

Los dibujos son maravillosos, en conjunto con la dirección de arte. Pero es la ausencia de un uso de la cámara propio del medio que terminó sintiéndose como algo estándar y desconectado mi atención de forma definitiva.

Gundam Unicorn me pareció aburrida, más que nada porque resultó ser el mínimo común denominador sobre lo que yo considero algo propio de Gundam, sólo que más simple en estructura y con palabras complicadas.