Hisone to Masotan | Forum

Hisone to Masotan es una historia de militares realizando la actividad ultra-secreta de mantener con vida dragones que necesitan volar por los cielos en compañía de una piloto, literalmente en su estómago, para que las bestias puedan disipar el calor que naturalmente generan y , por lo tanto, mantenerse en bienestar.

Y todos trabajan con la mejor disposición del mundo, dando la sensación de que en esta versión de las Fuerzas Armadas japonesas EXCLUSIVAMENTE se encuentra constituida por las personas más amables del mundo. Desde los hombres con traje que dirigen tras bambalinas las operaciones hasta él encargado de limpiar las llantas de los vehículos. Todos y cada uno tienen sus razones para hacer lo que hacen, siendo esta – en su mayoría– bien intencionada por naturaleza. Y no hablo de la intención tipo –salvar a la humanidad-, sino de, honestamente, querer hacer un buen trabajo.

Es casi como si las chicas de K-ON! constituyeran a todo el elenco, creando la fantasía en mi mente de que es posible generar un ambiente de trabajo óptimo sí todos aportáramos con nuestro propio granito de arena. (Aunque, pensándolo bien, sí todos nos comportáramos como personajes de K-ON! el mundo sería, literal y objetivamente perfecto. Pero me desvío)

El primer episodio nos cuenta como Hisone entra a las fuerzas aéreas japonesas como consecuencia de no tener idea de que hacer de su vida una vez terminada la secundaria. Ingresa por el conducto regular e inmediatamente comienza a obedecer las órdenes de sus superiores tal cual dictadas.  De pronto, la trama la obliga a verse sometida al estrés de tener que llevar a cabo una tarea que ella – y sólo ella- es capaz de concretar: pilotear a un dragón.

El proceso de pilotear se gráfica de manera tan incomoda como sexual- , involucrando ser ingerida de manera voluntaria por el dragón y de darle indicaciones desde sus entrañas. El hecho de que la serie tenga una estética limpia, sencilla y adorable, con personajes diseñados bajo la idea de que los adultos no somos más que niños que mantienen su cara de bebé, pero con una perspectiva un tanto más amplia no hace  que me sienta mejor conmigo mismo. En particular cuando observo detenidamente a una chica siendo aprisionada bajo las viscosas entrañas de un reptil… con traje sugeréntemente ajustado… y con las paredes intestinales aplastando su cuerpo… Oh God… Soy un monstruo…

Por supuesto que Hisone no acepta las condiciones y se niega a pilotear, argumentando no estar capacitada y que el acto de obligarla atenta directamente contra el código del trabajo en su país. Luego, la subsecuentes circunstancias de la trama la obligan a replantear su moralidad y pilotear de todas formas para salvar a su compañera tsundere de cometer un acto estúpido, poniendo la historia en marcha.

Es una historia de adultos con espíritu de niños lo suficientemente maduros como para poder anteponer sus responsabilidades por sobre sus inseguridades que probablemente más de alguno ha sentido en un trabajo nuevo, especialmente ligada a una profesión, tal vez incluso con estudios superiores, y asociado a algún tipo de expectativa que tanto familiares como conocidos esperan de nosotros.

Es por esta razón que no puedo enfatizar los suficiente cuánto me inspira el ambiente laboral en Hisone to Masotan. Claro, existe el regular acoso sexual que la industria japonesa vanaliza y pone en calidad de chiste: pero ese no es el punto de todo esto. No tenemos que aplicar en nuestras vidas absolutamente todo lo que se nos plantea. Somos humanos y tenemos naturalmente nuestros filtros morales.

Sin embargo, todos son maravillosas personas que se levantan cada mañana para realizar las tareas que deben, sí ó sí, hacer. Es un ambiente que invita a intentar y equivocarse, pedir ayuda a los compañeros, a los superiores, y volverlo a intentar. Nadie te pregunta ni tus capacidades ni tus notas. Sólo quieren que te lances a la vida y que le pierdas el miedo al fracaso; asimilándolo como algo que inevitablemente pasará en nuestras vidas, pero que en conjunto con el apoyo de todos no se sentirá como un trago amargo ni no nos hará peores en nuestra profesión.

Creo que varios de nosotros hemos tenido jefes de mierda, compañeros desagradables y gente que no trabaja por floja/cansancio por los que al final del día debemos hacernos responsables. Pero que nada de esto nos desaliente al final de la jornada. Hisone to Masotan invita a convertirte en el cambio que quieres ver en el mundo, pero que lo hagamos a nuestro propio ritmo y con cosas pequeñas. Al final, son los detalles los que pueden hacer de nuestro ambiente laboral algo más agradable.

Al menos… eso es lo que la serie plantea hasta el capítulo 4, donde las relaciones con nuestros compañeros de trabajo pasan a segundo plano, reemplazándose por las relaciones entre las protagonistas que se llevan más como compañeras de secundaria que cualquier otra cosa. Esto no es particularmente malo. Digo, soy tan fan del Moe como cualquiera (al menos eso me gusta pensar); pero no puedo evitar sentir algo de decepción al encontrarme con una serie que sentía que tenia cosas que decir con respecto al ambiente laboral tan estresante al que debemos someternoa, si es que decidimos entrar a empresas en lugar de ser nuestros propios jefes, claro. Pero eso es harina de otro costal. Ya para la mitad de la serie, casi todos son amigos y es el final de la discusión.

Los dragones son asociados a un ritual ancestral,  secretos de la corporación son revelados y el cómo personajes más viejos dejan sus enseñanzas a las más jóvenes del grupo comienza a tomar fuerza. La trama se pone en movimiento, abandonando algo que pudo haber sido un Slice of Life adorable para favorecer la historia que se nos quería contar. Nada particularmente destacable, al menos para mí. Me generó muchas vibras a Gunbuster, idea que formó más raíces cuando me di cuenta que, para ser una serie del estudio Bones, estaba siendo construida por varios talentos de Gainax y de Trigger.

Tampoco es que encuentre ofensivo el resultado. Chicas lindas haciendo cosas sigue siendo una formula popular, y sí está bien pensada, ganadora. Y a Hisone to Masotan la planto de ese lado del jardín.

La historia alcanza niveles absurdos cuando entra «el poder del amor» en la palestra, pero también es cierto que lo veo desde un punto de vista muy occidental, por lo que tratarlo como un punto negativo se me hace exagerado e injusto. Pero sí creo necesario mencionar  que reduce la caracterización de los personajes en los capítulos anteriores, quienes sonaban especialmente maduros para las decisiones que tomaban. Básicamente los vuelve más niños con mentalidad de niños que adultos con espíritu de niños.

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Tiene 12 capítulos y está encantadóramente dibujada. Creo que dentro de «poco» (dependiendo de cuándo y dónde alguien lea este texto) Hisone to Masotan llegará a Netflix, por lo que no veo excusa para dejarla pasar; es inofensiva, me limpió el alma y me dejó continuar con mi vida.

Ni idea cuando volveré a escribir algo, depende de cuando encuentre algo que decir sobre lo que veo. Gracias por leer y aprovecho de promocionar desvergonzadamente otra reseña de Luisoncpp publicada hace poquito en el foro: Noir ó Eye Closed-Up