¿Por qué nos emocionamos tanto con «Alien: Covenant» después de lo que nos hizo «Prometheus»? Inexplicable. O quizás no tanto si consideramos que lo que se venía anunciando de esta nueva entrega parecida desmarcarse notoriamente de su predecesora inmediata y querer acercarse más a las cintas originales de «Alien» al tiempo que aportaba algunos elementos nuevos. Una tripulación conformada por parejas (como deja más claro el trailer que la película en sí), un viaje especial con intereses científicos distintos y una misteriosa llamada de auxilio perdida en la inmensidad. Ya sabemos hacia dónde va esto. Y va acompañado por un par de actores de moda (Katherine Waterston y Billy Crudup), un par de intervenciones inesperadas (Amy Seimetz y Demián Bichir) y un robot infaltable (Fassbender, te amo). Seguro no es tan inexplicable que nos haya atrapado desde antes.
Sobre todo por Fassbender, no nos engañemos.
La premisa queda bastante clara también desde el trailer (y no es que una secuela/precuela/loquesea de «Alien» necesite una historia muy compleja): a un equipo científico que busca colonizar un nuevo planeta se lo lleva la chingada. En la puesta en escena sí es un poco más complejo el modo en que todo esto sucede, pero la idea es principalmente esa. Ahora bien: ¿cómo puede eso salir increíblemente bien o terriblemente mal?
Está bien, no voy a exagerar: «Alien: Covenant» no es una película terriblemente mala. No puede serlo. Del mismo modo en que incluso «Prometheus», con todos problemas, no puede es terriblemente mala. Porque en el peor de los escenarios no deja de tener la mejor interpretación visual de vida extraterrestre en la historia de cinematográfica (y te lo vamos a agradecer siempre, Giger), incluso cuando opten por usar todos los efectos visuales y olvidar esos maravillosos practical effects que hacen que a día de hoy la primera película de «Alien» sea una rotunda joya. Al final lo que todos queremos ver es lo que ya hemos visto: un espacio exterior hostil, una estética oscura, una criatura letal suelta y un grupo de humanos que no tienen ni idea de lo que está pasando. La esencia de la saga no puede fallar. Todo lo demás, bueno, quizás sí pueda fallar.
Gente explotando con aliens dentro: Check!
Aunque todo tiene el nombre de Ridley Scott estampado, lo cierto es que ‘la saga «Prometheus»‘ parece un ensamble bastante independiente y lejano de la saga «Alien» original. Incluso, el solo hecho de que exista algo así como la saga «Prometheus» y que «Covenant» se inscriba completamente dentro de ella es ya un problema en sí mismo. No es que vaya a quejarme de Fassbender (eso nunca), pero aquí parece tener lugar el ‘efecto Wolverine’ de las primeras películas de X-Men: tomemos el único elemento que parece haber funcionado y explotémoslo al máximo. En lugar de aprender de los errores, ahora admitidos, de su predecesora y tratar de hacer una pieza independiente, «Covenant» se convierte en una segunda película que trata de arreglar los errores de la primera. Y la sola idea de eso no puede funcionar, no importa cuánto te esmeres en incluir personajes diferentes, motivaciones espaciales diferentes y, en cierta medida, aliens diferentes.
Si la historia en general cumple con su objetivo de mantenernos entretenidos (y a veces incluso al borde del asiento) pese a sus dos horas de duración, además de incluir una buena ambientación y algunos personajes apreciables, hay una serie de elementos que terminan eclipsando, una vez más, la grandiosidad inherente a la saga «Aliens» (digan lo que quieran de «Alien: Resurrection», tiene al menos la disculpa de ser noventera y de cualquier modo tiene un lugar especial en mi corazón). Por una parte tenemos un argumento que se mueve en gran medida debido a la estupidez humana, pero una estupidez que no parece justificable en el hecho de que todos los pasajeros de esa nave son supuestamente especialistas en su campo. Yo nunca he estado en el espacio pero tendría bastante claro que hay cosas extraterrestres que es mejor no tocar. Ya no digamos adentrarme en un planeta desconocido sin un maldito traje sellado. Por otro lado, el extenso equipo de actores está enormemente desperdiciado y para eso mejor dejabas sólo cuatro y los matabas muy lentamente. De la mayoría ni siquiera tuve tiempo de aprenderme los nombres, quiénes eran pareja, qué diablos hacían en esa nave.
De algunos ni siquiera recuerdo el rostro.
Excepto de James Franco, ese no podría olvidarlo aunque quisiera.
Finalmente, la parte de la historia que se une indisolublemente con «Prometheus» no me convenció personalmente en absoluto así que a partir de ese momento tuve que desconectarme un poco y concentrarme en los xenomorfos (ni siquiera voy a mencionar si es o no una gran idea que ahora sean tan digitales). Y, bueno, no hablemos del final.
De modo que de todos los elementos que parecían prometer en la historia, en la práctica nos quedamos con unos pocos: Daniels, que es mucho mejor protagonista de lo que pensé que sería (nunca le llegará a Ripley, pero a estas alturas ya no le pedimos eso), la ambientación que aprovecha bastante bien los exteriores (eso en realidad no lo prometió en ningún momento, pero resultó bastante bien), y la mínima sangre necesaria como para que pueda considerarse una lejana secuela (o precuela, ya no entiendo ese universo) de «Alien». No mucho más.
Igual íbamos al cine sólo por los bichos mutantes extraterrestres, ¿no?
Exacto.
Con todo el respeto que Ridley Scott me merece, no entiendo por qué no han buscado a un nuevo director/productor que pueda aportar una nueva visión a esta saga clásica y que nos ofrezca algo más que un intento imposible de conseguir lo que se consiguió en los setenta.
Con decirles que ayer también vi «El Rey Arturo» y había hablado con mucha más emoción de ella. En gran medida porque las leyendas artúricas no se han puesto ninguna vara imposible de alcanzar.
En fin, hablando de otras cosas: Fassbender.
«Alien: Covenant» (inexplicablemente no traducida como «El Convenio del Alien») es una co-producción del 2017 entre Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido. Dirigida por Ridley Scott («Alien», «Blade Runner», «The Martian») y protagonizada por Katherine Waterston («Animales fantásticos y dónde encontrarlos», «Steve Jobs», «Inherent vice»), Michael Fassbender («X-Men», «Bastardos sin gloria», «12 años esclavo»), Billy Crudup («Watchmen», «Jackie», «Casi famosos»), Danny McBride («Pineapple express», «This is the end», «Your highness»), Demián Bichir («Che», «The hateful eight», «The heat»), Carmen Ejogo («Selma», «The purge: Anarchy», «Animales fantásticos y dónde encontrarlos»), Jussie Smollett («The skinny», «North», «The mighty ducks»), Callie Hernandez («La la land», «Blair Witch», «The endless») y Amy Seimetz («Upstream color», «You’re next», «Sun don’t shine»). Tiene 7.1 estrellitas en imdb, 6.1 en filmaffinity y 74% en el tomatometro. Y es para que vayan bajo aviso de lo que les espera.
Planeaba verla por interés, pero ahora solo la veré por morbo y ver que tan carentes de sentido común son dichos «especialistas» a bordo. Excelente trabajo Sam, se agradece.
También amo a Fassbender UwUr
Entonces esta tambien es la reseña de rey arturo y si vale la pena??
Saludos
sam una pregunta, no e visto la película pero me lei varios detalles de la trama y descubrí una infamosa escena que involucra alguien tropezando con sangre y una explosión por culpa de la estupidez de los personas, tengo entendido que hay gente discutiendo si es apropositamente gracioso o si es involuntariamente hilarente(narm), que tu opinas de la escena?
Me dieron ganas de ir a verla, y debo admitir que es en gran medida para ver bichos extraterrestres :3
entonces no la vere :-)