Nada como terminar el año con «Star Wars» y su promesa de sacar una película anual hasta que el mundo se acabe. Y a riesgo de que esta nueva tendencia signifique que además de la producción masiva de remakes, reboots, secuelas, precuelas, tetrasupersecuelas y etc, se añadirán los spin-offs, he de decir que «Rogue One» es probablemente la pieza que el universo de «Star Wars» debió plantearse antes que cualquier otra trilogía.
If you know what I mean.
Ubicada temporalmente antes de todo lo que conocemos (cinematográficamente) de este universo, la historia se centra en la familia Erso. Galen Erso es un científico que ha huido del Imperio porque se niega a seguir trabajando para ellos. Apresado y amenazada su familia (por decir lo menos), su hija Jyn tiene que crecer con una fracción extremista de la Alianza y eventualmente aprender a defenderse por sí misma. Pero como ya sabemos, este es un universo de destinos y lazos de sangre de los que no se pueden escapar. Y aunque Jyn cambie de nombre y se mueva al margen de la ley, hay intereses de los dos lados de la fuerza que harán todo lo posible por llegar a ella.
A esta multicultural intergaláctica trama se van agregando personajes con toda clase de posiciones políticas y morales: Cassian Andor, piloto de la Alianza que hará absolutamente todo lo que sea necesario por su causa; K-2SO, el sidekick robótico obligatorio y con tendencias robóticamente autistas; Saw Gerrera, el extremista que crió a Jyn; el concilio de la Alianza y los oscuros entramados del Imperio y todos sus intereses; y Chirrut Imwe y Baze Malbus, dos portadores de la fuerza que el destino pone justo en el camino de Jyn. Obviamente.
Si vas a tener a un guerrero ciego de tu lado, mejor que sea Ip Man.
A diferencia de las demás películas que se han ido agregando a la primera trilogía de «Star Wars», que se ciñen a una serie de personajes que pueden hacernos sentir como que todo lo relevante en un universo completo le sucede siempre a la misma familia, «Rogue One» se puede permitir una libertad narrativa al ajustarse únicamente a una serie de acciones concretas (para no desentonar con el canon). Partiendo de eso (y del hecho de que no es demasiado difícil imaginarse en qué acaba todo esto), se concentra más en diseñar a un muy interesante grupo de personajes, trazar sus motivaciones, centrarse en una historia familiar que no busca la grandeza de las otras ya conocidas dinastías pero que es poderosa en sí misma, y construir visualmente una serie de mundos que ya sabemos son infinitos y que ahora pueden aprovechar todas las ventajas tecnológicas del cine actual. Los planetas, las ciudades, las batallas, las explosiones, son efectivas y a la vez son impresionantes y bellas. Toda esa fuerza de una historia que, literalmente pasa de lado de todo lo que creíamos era relevante ver, refuerza una noción mucho más clara que el conflicto que se viene retratando desde la primera película es muy complejo y los involucra a todos.
Esto lo ejemplifica bastante bien el personaje de Jyn, ya que aunque es la protagonista heroica y tiene algo de ‘the chosen one’, es también bastante claro que su posición es meramente circunstancial y que al final es solamente un engranaje en un movimiento enorme que no tiene que ver con ella como individuo sino como posibilidad. Del mismo modo, los diversos personajes que irán apareciendo tendrán razones de las más diversas para llegar al punto en que empieza la acción, no todas las cuales necesariamente tienen que ver con una convicción política (e incluso quienes lo hacen por convicción podrían no estar haciendo necesariamente lo correcto). Aunque todo esto es una noción general de lo que hemos visto en las películas anteriores y también algo que suponemos de cualquier conflicto (sea o no intergaláctico), sin duda era algo que no se había explorado a profundidad y que aquí funciona no sólo para demostrar que hay muchas otras historias de lo más interesantes que contar en relación con «Star Wars» sino también para enriquecer exponencialmente esta obra que muchas veces parece que se encasilla demasiado con repetir la misma historia.
Aunque no me parece que Jyn y Andor destaquen especialmente por sus actuaciones (Diego Luna nunca me ha parecido un buen actor), creo que en general se mantienen bastante bien dentro del margen de lo correcto para dejar que todo lo demás fluya adecuadamente a su alrededor, además de que sus personajes son bastante interesantes por sí mismos sin necesidad de ahondar demasiado. También es cierto que K-2SO, quien permanece en un punto más que adecuado del comic relief, ayuda a liberar un poco la tensión alrededor de ellos, sobre todo al inicio. Para mí lo mejor son sin duda Chirrut y Baze, donde la elección de Donnie Yen es inmejorable; y Galen Erso, básicamente porque es Mads Mikkelsen y lo amo. Muy objetivo.
Aunque ya había leído bastantes buenas reseñas, el resultado para mí fue un poco inesperado: no sólo es una película de lo más entretenida (más si tomamos en cuenta que pasa de las dos horas, a las que se suman los interminables comerciales previos en el cine), sino que consigue varios elementos bastante buenos. De los que destaco, una vez más, su épica visual, sin duda a la altura de lo que debe de ofrecernos esta saga.
«Rogue One» es una película estadounidense del 2016. Dirigida por Gareth Edwards («Godzilla», «Monsters», «In the shadow of the moon») y protagonizada por Felicity Jones («La teoría del todo», «The amazing Spider-Man», «Like crazy»), Diego Luna («Y tu mamá también», «Elysium», «Milk»), Alan Tudyk («Frozen», «Wreck-it Ralph», «Moana»), Donnie Yen («Hero», «Ip Man», «Blade II»), Wen Jiang («Devils on the door step», «Let the bullets fly», «Sun also rises»), Ben Mendelsohn («Animal kingdom», «The Dark Knight rises», «Slow west»), Forest Whitaker («El último rey de Escocia», «Platoon», «El mayordomo»), Riz Ahmed («Nightcrawler», «Jason Bourne», «Four lions»), Mads Mikkelsen («The hunt», «Hannibal», «Doctor Strange»), Genevieve O’Reilly («Star Wars: Episodio III», «Matrix revolutions», «Matrix reloaded») y Alistair Petrie («The night manager», «Rush», «Victor Frankenstein»). Tiene 8.3 estrellitas en imdb, 7.3 en filmaffinity y 84% en el tomatometro. Y sin duda es una excelente producción para disfrutar en pantalla grande.
Fijate que el cameo de Tarkin lo senti acorde pues tenia explica el como queda al mando de la Death Star y la verdad almenos yo lo senti como un gran homenaje hacia Peter Cushing, no era necesario pero yo agradeci ese guiño, mas bien el cameo que senti forzado fue el de C3PO y R2D2 por que senti que los metieron ahi solo para que sean los personajes que han aparecido en todas las peliculas.
¿A cuál te refieres, a la de Peter Cushing? Si así es concuerdo contigo.
Independientemente del mame que se alzo con esta pelicula, no cabe duda que de cierto modo supero a Episodio VII en cuanto a satisfaccion, tiene la ventaja de que por asi decirlo une las precuelas con la trilogia original, pero lo supo hacer bien y todos los cameos y referencias estuvieron muy acorde, con exepcion de una pero eso ya va de gustos, sin duda una pelicula que ire a ver mas de 3 veces XD