Resultó un poco sorprendente encontrarse una cinta como «Swiss army man» (en limitada defensa de los traductores de títulos, éste era un caso difícil), aunque quizás pueda entenderse sencillamente por la presencia de Harry Potter como protagonista, aunque la premisa nos advierta que se trata de un cadáver protagonista.
Qué reto histriónico.
El surrealismo disminuye en ningún momento: Radcliffe es realmente un cadáver protagonista y es también el ‘swiss army man’ del título, quien en los primeros minutos salva a Hank (aka el hermano de «Little Miss Sunshine») de su naufragio tanto al darle la esperanza de una presencia mínimamente humana como al convertirse a sí mismo en balsa rescatista por medio de los gases generados por su descomposición.
Esta imagen puede malinterpretarse de muchas maneras, pero lo que quiero decirles es que lo salva echándose todos los pedos del mundo.
Y esto no es lo único desconcertante, desagradable, surreal o salvador que hará Manny (aka Harry Potter), porque la película dura hora y el tiempo en pantalla de cualquier otro ser humano es de lo más limitado. Así que claramente este viaje de encuentro y autodescubrimientos tendrá que pasar por los sitios comunes pero también por los estadios más raros, para que de alguna manera indirecta entendamos quién es Hank Thompson, qué lo llevó hasta querer suicidarse en una isla desierta y cómo es que termina volviéndose el mejor amigo de un cadáver. Ni los mejores road-trips tienen preguntas tan…inesperadas.
Y pues: selfie!
La película entera es claramente un WTF que busca hilarse con cierto mensaje emocional y profundo por momentos. Los propios directores, que anteriormente sólo habían dirigido cortometrajes, lo describieron como «el primer pedo te hará reír, el último pedo te hará llorar», lo que bastó para conseguirse a dos prometedores jóvenes actores porquenoséporqué. ‘Desconcertante’ es sin duda un término que aplica a más de una dimensión de la historia.
El resultado es de lo más extraño y no sólo en el sentido que parece más evidente. Por una parte resulta claro que todo se desarrolla conforme a un plan deliberado que busca de alguna manera chocar al espectador (tanto por el humor bobo como por las reflexiones más complejas), pero por otro la diferencia entre estos momentos es tan brusca que fácilmente corre el riesgo de no funcionar con gran parte del público. Y al menos para mí, personalmente, no funciona en los excesivos momentos de humor escatológico y en ciertas excusas dramáticas que usan para conectar algunas partes de la trama. Y no funcionan desastrosamente, porque en contraposición me parece increíble el modo en que desarrollan la relación entre Hank y Manny en el punto ‘más vivo’ y que en realidad es un viaje interior brutal por un personaje que vislumbramos sumamente rico y complejo como es Hank. Del simple cliché del joven deprimido que quiere huir del mundo (y que lo logra en la peor de las circunstancias) logra proyectar un enorme mundo interior y, con muy poco contexto, perfilar profundas emociones. Pero no terminan de cuajar las dos partes, marcando muy radicalmente el tono que tiene en las primeras y las últimas escenas, con el que tiene en toda la parte de en medio, donde no es que desaparezca el humor básico o los recursos exageradísimos de la condición de navaja suiza del cadáver, pero se atenúan de manera que al menos parecen un poco más naturales con el resto de la trama. Y termina por parecer un capricho metido a fuerzas el recurrir a ese tipo de humor y reducir esta búsqueda personal a una conclusión de WTF sin más.
Y es una pena porque si bien el equilibrio entre puntos positivos y negativos en muchas ocasiones son simples matices de la opinión general de una película, personalmente creo que en este caso la diferencia de registro entre los distintos momentos de la historia termina por arruinar un poco las mejores partes y hace que me parezca una película con excelentes actores y excelentes escenas que de algún modo termina por no gustarme del todo. Creo que en mi mente me quedaré con la parte más Wes Anderson de la relación entre Hank y Manny y la recordaré como si hubiera sido un cortometraje.
«Swiss army man» o «Un cadáver para sobrevivir» es una película estadounidense del 2016. Dirigida por Dan Kwan y Daniel Scheinert («Possibilia», «Interesting ball», «My best friend’s wedding/My best friend sweating») y protagonizada por Paul Dano («Little Miss Sunshine», «Prisoners», «There will be blood»), Daniel Radcliffe («Harry Potter», «La dama de negro», «Now you see me 2») y Mary Elizabeth Winstead («Scott Pilgrim vs The world», «10 Cloverfield Lane», «Live free or die hard»). Tiene 7.2 estrellitas en imdb, 6.6 en filmaffinity y 67% en el tomatometro. Y cada quien sabrá si es la clase de cosas raras que le gusta o no ver.
En resumen, Harry Potter cumplió la profecía donde debia morir, entonces el mundo no se destruirá por la paradoja.
Ojala dure en cartelera para echarle un ojillo ya que se trate de una pelicula sobre autodescubrimientos ya llamo mi atencion.
Saludos.