Mientras empezaba a ver «Dolls» (o «Muñecos malditos», no «Dolls» de Takeshi Kitano) pensaba en lo mucho que habían cambiado las premisas del cine de terror de 1987 al día de hoy. Actualmente es necesario que sintamos que, por improbable que sea la cuestión diabólica que da pie a las películas, está cerca de nosotros de algún modo, podría sucedernos. Todos hemos tenido familias disfuncionales, se han burlado de nosotros en la escuela, hemos jugado la ouija y hemos sido atormentados por los espíritus de las personas que murieron en nuestro hogar. O quizás no, pero podría pasar.
Me siento plenamente identificada.
Pero esto no siempre fue así. Antes a nadie le importaba la lógica que diera pie a una trama de terror porque por algo iba a involucrar situaciones paranormales. «Dolls» incluso inicia con la típica puesta en escena de película de niños ‘cómicamente’ maltratados: Judy viaja con su padre, quien muy evidentemente no la quiere, y con la mala pero rica madrastra por la que terminó el matrimonio con su madre. Ninguno parece encantado de tener una niña en el coche pero, independientemente de eso, están perdidos en una carretera a mitad de la nada y a punto de caer la noche y la tormenta se les queda el coche justo enfrente de una mansión aparentemente abandonada.
Nada sospechoso hasta ahí.
Por si el maltrato infantil no fuera lo suficientemente gracioso o terrorífico hasta el momento, no tardamos mucho en darnos cuenta de las implicaciones que tiene la tópica ‘imaginación desbordada’ de Judy, justo al llegar a la escena en que imagina que su osito de peluche se venga de sus malvados padres.
No tienen que seguir leyendo la reseña, pueden ir directamente a buscar la película.
¡Y ni siquiera hemos entrado en la mansión! Estamos hablando, claro, de una película de muñecos malditos, por lo que la casa pertenecerá a una pareja de ancianos que se dedican a la fabricación artesanal de muñecos (que es una forma de justificar que la mansión aparentemente abandonada en mitad de la nada sea todavía más siniestra) y la noche se completará con un joven ‘con corazón de niño’ (que en los ochenta eso parece significar que es tan bueno que por momentos parece rozar con la discapacidad intelectual) y dos autoestopistas punks.
Una noche cualquiera en los ochenta.
La película mantiene ese tono de fabula con moraleja pero con el giro de que las malas acciones se pagan con sangre. Mucha sangre. Y por si la sola presencia de muñecos vintage no fuera por sí misma capaz de dar escalofríos a cualquiera, las decisiones artísticas en relación con los efectos y sus movimientos resultan inmejorables. Si bien es cierto que un par de décadas después no se puede decir que sean precisamente verosímiles (si es que alguna vez lo fueron), resulta indudable que la gran mayoría de las secuencias ha envejecido muy bien para el género. A eso le sumamos otras buenas decisiones técnicas, una niña protagonista que es tan rara que resulta por sí misma un poco inquietante, un tono oscuro y mórbido de cuento de hadas clásico, y el resultado es tan increíble que lo sorprendente es que no sea una película más conocida.
A esa mezcla podemos agregar: «escenas capaces de inspirar a Guillermo del Toro».
Al parecer en algún momento Stuart Gordon estuvo muy interesado en hacer otra secuela con algunos de los personajes protagónicos (incluyendo la extraña pero adorable Judy, cuya actriz no volvió a actuar más), pero luego prefirió seguir su carrera en el terror con otros títulos como «Dagon» o «King of ants». Igual le agradeceremos siempre haber dotado a Mr. Punch del misterio siniestro que Neil Gaiman nos había ya enseñado.
El mejor amigo de las niñas.
«Dolls» o «Muñecos malditos» (y juro que ni siquiera tuve que inventarme esa traducción) es una co-producción de 1987 entre Estados Unidos e Italia (de hecho la ‘mansión’ se construyó en un estudio que antes perteneció a Dino De Laurentiis). Dirigida por Stuart Gordon («Re-animator», «Dagon», «Re-Sonator») y protagonizada por Carrie Lorraine («Poltergeist II», «Alf», «Buffalo Bill»), Ian Patrick Williams («Re-animator», «The final break», «Superhero movie»), Carolyn Purdy-Gordon («Re-animator», «ER», «Bleacher bums»), Guy Rolfe («Puppet Master III», «Yesterday’s enemy», «The stranglers of Bombay»), Hilary Mason («Don’t look now», «Robot jox», «Haunted»), Stephen Lee («The pit & the pendulum», «WarGames», «The negotiator»), Bunty Bailey («A-ha», «Spellcaster», «Glitch!») y Cassie Stuart («Amadeus», «The hunchback», «Hidden city»). Tiene 6.4 estrellitas en imdb, 5.4 en filmaffinity y 58% en el tomatometro. Y seguro eso no suena super prometedor, pero bueno, es una película de muñecos malditos, van a tener que confiar (en sus instintos y) en mí.
Muy buena, esta película la vi cuando tenia como 8 años en la casa de una tía, y la estaban pasando como «estreno» en un canal local, la condenada escena de la transformación me dejo pesadillas hasta como los 12, Saludos Sam :-)
Esa pelicula la vi hace como unos 6 años, es genial, de hecho los muñecos si estan muy macabros, y NO ES DE RISA, la recomiendo mucho, saludos !!
No entendi pero la pelicula se ve interesante. :-D
jajajaja es de esas peliculas que dan risa que miedo