Algunas semanas y casi 3,000 páginas después, podemos hablar de la tercera (y probablemente más famosa) saga del ya más que icónico manga de «JoJo’s Bizarre Adventure». Si esto no te dice nada, quizás quieras checar la reseña de las dos sagas anteriores.
Spoilers: Todos se llaman Jojo, hay vampiros, belleza masculina hipermamada y detalles bizarros para regalar.
Tras un par de sagas bastante hiladas que sentaban los inicios de la dinastía JoJo, para «Stardust Crusaders» (el título con el que ahora se conoce a la saga pese a publicarse originalmente como «Heritage for the future») Hirohiko Araki, guionista e ilustrador, ya podía hacer cualquier cosa con ese extraño y fantástico universo que había construido alrededor de una máscara vampírica. Con una historia ahora convertida en épica, nos encontramos con Jotaro Kujo, nieto de Joseph Joestar (el JoJo de la segunda parte), un adolescente japonés problemático bastante indiferente ante el mundo que se declara poseído por una entidad invisible capaz de interactuar casi sobrenaturalmente con las cosas a su alrededor. Cosa de todos los días en Japón. Por suerte este típico protagonista de shonen cuenta con un oportuno abuelo que pueda explicarle todo sobre esos maravillosos nuevos poderes.
También cosa de todos los días en Japón.
Olviden todo lo que creían saber sobre esta saga, menos cómo se ve JoJo, a Dio, y el hecho de que la gente se pelea con poderes de lo más extravagantes a la primera provocación. Aquí dejamos de lado todo la técnica del ripple (*la onda*) que tantos buenos momentos nos había dado y se introducen los stands. Porque eso es lo que quiere el público: más razones extrañísimas para partirse la madre.
La estructura de «Stardust Crusaders» es mucho más cercana al shonen típico de lo que fueron las sagas anteriores. Los primeros capítulos son prácticamente una excusa para que los JoJos (aunque ahora Joseph insista en llamarse Mr. Joestar) se embarquen en una larga aventura nuevamente detrás de Dio, donde irán descubriendo a sus propios stands (entidades sobrenaturales definidas por cartas del tarot que tienen diversos poderes y una serie de reglas para combatir) y a un muy variado número de enemigos que plagaran su camino de Japón a Egipto de sobresaltos. Y, básicamente, un ritmo de batalla-tras-batalla.
La simplicidad de la historia, vista como una larga odisea, permite distinguir dos partes temáticas. A saber: las cartas del tarot y las cartas egipcias. Cada uno de estos arquetipos represente a un enemigo potencial y a una serie de características inesperadas. Si bien las fases del encuentro suelen ser similares (evidencia de la presencia de un stand, reconocimiento del usuario y del stand, desciframiento de las particularidades del ataque y estrategia), la diferencia entre los tipos de cartas parece tan arbitraria como interesante. Ya que pese a introducir personajes interesantes durante la primera mitad (aunque rara vez tienen algo que ver con la carta del tarot que los representa), la mayoría de las batallas suelen librarse de modos bastante similares y dejan una sensación de fórmula fácil de ‘ahora me volveré más fuerte para vencer al próximo enemigo’. Las cartas egipcias, que en un principio parecen un recurso también fácil para alargar la historia (oh, te conozco, estrategia de venta de anime), parecen recuperar un poco del tono bizarro que caracterizó a la historia desde sus orígenes: personajes extraños, poderes absurdos, una serie de circunstancias que en muchas ocasiones ni siquiera parecen buscar una confrontación real. Sin duda muchos de los mejores momentos de la historia se presentan hacia el final, a veces en momentos donde parece que perdemos de vista el objetivo final de tanto camino recorrido y golpes repartidos.
Oh, JoJo, no puedes tener todos los superpoderes.
El quinteto/sexteto protagonista (dependiendo del punto de la trama) en general funciona mucho mejor como grupo que como personajes individuales. Lo cual en el caso particular de Jotaro me parece muy afortunado (pese a que no parece ser de los JoJos favoritos del público), ya que no abusa de su ya bastante tópica presencia de héroe de shonen, dejando espacio a las aventuras de los otros personajes sin perder su mal humor y su coolness. A Joseph Joestar es difícil asociarlo siempre con el JoJo de «Battle tendency», y el grupo se completa con Mohammed Avdol, un egipcio que tiene un temprano encuentro con Dio y decide que hará todo lo que esté en sus manos por detenerlo; Noriaki Kakyoin y Jean Pierre Polnareff, dos jóvenes que fueron reclutados por Dios pero salvados de ese lavado de cerebro por Jotaro; e Iggy, el perro.
Ya saben, el perro.
Incitando al maltrato animal en Asia: A nadie le sorprende.
«Stardust Crusaders», haciendo gala de todo su superpoder shonen, no sólo cimentó la serie asegurándonos JoJo por el resto de la vida de Araki (y quizá más), sino que se volvió tan popular que en su nombre se han dedicado videojuegos, una radio novela, dos novelas, dos OVAs y una serie de anime. Sólo de esta saga. Que además, en su infinito peregrinar de villano en villano, es bastante más larga que las dos sagas anteriores juntas.
«Denme tooooooooooooooooooooooooooodo el JoJooooooo»
Pero si bien la saga gana bastante en personajes y en el despliegue visual (el estilo de Araki parece que no puede sino mejorar), su fórmula tan sencilla y repetitiva hace que pierda bastante de la frescura y el delirio de sus predecesoras (chistes de vampiros aparte). Por otro lado, muestra las fantásticas capacidades de su autor para perpetuar un universo bastante inscrito en los tópicos del género, sin perder su toque más que personal.
Y como podrán suponer, hay JoJo para rato, así que no parece descabellado que en algún otro momento nos toque reseñar alguna(s) de las siguientes cinco sagas. A ver cuántas aventuras bizarras más nos faltan por presenciar.
Todas las aventuras bizarras.
Pueden comprar físicamente el primer volumen de «Stardust Crusaders» en inglés en Amazon (esta edición compila los 151 números en 16 tomos).
La masculinidad y las poses de jojo
ora ora ora time
Ora oraoraoraoraoraoraoraoraoraoraoroaroaroaoroaroaroaoroaoraorraoraora
Nunca un juego de poker a sido tan intenso
El anime se me hizo un poco aburrido en esta parte de Stardust Crusaders pero el final y los últimos capítulos si se me hicieron muy buenos y emocionantes
Solo en jojo una pelea entre un perro y un halcón demente es emocionante.
Bien… mas jojo, yo porfin ya voy en la ultima saga y te puedo decir, «Aun no has visto nada y Araki tiene problemas»
Ora ora ora ora ora ora ora ora ora ora ..Oraaaaaaale ¡¡¡¡ que buena Jo Jo Reseña Sam . La tercera temporada de las aventuras bizarras de los JOJOS es muy divertida y original. La recomiendo , tanto el manga como el anime ¡¡¡ 8-) 8-) 8-) 8-) 8-) 8-) 8-)
*O* Otra excelente de las bizarras reseñas de Sam xD