La presencia de «What we do in the shadows» en pantallas nacionales parece sin duda una anomalía destacable que da la sensación de que la cinta oscila entre la no-cartelera y las reseñas regulares: Es, finalmente, una película independiente del año pasado que apenas si destacaba de su neozelandesa condición por haber sido escrita y dirigida (parcialmente) por Jemaine Clement. Una presencia importante en el panorama actual de la comedia con proyectos como «Flight of the conchords». O la última de los Muppets.
Razón principal para que yo lo ubique, obviamente.
En una curiosa demostración de que Nueva Zelanda también tiene cinematografía (más allá de representar visualmente todas nuestras épicas fantásticas), «Lo que hacemos en la sombras» (nada ingeniosamente traducida en México como «Entrevista con unos vampiros») es un falso documental que se coló sin mucho problema entre las listas sobre películas para tener en cuenta del 2014. Porque en un mundo donde nos ahogan los falsos documentales de terror chato y con tramas poco originales, estas sombras oceánicas nos traen a un grupo de inusuales vampiros que son roommates y que quieren demostrarnos que su estilo de vida no es tan extravagante como uno podría imaginar.
Ellos también tienen que preocuparse por la limpieza del hogar.
Viago es un muy cándido y hogareño vampiro que nos introducirá a la pequeña familia que ha hecho de una vieja mansión su hogar: Vladislav, Deacon y Petyr. Cuatro vampiros muy diferentes que aprovechan el seguimiento de las cámaras para mostrarle al mundo su forma de vida, las cosas que le gustan y cómo asumen las situaciones más cotidianas como los gastos, las salidas nocturnas, los conflictos entre amigos, o la necesidad de consumir sangre. Cosas de todos los días en este particular y sangriento hogar.
«Nada de salir a volar por ahí hasta que termines con los platos».
A modo de reality show muy casero, «What we do in the shadows» aprovecha varias corrientes de la tradición vampírica para crear personajes que van de lo estrafalario a lo encantador, con un humor que sin desaprovechar toda la oscuridad que tiene al alcance de la mano, se vale más de una simpleza muy bien colocada para convertir esas ‘situaciones cotidianas’ en un mundo todavía más extraño de lo que el cine de vampiros nos tiene acostumbrados. Del Nosferatu al vampiro victoriano, del iracundo al pacífico que esconde extraños pasatiempos, de la necesidad de sangre a las bromas ‘inocentes’ que se le puede jugar a los humanos. Es, además, una cinta muy auto-consciente que retrata no únicamente las diversas posibilidades del vampiro, sino también el culto que se genera alrededor de ellos: vampiros nuevos, humanos que quieren ser vampiros, fiestas y enemigos.
Con una producción modesta (que incluye a Funny or Die) y una trama que puede parecer tan tonta como la del género que emula, el principal logro de «Lo que hacemos en las sombras» es su fantástica construcción de personajes y el fantástico ritmo de comedia con que los va enredando en diferentes situaciones, sin buscar la risa escandalosa pero logrando un genial humor que permea todo lo que va sucediendo. Logrando a la par ser sátira de una figura literario-cinematográfica y una película sobre un grupo de amigos frente al mundo, con sus muy marcadas peculiaridades.
Los principales responsables de esta tan bien lograda combinación, son sin duda Jemaine Clement y Taika Waititi, protagonistas (Vladislav y Viago, respectivamente), directores, guionistas y productores de esta más que inusual cinta dentro del panorama actual: neozelandesa, cotidiana-vampírica, comedia de terror con un humor casi blanco en muchas ocasiones. Sin duda esa sensación de que, dejando de lado su condición de vampiros, es una historia que podría suceder en un contexto cercano, ayuda a que uno se sienta cómplice de esa manía por los realities que ha llevado que hasta los vampiros quieran tener el suyo.
Yo vería ese reality.
Además de las circunstancias mencionadas, hay varios otros elementos que contribuyen excelentemente a la construcción de situaciones cómicas. El más destacado de los cuales probablemente sea Stu, pero para eso tendrán que verla.
Una película que con pocas pretensiones y muchos méritos casi se cuela en mi top 10 del 2014, aparece de pronto, año y medio después, en algunas salas comerciales de México. No dejen que el terrible título los confunda, «Entrevista con unos vampiros» es sin duda una pequeña joyita a darle oportunidad si uno está cansado de todo el CGI de la temporada vacacional.
«Entrevista con unos vampiros» o «What we do in the shadows» es una co-producción del 2014 entre Nueva Zelanda y Estados Unidos. Dirigida por Jemaine Clement («Men in black 3», «Rio», «Flight of the conchords») y Taika Waititi («Eagle vs Shark», «Boy», «Linterna verde»), y protagonizada por ambos, Jonny Brugh («How to meet girls from a distance», «Review», «Tangiwai»), Ben Fransham («30 days of night», «Heavenly creatures», «The Lord of the Rings: The two towers»), Cori Gonzalez-Macuer («Eagle vs Shark», «Only son», «Jono’s new show»), Stuart Rutherford («Boy»), Rhys Darby («Yes», «Pirate radio», «Arthur Christmas») y Jackie van Beek («Go the dogs», «One shoe short», «Just like the others»). Tiene 7.6 estrellitas en imdb, 6.9 en filmaffinity y 96% en el tomatometro. 96%. Tienen la fantástica oportunidad de disfrutarla en pantalla de cine (que sospecho no durará mucho) pero podrían también rentarla en streaming por Amazon.
Suena muy bien, pero de nueva cuenta, es la clase de películas que ni de chiste se asoma en las salas de cine de mi ciudad, voy a tener que buscarla :/
de haber visto ese titulo, seguramente la abria tachado de pelicula chafa, pero con tu reseña, ahora si me dieron ganas de verla
Jajja hoy que tengo ganas de ver algo asi definitivamente la buscare jejej
Mi nueva pelicula de vampiros favorita ^^