Reseña: El Valle de los Yetis, DLC de Far Cry 4

La serie de Far Cry ha tenido mucho éxito recientemente con sus expansiones y DLC. Far Cry 3: Blood Dragon es quizás el mejor spin-off que he jugado en mucho tiempo, logrando su cometido de divertir y sentirse diferente con un muy inteligente y único cambio de temática y ambientación. Hasta ahora, la cuarta parte de esta popular serie de FPS de mapa abierto no ha tenido un complemento similar, pero su nuevo DLC, «El Valle de los Yetis«, busca cambiar la formula lo suficiente como para darte cosquillas y regresar al hermoso país de Kyrat una vez más.

Lo más extraño de este contenido descargable es que se accede a él desde el menú del juego, y no se presenta como un nuevo set de misiones dentro del mapa general de la campaña principal de Far Cry 4. En esta nueva aventura volvemos a tomar el control de Ajay Ghale, quién se ve involucrado en un accidente aéreo cuando el helicóptero en donde iba pasándosela súper bomba decide estrellarse en los Himalayas.

Lo primero que vas a notar cuando recuperes la conciencia es que tus habilidades, arsenal y demás perks han sido reseteados por completo, cosa que no me cayó del todo bien que digamos, pero bueno, uno se amarra el cinturón y sigue adelante a ver que le espera. No pasa mucho para que te topes con un montón de fanáticos religiosos que te quieren ver muerto y los titulares Yetis, para que la fiesta realmente comience y te pongas a explorar el nuevo mapa abierto que han creado los de Ubisoft Montreal.

He de confesar que al momento de ver el horizonte por primera vez y recordar que todas mis habilidades que tanto tiempo me había llevado desbloquear estaban ausentes, me invadió una abrumadora sensación de hueva, no estaba de humor para volver a conseguir todas las mejoras haciendo misiones, cazando y todo el demás desmadre que ya había hecho en el juego principal. Aún así seguí avanzando para ver si el DLC me daba alguna sorpresa y, afortunadamente,  lo hizo.

La clave fundamental de El Valle de los Yetis, es que pone de cabeza por completo las mecánicas a las que el juego principal nos tenía acostumbrados. En lugar de rondar todo el mapa liberando campamentos, solo tenemos que apoderarnos de uno para así convertirlo en nuestra base principal y dedicarnos a defenderlo durante las noches. El mapa ahora está plagado de misiones extras que sirven para realizar mejoras a nuestra base, como agregar campos minados, murallas o simplemente crear varios puntos donde puedas abastecerte de municiones y kits médicos para así sobrevivir las oleadas nocturnas de formas más efectivas. Siempre tienes la posibilidad de ignorar las misiones adicionales, más que nada porque puedes comprar dichas mejoras con el dinero que logres juntar, pero esto limita las armas que puedas conseguir y demás cachivaches que te ayuden en tus actividades cotidianas.

Durante el día me dediqué a realizar estas misiones, cazar uno que otro animal raro, y en general a hacer bullicio y recordar porque Far Cry 4 es uno de los mejores juegos disponibles actualmente. Pero nada de eso se compara a la emoción que tuve al defender mi campamento noche tras noche en contra de la bandita de locos que habitan el valle. Cada día que pasa, la cosa se pone más intensa, y los enemigos incrementan su arsenal. Los primeros días me los pase muerto de la risa, para después ser sorprendido por soldados con lanza cohetes, perros, vehículos e incluso los mentados Yetis, que son capaces de matarte con dos golpes, además de que aguantan una cantidad brutal de daño. Son lo suficientemente intimidantes como para generar una nueva dinámica de presa y cazador que te sube la adrenalina cada vez que te topas con uno.

Esta nueva dinámica, y un sistema de progresión más acelerado me ayudo a disfrutar de la experiencia sin mucho esfuerzo y eliminar por completo mi aprensión por volver a comenzar. Hasta cierto punto entiendo la razón detrás de la decisión de resetear por completo a tu personaje, ya que esto te permite enfocarte en las habilidades que sirven para el nuevo ritmo de juego e ignorar las que funcionan en el juego principal. Es una molestia, pero se cura muy pronto.

Lo único que no me convenció del todo fueron las misiones de la historia, se sienten muy similares a lo que hice cuando termine la campaña principal y el villano central es tan gris que no me motivo a avanzar y ver en que terminaban las cosas. Esto se resiente más por la grandeza d las nuevas mecánicas, que te mantendrán ocupado sin necesidad de progresar la trama, que termina sintiéndose como ruido de fondo.

El Valle de los Yetis es un excelente paquete que te invita a jugar Far Cry de una forma diferente. Inicia medio descorazonador, pero no pasa mucho tiempo antes de que agarres vuelo y comiences a divertirte defendiendo tu base, robándote camiones llenos de mejoras y arrasando con todo lo que se mueva en este nuevo mapa lleno de nieve. Quizás no se sienta tan único como lo fue Blood Dragon en su momento, pero eso no es tan grave si consideramos que en esta ocasión el enfoque ha sido en las mecánicas y ritmo de juego.

Si les interesa saber más sobre Far Cry 4 los dejo con nuestra reseña sobre el juego:

El Valle de los Yetis ya se encuentra disponible como como contenido descargable para tu copia de Far Cry 4 por un precio de $14.99 USD en tu tienda digital de preferencia o $199 MXN en Steam.