Hace tres años que un montón de simios muy inteligentes (o algo así) amenazaron con conquistar el mundo pero no lo hicieron, del todo. Todo porque James Franco pensó que engañaría a alguien usando una bata de laboratorio y aparentando ser inteligente. Buen intento, James Franco. Ahora, la saga pasa a manos de Matt Reeves, director de «Cloverfield» y el remake de «Déjame entrar», y nos promete más luchas entre primates y humanos. Porque es justo eso lo que esperamos de un reboot del clásico «Planeta de los simios», ¿no?
Además de cortes de cabello groovy para monos. Lo que, por desgracia, no obtendremos en esta ocasión.
Después de una primera parte donde, para poner las cosas en contexto, nos acercábamos a la historia de César y su amorosa/trágica relación con los humanos, saltamos a un futuro cercano pero apocalíptico donde la gran mayoría de la raza humana ha sido exterminada por un virus transmitido por los primates o por desafortunados encuentros con los mismos. Ya que César y su comunidad han crecido y han cobrado fuerza haciendo de los nuevos bosques su hogar. Una delicada situación idílica que todos sabemos no puede durar demasiado. Si ya hay algunos roces entre algunos miembros de la simiesca comunidad, las cosas se complican cuando después de dos años vuelven a hacer contacto con seres humanos.
Este nuevo encuentro entre razas no sólo representa una posible amenaza inmediata sino que da cuenta de la dimensión del contexto del que parten. La historia personal que casi todos esos monos arrastran consigo contra el resentimiento irracional de los humanos contra aquellos portadores de la epidemia que asoló al mundo; el juego de poderes donde finalmente el escalón más evolucionado se queda con las armas y los recursos, y el desconcierto de presenciar de manera directa hasta dónde han llegado aquellos que anteriormente eran vistos como meros animales. La confrontación para la que nos van preparando desde el inicio no es sencillamente una lucha entre razas o estadios de la evolución, sino que puede verse es términos éticos, morales, ambientalistas, incluso románticos. Ya que, finalmente, nos vemos posicionados desde un inicio en el punto de vista de los monos. De César, aquel que ha tenido que forjarse la figura de un héroe para poder dirigir a la manada, pero también de Koba, el espécimen lastimado que tiene que conformarse con ser el segundo macho alfa, de Ojos Azules, el hijo rebelde de César que no entiende del todo el problema humano porque jamás ha estado en contacto con ellos, o Maurice, el orangután que asume la posición de hombre sabio y que está consciente de que finalmente su conocimiento es limitado. Y el hecho de que pesen tanto o más estas psicologías como las de los humanos (líder, traidor, madre, joven en busca de) es el primer golpe contundente que esta segunda parte de «El Planeta de los Simios» nos ofrece. La segunda es, por supuesto, los primates con ametralladoras.
Porque no mamen.
Si la primera parte ya había sido una buena propuesta para un refrito por el que nadie daba un peso (en gran medida gracias al señor Burton), «Confrontación» consigue demostrar que la idea no sólo vale la pena sino que puede llegar a ser buena y contundente. Cuando ya dejamos de lado la necesidad de explicar de dónde vienen estos simios y cuáles son sus probabilidades de que conquisten el mundo, el conflicto va surgiendo de manera natural y lo que debería ser una lucha primaria por la supervivencia se tiñe de Shakespeare y afronta de una manera visceral la idea de cuánto hay de animal y cuánto de humano dentro de cada uno de los personajes. Deteniéndose con cuidado en los puntos de reflexión pero también dando rienda suelta a las fantásticas posibilidades de la lucha entre especies.
Sin ocultar sus claros toques hollywoodenses (una tendencia al sentimentalismo, la búsqueda de una verdad armónica entre individuos pese a las circunstancias adversas, el desarrollo de la historia entre los protagonistas de cada especie), esta segunda parte es una muestra de que se pueden hacer blockbuster sin sacrificar la historia y las dosis adecuadas de violencia (aspecto que se ha visto especialmente mermado con ese intento de hacer de todas las posibles películas taquilleras un ‘apto para todo público’). A lo que se suma un uso adecuado de los efectos especiales, que luce sobre todo en la naturalidad de los gestos de los primates y una buena elección de casting. Particularmente en el caso humano de Jason Clarke, a quien da gusto ver en un papel en que no se relacione directamente con el terrorismo.
O terrorismo humano, al menos.
«El Planeta de los Simios: Confrontación» es, finalmente, una película sobre putazos entre hombres y monos en un mundo cuasi apocalíptico. Es una película sobre monos que hablan y saben cómo utilizar ametralladoras y hombres repitiéndose irracionalmente ‘son sólo animales’. Si no deja de ser desesperante que hollywood quiera revivir todo lo que le funcionó alguna vez, con resultados tan disfrutables como éste no me voy a andar quejando.
Pero para que no nos malacostumbremos a esperar siempre cosas así, hollywood le puso lentes a Donatello porque de otro modo podríamos no darnos cuenta de que es la tortuga inteligente. Gracias, hollywood.
«Dawn of the Planet of the Apes» o «El Planeta de los Simios: Confrontación» es una película estadounidense del 2014. Dirigida por Matt Reeves («Felicity», «Cloverfield», «Let me in») y protagonizada por Andy Serkis («Lord of the rings», «The prestige», «Las aventuras de Tintín»), Toby Kebbell («Prince of Persia», «RocknRolla», «Furia de titanes»), Jason Clarke («Zero dark thirty», «El gran Gatsby», «Lawless»), Gary Oldman («The Dark Knight», «The professional», «Harry Potter»), Keri Russell («Felicity», «August rush», «Misión imposible III»), Kodi Smit-McPhee («La carretera», «Déjame entrar», «ParaNorman») y Nick Thurston («White irish drinkers», «Reviving Ophelia», «Not for human consumption»). Tiene 8.3 estrellitas en imdb, 7 en filmaffinity y 91% en el tomatometro. Y la acaban de estrenar así que no se la pierdan.
Bueno que se puede decir es buena bastante disfrutable pero de algo muy particular que me paso cuando la vi el sabado fue que en una parte donde hay una pelea final (tipico) no paraba de reir ya que me recorde a los simpson en la la parte cuando ponen a peleear a dos mosmos con cuhillos y la verdad no pare de reir pero bueno es una pequeña anecdota
Buen intento Sam, por degradar a Franco, pero no lo lograras.
Ja, si a mí me gusta mucho James Franco. Pero de ahí a que le pongan la bata y pretendan que me crea que tiene cara de ser un científico muy inteligente, es otra cosa.
Pues la vi ayer y he de decir que me gusto bastante, por un momento me puse a pensar en que se describiera las escenas sonaría totalmente ridículo «un simio disparando con una metralleta en cada mano montado en un caballo con explosiones de fondo». Buena reseña Sam. :yes:
Cuando fui a ver esta pelicula no le daba ni 2 mangos, pero admito que entre todo lo que habia en cartelera, era lo mas interesante, lastima que creo que es un tanto larga y aburrida durante un rato. Almenos se termina un poco es con la parte del simio a caballo con 2 ametralladoras, es tan estupido que es genial
PD: Gracias sam, esa ultima imagen es el epitome del horrendo CGI que estaba buscando.
Ahora si me disculpan, tengo que lavarme los ojos.
estallé de risa con lo de donatello xD exelente reseña
Me encanto la reseña Sam creo que se me antojo verla, por cierto vas a reseñar la película de las tortugas cuando salga? por que si es así ya me diste una idea de como va estar XD
Pues todavía me lo estoy pensando, pero en una de esas sí toca :/
Buena reseña Sam, me convencio mas de ir a verla :)