La fascinación del cine de terror por las sagas largas sin duda se debe a espectadores como yo, que consumen obsesivamente producto tras producto sin importar su dudosa calidad, en parte gracias al bello recuerdo que alguna vez tuvo la premisa o el material original. En este caso se trata de la obra de Junji Ito, excelso mangaka de terror, con una de sus piezas largas que me encanta, «Tomie», como ya les había comentado alguna vez en la Sección de Cómics.
Mientras que el manga se divide en historias cortas e independientes agrupadas en gruesos volúmenes, la saga cinematográfica se organiza en nueve películas hasta la fecha, producidas de 1998 a 2011. Si bien al inicio la emoción por llevar este gran cómic a la pantalla hizo que las primeras producciones se siguieran con muy poca diferencia de tiempo, las secuelas se fueron espaciando hasta detenerse en 2011, extrañamente tras una de las adaptaciones mejor logradas.
No es fácil adaptar una historia que se conforma en realidad por una gran diversidad de historias muy cortas, lo cual ha representado el primer gran reto en prácticamente todas estas producciones, al tener que ingeniárselas con un guión que siga una línea argumental durante más de una hora. Por otro lado podría ser una ventaja tener tantas posibles premisas por optar. Va un breve recuento de las elecciones narrativas que ha tenido cada una de las partes de esta saga.
Tomie. La policía investiga el asesinado de la joven estudiante Tomie Kawakami, al igual que los extraños suicidios de algunos de sus compañeros de clases durante los meses siguientes. Durante la investigación se descubre que unos años antes, en otra prefectura, otra joven del mismo nombre fue asesinada de la misma manera.
Tomie: Another face. Originalmente una mini serie compuesta por tres episodios. En el primero, el cadáver de Tomie es encontrado en la basura, mientras que poco tiempo después regresa a encontrarse con su novio, cuya exnovia pensaba recuperarlo tras la muerte de Tomie. En el segundo un fotógrafo que había perdido su pasión por la fotografía la retoma al encontrarse con Tomie en un bar y convertirla en su musa, sólo para descubrir después su verdadero rostro al revelar las fotografías. En el último, Tomie está por comprometerse con su novio cuando un hombre la ataca, por lo que le pide a su novio que como prueba de su amor asesine a ese hombre.
Tomie: Replay. Una niña llega a la sala de urgencias de un hospital por un extraño problema en el estómago. Al abrirlo para operarla, los médicos se encuentran una cabeza de mujer creciendo dentro de él. La cabeza es removida, pero al poco tiempo varios de los trabajadores del hospital que participaron en la operación empiezan a desaparecer.
Tomie: Re-birth. Un artista pinta a su novia Tomie, quien considera el retrato muy poca cosa, lo que provoca la ira del primero que termina asesinándola y enterrándola con ayuda de dos amigos. Poco tiempo después Tomie se aparece en una fiesta en la que se encuentran los tres.
Tomie: Forbidden fruit. Tomie Hashimoto es una chica introspectiva, algo mórbida y que es constantemente molestada en la escuela. Un día conoce en una tienda de antigüedades a una bella chica que comparte su nombre, Tomie Kawakami. Se convierten en mejores amigas, aunque la primera Tomie empieza a obsesionarse con la segunda.
Tomie: Beginning. Retornando a la idea de la primera película, Tomie se presenta como una estudiante de nuevo ingreso en una escuela, donde pronto tiene a todos los hombres rendidos a sus pies y se fija en una solitaria chica para convertirla en su mejor amigo. Pero uno de los maestros ya ha visto antes a la joven y sabe cómo terminarán las cosas.
Tomie: Revenge. Un médico se encuentra manejando de noche cuando está seguro de atropellar a una joven desnuda que caminaba por la carretera, pero cuando se baja a buscarla ha desaparecido. Buscándola termina en una casa abandonada llena de cadáveres y la joven en cuestión inconsciente.
Tomie vs Tomie. Un chico trata de rehacer su vida tras el asesinato de su novia y empieza a trabajar en una fábrica de maniquíes. Ha notado que una chica lo espía a veces por las ventanas cercanas a la fábrica y un día es invitado a reunirse con ella, para descubrir que es idéntica a su novia muerta.
Tomie unlimited. Tsukiko es la hermana menor de Tomie y siente una tanto celos feroces contra ella como una obsesión con su belleza. Un día presencia cómo su hermana muere en un accidente y noche tras noche tiene pesadillas con su muerte. Un año después, cuando Tomie cumpliría 18 años, toca a la puerta de su casa y es recibida por sus padres agradecidos por su regreso, mientras que Tsukiko no deja de sospechar que algo terrible se esconde tras esos sucesos.
Aunque la historia, así resumida, puede recordarnos fácilmente a alguna de las tantas que conforman el manga (algunas están directamente basadas en alguna pieza), pocas resisten la extensión que requiere una mayor profundización, lo que de manera general conforma una saga bastante mediocre en comparación con su material original. A lo cual no ayuda que tres de las películas sean dirigidas por Ataru Oikawa, quien tiene el mérito de haber sido el director de la primera, pero que no tenía mucho más que aportar con «Beginning» y «Revenge».
Las primeras ocho piezas tienen de manera independiente algunos elementos que pueden destacarse de manera positiva, pero en casi todos los casos éstos no consiguen rescatar una historia que apenas si es entretenida, cuando no directamente mala. Algunos actores destacados (no siempre la propia Tomie), alguna estética que recuerda muy efectivamente algunas viñetas del manga en el que están inspiradas, alguna producción mejor lograda en general que las demás, e incluso algunos casos en que la historia se desarrolla de una manera más afortunada. Sin embargo, por el otro lado, resulta difícil no establecer comparaciones con el manga, sobre todo en los aspectos en los que parece contravenir la esencia con la que fue creado el personaje y que básicamente es lo que da cohesión a la obra impresa. Tomies que parecen ajenas a una trama que gira en torno a otros personajes, atmósferas que no se esfuerzan en su terror, mala elección de vestuarios. Es cierto que también hay algunas ideas que consiguen ser especialmente buenas incluso -(o tal vez debido a) cuando no aparecen en el manga o podrían parecer incompatible con éste, como algunas tramas en que la fijación con Tomie tiene también toques homoeróticos. El único caso en que no sólo me parece que la película tiene la solidez que una cinta en general necesita (ya no digamos con las características y dificultades de una adaptación y de ésta en particular), es «Unlimited», para la que Noboru Iguchi se propone hacer una película con su muy particular estilo, alejándose del de Ito, pero rindiéndole un tributo delirante que sin duda es lo mejor que pudo pasarle a la saga. Tal vez por eso nadie se ha atrevido a darle seguimiento después.
Aunque es obvio que la mayoría de las cintas tratan de reproducir las atmósferas del manga y una serie de elementos característicos (los innumerables close-ups al lunar de Tomie, por ejemplo), la tarea prueba ser monumental e infranqueable. No sólo porque es muy simplista resumir el estilo de Ito como ‘oscuro y monstruoso’, sino porque la compleja visión que tal vez permitiría traducir ese estilo a un medio tan distinto sin duda requeriría un presupuesto y una producción que claramente no tienen las películas. Con la posible excepción de la de Iguchi, por lo que sin duda es la que tiene un estilo personal mucho más marcado, aunque en este caso lo asociamos más con el director que con el mangaka.
Sin duda otro enorme posible obstáculo es la elección de una Tomie a la altura de nuestras fantasías. Cada cinta lo intenta con una actriz diferente (la penúltima incluso con dos actrices, como su título «Tomie vs Tomie» tal vez pueda advertirnos). Da la impresión que la mayoría de ellas fueron elegidas por tener algo de idols. Miho Kanno incluso fue elegida por Junji Ito para la primera cinta, y creo que ella me gustaría mucho más si no la hubieran vestido terriblemente mal y su película no fuera tan mala. Diría que mis favoritas son Luna Nagai en «Another face», aunque no me encanta que la infantilicen en exceso, Emiko Matsuoka de «Tomie vs Tomie» (aunque es la Tomie que menos sale) y, por supuesto, Miu Nakamura, quien no me convencía antes de verla y es la única por la que realmente he logrado sentir la fascinación que se supone Tomie debe despertar.
¿Con cuál se quedan?
Es una saga que me genera sentimientos encontrados. Por una parte, no es que tenga demasiado mérito que la haya visto toda porque esas cosas me hago yo cuando no sé detenerme con el horror. Y además realmente quisiera que me gustara, incluso recuerdo algunos de los mencionados detalles destacados y me parecen que eran verdaderamente buenos. Pero luego también recuerdo que en algunas ocasiones morí de aburrimiento o de frustración por lo malas que se ponían en algunos momentos. Difícil precisar. Algunas tienen su interés general como entretenimiento de terror japonés de bajo presupuesto, pero no creo que como saga tenga un valor en conjunto más que para los amantes de Junji Ito que, como yo, no saben detenerse.