Cine 181: Bajo la Arena

«Bajo la arena» es una película que nos llega (aunque sea mucho después y a unas pocas salas) en gran medida debido a su nominación al Óscar como Mejor Película Extranjera pese a que (obviamente) no se lo llevara, ni sonara demasiado incluso en ese momento. Como ya había comentado en su momento, se trata de una categoría que este año no tuvo demasiadas buenas nominadas, y en este caso parecía tratarse de una producción bastante predecible para tratar de destacar internacionalmente: se trata de una historia bélica durante la Segunda Guerra Mundial (como siempre), aunque de un episodio específico muy poco conocido.

¿Daneses? ¿Quieren decir que habían MÁS países durante la Segunda Guerra Mundial?

Para tener un poco de contexto: Dinamarca fue ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Al parecer no fue una ocupación tan especialmente dura como en otros países, pero vamos a asumir que a los daneses no les encantaba la situación. Cuando el ejército inglés logra liberar al país, ya prácticamente sin resistencia, hacia finales de la Guerra, el único problema no era sólo deshacerse de los derrotados soldados alemanes que había en el territorio, sino que habían sembrado miles de minas terrestres a lo largo de toda la costa de Dinamarca.

Episodios inesperados, ¿he?

La cinta inicia con un particularmente iracundo sargento danés, Carl Rasmussen, desquitándose con los soldados alemanes derrotados porque ¿qué esperaban, nazis? Y de manera no muy explícita nos vamos introduciendo en la organizada operación de utilizar a esos mismos soldados alemanes para que, una vez entrenados (muy rudimentariamente), fueran a limpiar las minadas playas danesas. No el mejor panorama en un momento en que sus vidas valían infinitamente menos que la de cualquier nacional (o en general de casi cualquier europeo), ya que poco podía importarle al ejército danés si tenían que morir explotando por todo lo alto durante su labor. Y si esto puede sonar como una especie de justicia divina (estamos hablando de nazis, después de todo), habría que considerar que para ese desesperado momento de la guerra, muchas de las unidades alemanas en el país estaban compuestas básicamente por niños (ok, adolescentes) que apenas cumplían con la edad necesaria para ir al frente.

¡Niños!

Uno de estos grupos de apenas pubertos es el que le toca en suerte a Carl y pese a su enorme odio contra los alemanes y todo lo que representan (no es que podamos culparlo demasiado, en la teoría), empieza pronto a chocar con el hecho de que finalmente son cuasi-niños enviados como carne de cañón a explotar en las playas danesas para poder limpiarlas. Y esos sentimientos encontrados le generarán no sólo problemas internos, sino a nivel de organización bélica cuando otros mandos cuestionen qué tanto pueden considerar a esos prisioneros como seres humanos.

Long story short: la guerra es horrible para todos.

Formas en las que preferiría no morir número…

La trama se desarrolla con una cierta estructura usual para este tipo de historias en el cine europeo. Si por una parte no asumen que todo se le tenga que dar digerido al espectador (iremos aprendiendo los pormenores históricos sobre la marcha, con lo que vemos que sucede), de entrada nos hacemos a la idea de que seguramente será una de esas historias ‘en las que todos aprenden una lección’. Y eso no es que sea malo, claro está, pero hace que la película tenga un mayor valor por las particularidades de la historia (empezando por lo poco que conocemos ese momento histórico y nos aleja de la usual imagen de que los alemanes siempre son los super malos) que por la realización de la película en sí (que tampoco es mala, pero se acerca más a estándar que al nivel usual de las películas que suelen nominar como mejor cinta extranjera).

Por otro lado, ¿cada cuánto nos llegan producciones danesas a cines? (aunque sea en salas de arte). Aunque no se trata de una cinta que vaya a convertirse en un clásico, ni que consideremos imprescindible para el curso actual del cine, es una excelente oportunidad para disfrutar de un drama bélico alejado de los parámetros hollywoodenses y, sobre todo, con un más que interesante trasfondo histórico.

«Under sandet» o «Bajo la arena» es una coproducción del 2015 entre Dinamarca y Alemania. Dirigida por Martin Zandvliet («Dirch», «Applause») y protagonizada por Roland Møller («A hijacking», «R», «Northwest»), Louis Hofmann («Freistatt», «Tom Sawyer», «Die mitte der welt»), Joel Basman («Wir sind jung. Wir sind stark», «Hanna», «Picco»), Mikkel Boe Følsgaard («A royal affair», «Sommeren ’92», «The keeper of lost causes»), Laura Bro («A royal affair», «Rene hjerter», «Brothers»), Zoe Zandvliet, Mads Riisom («When animals dream», «The blessing», «Cathrine»), Oskar Bökelmann («Staub auf unseren Herzen», «Die Vermissten», «Friedrich»), Emil Belton («Die Pfefferkörner»), Oskar Belton («Die Pfefferkörner»), Leon Seidel («Tom Sawyer», «The adventures of Huck Finn», «Die Auserwählten»), Karl Alexander Seidel («Valkyrie», «Lippels Traum», «Hände weg von Mississippi»), Maximilian Beck («Tschüss Papa», «Spreewaldkrimi», «Die kinder meiner Tochter»), August Carter («Kleine morde») y Tim Bülow («Der Sandmann», «Die Kanzlei»). Tiene 7.8 estrellitas en imdb, 7.2 en filmaffinity y 88% en el tomatometro. No está en muchas salas así que, si tienen ganas de verla les recomiendo buscar pronto el cine más cercano a ustedes.