Nueve películas de la saga «X Men» habían pasado y al principio no había nada que nos hiciera suponer que «Logan» iba a ser mucho mejor que las anteriores, sobre todo tomando en cuenta cómo le había ido en sus películas independientes (de las cuales sólo vi la primera y no pensaba repetir). Pero así muchas cosas nos hayan fallado, seguimos hablando de Wolverine (como el muy sutil título en español no nos permite olvidar) y aún más, de la última película de Hugh Jackman ostentando ese título, que siempre será suyo. Así que: más mutantes con garras, otro futuro muy lejano y una nueva persecución étnica. Aquí vamos.
Ya sabes que por ti hago cualquier cosa.
Por otro lado, también es cierto que desde hace tiempo se venía anunciando que la cosa no pintaba tan mal: una muy merecida clasificación R, una trama centrada en el aspecto más humano de Logan (y de la naturaleza mutante, por extensión), muchos menos efectos especiales y mutantes de fondo, y en general críticas bastante favorables a esta última vez que también lo sería para Patrick Stewart como Charles Xavier.
En 2029 ya no tenemos que preocuparnos por líneas del tiempo ni la guerra abierta contra los mutantes. Es un futuro árido y carente de atractivos donde muy pocos mutantes continúan viviendo mientras que ya no nacen más. En ese mundo Logan trata de salir adelante como conductor de una limusina mientras cuida en secreto de un enfermo Xavier con la ayuda de Calibán. Ese trío débil, enfermo, iracundo, escondido en medio de un desierto, es un reflejo de todo lo que parece haber quedado de la unidad mutante por la que se luchó alguna vez. Mientras que Logan no quiere pensar en absoluto en eso, el inestable (y peligroso) estado mental de Xavier lo hace saltar de una memoria a otra sin poder controlarla. Y no siempre son sus memorias la parte más difícil de mantener al margen.
Lo único que les queda el sueño de conseguir los medios para seguir huyendo. Eso hasta que una mujer latina reconoce al ex Wolverine (al parecer no es tan raro, ya que detrás también dejaron una fama pasajera) y le pide ayuda para escapar junto con una niña a la frontera norte. Y ya todos sabemos qué giro toma esta película y por qué la odisea que realizarán para atravesar el país es la mejor promesa a futuro que puede tener a estas alturas la saga de los X Men.
La primera gran decisión de la película es optar por la clasificación R (o C, como le decimos aquí en México). Por una parte porque permite toda la violencia que las garras de adamantium de Wolverine nunca han podido mostrar y por otra parte porque no tiene que preocuparse por adaptar la historia o el ritmo a un público infantil-adolescente. Aunque no es una película que busque exagerar su tono ‘oscuro’, como está de moda en cierta mitad del cine de superhéroes, sí que puede detenerse en situaciones mucho más maduras y tomarse su tiempo para ir deshilando lo que sin duda es el mejor guion de una película de mutantes (no es que tenga mucha competencia, claro).
Luego está el dueto protagonista (volvemos a Xavier en un segundo). Wolverine, seguramente por su naturaleza solitaria y malhumorada, es un personaje que en los cómics está muy pensado para tener un contrapeso: enamorarse de Jean Grey que es completamente opuesta a él o, sobre todo, hacer mancuerna con personajes juveniles femeninos que lo ven como una especie de guía (y seguro encuentran adorable su mal humor). En las películas esto no había podido lograrse con una no muy convincente Rogue (demasiado joven para sostener la fuerza dramática de sus poderes) y una muy tangencial Kitty Pride (cuyo personaje ya sabemos a estas alturas no es demasiado bueno). Laura, o X23, no es sólo el side-kick que Wolverine siempre ha necesitado, sino que es un personaje de lo más poderoso por sí mismo. De niña autista a animal salvaje, de experimento fallido a mutante por derecho propio, de infante descubriendo por primera vez el mundo exterior a arma perfeccionada a la que no puedes sorprender fácilmente. Si a eso le sumamos su relación directa con Wolverine, a la historia le permite jugar en muchos niveles sin tener que abusar del sentimentalismo fácil. Después de todo, se trata de dos monstruos que no temen sacar las garras cuando es necesario.
A esto se suma, como mencioné, Charles Xavier en probablemente su mejor arco argumental en la saga. Al limitar el número de personajes en la historia, eso le permite una complicidad fantástica con Logan que se contrapone al antagonismo ‘amistoso’ que caracterizó las primeras películas y que llena de significados el punto al que ambos han llegado. También podemos sumarle un villano directo bastante carismático (Boyd Holbrook me encanta desde «Narcos») y una serie de giros en la trama que da una visión bastante apropiada al punto al que ha llegado el conflicto mutante (algo que creo se ha manejado caóticamente desde que empezaron las ‘first class’).
He leído bastantes comparaciones del tipo que si es la ‘Dark Knight’ de los X Men y similares, pero no creo que sea justo ni para esta película en general ni para los distintos universos cinematográficos de cómics que los estemos comparando entre sí todo el tiempo (como a muchos fans del DC vs Marvel parece encantarles). «Logan» es la película a la que siempre debió dirigirse la saga X Men, un universo maduro donde la problemática étnica-mutante no podría alcanzar un equilibrio con fuerzas tan dispares de cada lado y con un predominante discurso de odio ante lo desconocido. Pero no fue así, «Logan» es una pieza increíble dentro de una saga con demasiados altibajos, la cual, por fortuna, James Mangold supo manejar al punto de que puede leerse como parte del conjunto, pero es también una producción que no tiene que responderse más que a sí misma y a todos los fans que siguieron creyendo que algo así todavía era posible. Aunque esa línea tenga que continuar sin los personajes/actores que la habrían empezado, pero ojalá dando paso a otra generación que no tenga que responder por los errores de sus predecesoras.
Y si ‘los niños son el futuro de la humanidad’, todos esperamos que el futuro mutante seas tú, Laura.
«Logan» es una película estadounidense del 2017. Dirigida por James Mangold («The Wolverine», «Walk the line», «Inocencia interrumpida») y protagonizada por Hugh Jackman («X-Men», «The prestige», «Prisioneros»), Patrick Stewart («X-Men», «Star Trek», «Green room»), Dafne Keen («Refugiados»), Boyd Holbrook («Narcos», «Gone girl», «Milk») y Stephen Merchant («Hot fuzz», «The office», «Tooth fairy»). Tiene 8.6 estrellitas en imdb, 7.3 en filmaffinity y 92% en el tomatometro. Y bueno, si no la han visto, no sé qué esperan.
Pues yo vote por kong :P
Sobre Logan, pues no cabe duda que es una muy buena película, que siempre y cuando les hagas algunas concesiones puedes sortear esos baches que tiene y disfrutarla sin problema.
Estoy muy de acuerdo con tu opinión Sam, con el muy bien oculto arco argumental de Xavier, y ami me gustaría que fox aprovechase esta oportunidad para crear una nueva trilogia mutante con X-23 como protagonista, en el futuro dirigiendo un nuevo grupo de X-men, aunque viendo como fox no le dio un contrato a James Mangold y el ya esta trabajando en una nueva serie de western, prefiero que termine asi y que no se les ocurra arruinarlo.
yo la vi el 4 :yes: