Cine 166: Elle: Abuso y Seducción

Es casi un misterio por qué la película tiene una nominación a Mejor Actriz Protagónica aunque no aparece en la categoría de Mejor Película Extranjera (sobre todo considerando que este año hay un par de nominaciones bastante menores en comparación). Lo cual nos permite conjeturar cuánto de esto tiene que ver con el más que delicado tema que trata inicialmente y que es el de retratar una violación en la que la mujer está muy lejos de asumirse o de actuar como el estereotipo de víctima. No sorprende, por otro lado, esa capital nominación a Isabelle Huppert porque, aunque no he visto a todas las demás nominadas en la categoría de actriz, pocas cosas pueden compararse con la poderosa presencia de esta increíble actriz en pantalla bajo la guía de Paul Verhoeven.

Sorprende todavía menos el absurdo (pero necesario, según quien sea que traduce títulos) subtítulo en español que simplifica hasta lo imposible la temática de la película como «abuso y seducción» como si fuesen dos conceptos absolutos e incompatibles, lo cual es justo lo contrario de lo que la película trata (aunque yo no utilizaría el término ‘seducción’).

Lo primero que sabemos de Michèle Leblanc, la ‘ella’a a la que alude el título, es que un extraño se cuela en su casa y la viola. Una escena que inicialmente, pese a no ser explícita, es lo bastante violenta para que todos nos sintamos golpeados por el posible trauma. Michèle, por el contrario, recoge todas las piezas, se baña y sigue con su vida como si el episodio no hubiera sido especialmente relevante. Tiene una compañía que diseña videojuegos en la que es una jefa dura y no muy simpática, un hijo mayor y bastante inútil del que es una madre castrosa y controladora, y un grupo de amigos en el que se mueve como si llevara siempre un control inclemente. No es que pase por el alto el episodio inicial, es sólo que parece no tener los ánimos suficientes como para detenerse en todas sus implicaciones.

Sin embargo, a pesar de lo que la premisa podría hacernos creer, la trama se va dividiendo en una serie de líneas que no siempre se relacionan directamente con la violación, sino con la vida en general de Michèle, una mujer difícil y enigmática a la que nos cuesta leer en todos los momentos. Si por una parte están los mensajes anónimos que empieza a recibir después del ataque, tenemos también las luchas de poder que sostiene dentro de la oficina (un espacio compuesto principalmente por hombres), las relaciones individuales que tiene con sus amigos y con su exesposo, el difícil pasado que comparte con su madre Irène, una mujer totalmente opuesta a ella; la recreación familiar de su hijo que de algún modo asumimos es producto de su crianza, y las diversas otras maneras en las que se manifiesta su necesidad de control. Un control psicológico pero también erótico, que sin duda busca poner sobre la mesa la concepción usual de que las mujeres que se presentan hipersexualizadas de algún modo ‘merecen’ el abuso de que son objeto. Esto al mismo tiempo de que Michèle, pese a todo lo que es, lo que vemos y lo que no, compone a su manera un retrato muy particular de víctima que se presenta sin juicios, al tiempo que desgarrador.

Si de entrada se trata de una película que no es apta para cualquier público por su contenido sexual y por su temática, es, además, una película muy francesa que en muchos momentos se concentra en la recreación de los personajes por medio de sus actos mientras que deja muchas cosas explicarse de manera velada. Hay muchos aspectos de la historia que sabemos que están ahí y en los que no se nos será permitido adentrarnos, conocerlos por completo, más allá de una serie de miradas en silencio o encuentros que nunca se darán. Y es, en parte, porque lo que la película busca es crear este abrumador pilar de la trama en la construcción de Michèle, una Huppert violentamente incomparable.

Tras tantos años sin hacer películas, y si la ponemos junto a «RoboCop» o «Total recall», «Elle» es realmente una sorpresa viniendo de Paul Verhoeven, y de las pocas verdaderamente inesperadas entre los nominados a una próxima ceremonia de los Premios de la Academia con muy pocas piezas poderosas. Aunque mucho me temo que sus posibilidades son muy mínimas contra una serie de nominadas mucho más americanas y políticamente correctas.

Es, además, una excelente opción para los que buscan películas menos comerciales en cartelera y que gustan de temáticas oscuras pero brutalmente humanas. Así que aprovechen.

«Elle» es una coproducción del 2016 entre Francia, Alemania y Bélgica. Dirigida por Paul Verhoeven («RoboCop», «Total recall», «Instinto básico») y protagonizada por Isabelle Huppert («La pianista», «I heart Huckabees», «En otro país»), Laurent Lafitte («Los ríos de color púrpura», «Little white lies», «Astérix: La residencia de los dioses»), Anne Consigny («La escafandra y la mariposa», «Un cuento de navidad», «Mesrine: Enemigo público»), Charles Berling («La marcha de los pingüinos», «Ridicule», «Summer hours»), Judith Magre («Nathalie», «The lovers», «Jesus of Montreal»), Christian Berkel («Bastardos sin gloria», «El experimento», «Downfall») y Jonas Bloquet («3 days to kill», «The family», «Elève libre»). Tiene 7.3 estrellitas en imdb, 6.7 en filmaffinity y 89% en el tomatometro.