A la pregunta «¿cómo hacer una secuela de «El proyecto de la Bruja de Blair?», la respuesta lógica debería ser: No lo haces. No hay modo en que esto salga bien.
Aunque la propuesta pueda sonar interesante, y hay que aceptar que el trailer Adam Wingard no se veía nada mal, no hay modo que puedas sobrevivir a tu precedente. Otros se han quedado en el camino antes que tú: no hay que olvidar nunca (aunque olvidemos completamente la película, porque espero que todos los que tuvieron la desgracia de verla ya la hayan olvidado) el terrible intento de ‘explotar la franquicia’ surgido apenas un año después con «Book of Shadows: Blair Witch 2» y que, por algo, el subgénero cámara-en-mano se ha sobreexplotado en los últimos 17 años con muy pocos resultados positivos.
Sí, góticas y wiccas en «La bruja de Blair 2», realmente espero que ya la hayan olvidado.
Pero todavía hay gente valiente y Wingard (responsable de «You’re next», fragmentos de «V/H/S 1 & 2» y aparentemente el anunciado remake estadounidense de «I saw the devil» – porque ya no queda nada sagrado) se aventuró de regreso en los bosques de Maryland en busca de una bruja esquiva y vengativa. Con un trailer que nos recordaba mucho a escenas ya bastante clásicas de la cinta original pero con mejor resolución, la pregunta sin duda era cuánto se podía cambiar y cuánto tendría que repetirse de una leyenda que ya conocemos muy bien.
Adolescentes tomando malas decisiones: Check!
James, el hermano nunca-antes-mencionado de Heather, víctima de la primera parte, ha tenido que crecer en un mundo en el que todos se enteraron de la trágica desaparición y posible muerte de su hermana y sus acompañantes, sin tener una sola pista sobre lo que realmente sucedió en esos bosques. Desde hace años busca cualquier tipo de respuesta, que ahora llega a modo de nueva cinta descubierta que quizás podría esclarecer un poco lo que sucedió en la casa (nunca-encontrada) de la que aparentemente no salió nunca. Lisa, su amiga y ¿estudiante de cine?, decide hacer un seguimiento documental de la búsqueda por la verdad y junto con sus amigos Ashley y Peter deciden internarse en los mismos bosques porque eso siempre ha sido una gran idea.
Grandes ideas.
Las razones que dan origen a esta secuela (que ignora totalmente la existencia de la anterior secuela) son bastante convincentes. El breve tono inicial se concentra en la idea de que una persona, comprensiblemente, quiera descubrir la verdad detrás de un hecho que marcó su vida tan terrible y trágicamente, por lo cual no parece enteramente descabellado que James y Lisa decidan tan alegremente internarse en un bosque maldito. No podemos decir lo mismo de Peter y Ashley, que aunque no caen en el estereotipo de personajes insoportables tan comunes en el subgénero de falso documental, están bastante cerca. Para hacer montón (porque ya saben que entrar pocos no es tan buena idea), se suman los frikis obligatorios Lane y Talia. Y el bosque de Blair ni siquiera les dará tiempo de calentarse antes de empezar a acosarlos.
El director define su película como que «mientras la cinta original se trata sobre estar perdidos, ésta se trata sobre ser perseguidos». Lo cual, por desgracia, en la práctica significa que si la primera parte se tomaba tres cuartas partes para crear la tensión y sólo una para volcarnos al horror más directo, aquí sucederá a la inversa y casi de inmediato empezaremos a ver figuras colgadas de los árboles. Lo cual no es que esté mal en sí mismo, pero hace que toda la fuerza que puedan tener los elementos repetidos resida únicamente en que ya los conocemos, en que ya sabemos lo que esconden los ruidos del bosque, las ramas amarradas como figuras humanas, la casa escondida pintada con manos de niños. Todo el horror de Blair está en nosotros, en lo que ya sabemos, porque lo que la nueva cinta traerá será estruendos, repeticiones, tradiciones tomadas de todos lados, persecuciones, persecuciones, persecuciones y momentos en que nos preguntamos si lo que está detrás de nosotros (nosotros, cuasi-protagonistas) no será más bien Pie Grande o la Niña Medeiros.
O aliens. O vudú.
Si como película de terror (en general) es aceptable, principalmente por un par de escenas finales con muy buena ambientación, como secuela tarda muy poco tiempo en desinflarse (una noche, básicamente). Y como, obviamente, no podían sencillamente repetir paso por paso lo que sucedía en la anterior, optan por incorporar fobias al por mayor para ver si alguna funciona, en unos pocos de manera más o menos convincente y en otras rayando en lo ridículo. Puedo contar dos escenas que me parecieron especialmente bellas (dentro del género de terror): una relacionada con los ruidos del bosque (en general bastante desperdiciados) y otra con las mencionadas figuras de ramas colgantes (que, como mencionaba, sólo funcionan porque ya tenemos la carga semántica de lo que significaban en la anterior película). De resto, fuera de los sustos que dependen de ruidos estridentes o figuras que saltan cuando menos te lo esperas, ni siquiera funciona demasiado bien para generar tensión. Y si no sirve para eso, ¿qué necesidad de colgarse de un nombre como el de «El proyecto de la Bruja de Blair»?
Mmmm, esa casa creció mucho desde la última vez que la vi ¿o es mi idea?
Y todo esto no es únicamente culpa en sí del proyecto, aunque sin duda podría haber sido mejor, sino porque los méritos inherentes a la Bruja de Blair original no eran únicamente su trama y el uso de un formato muy poco explotado hasta el momento, sino la mitología que se creó fuera de las pantallas. «El proyecto de la Bruja Blair» fue perfecta en su momento porque arrastró a los cines a un enorme número de personas creyendo firmemente que lo que estaban por ver era real. Y eso es algo que el cine de terror ya no podrá volver a darnos. En ese contexto, la persecución, el bosque, la bruja son lo de menos, sino la emoción de que éramos nosotros quienes nos sentíamos perdidos y amenazados por algo que no alcanzábamos a comprender. Y bueno, claramente, esta nueva bruja (y estas décadas y todo lo que pueda darnos el cine hoy en día) está muy muy lejos de ello.
Escena cuasi tributo.
«La Bruja de Blair» o «Blair Witch» es una película estadounidense de 2016. Dirigida por Adam Wingard («You’re next», «The guest», «V/H/S» y protagonizada por Callie Hernandez («Machete kills», «Sin City: A dame to kill for», «La La Land»), James Allen McCune («The walking dead», «Shameless», «This is me»), Corbin Reid («How to get away with murder», «Kingdom», «Words with girls»), Brandon Scott («Feast», «Wreck-it Ralph», «The last of us»), Wes Robinson («Mad men», «Obituaries», «Roadies») y Valorie Curry («The following», «Crepúsculo: Amanecer», «The tick»). Tiene 5.5 estrellitas en imdb, 4.8 en filmaffinity y 36% en el tomatometro. Y si se la pierden y pretenden que nunca existió, no pasa nada.
la vere, cuando salga en netflix si me importa lo suficiente xD
Si no hasta que salga en canal 5 xd
No creo que este tan mala Sam , algún día la veré.
Genial antes de dormir una muy buena reseña de la genial Sam!!!