El uruguayo Fede Álvarez nos sorprendió hace tres años con un muy digno y sangriento remake del clasiquísimo «Evil dead», y poco necesitó la premisa de «Don’t breathe» en un muy efectivo trailer para conquistarnos con esta invasión de hogar a la inversa contra un enemigo ciego.
¿Ladrones ingenuos adolescentes se adentran estúpidamente en la casa de un veterano ciego psicópata? Lo compro.
[Sam, si fuera productora]
Además de una tensión que se intuye capaz de mantenernos al borde del asiento, se trata de una idea que de pronto parece tan obvia que uno se pregunta cómo a nadie se le ocurrió antes: con tantas cintas de terror cámara en mano en la que sólo puedes ver un carajo por medio de la visión de la cámara, ¿cómo nadie decidió que podía sencillamente apagar todas las luces? IMDB nos dice, además, que la idea se le ocurrió al director ‘al crecer en Montevido, Uruguay’. Porque eso explica todo, claro.
La premisa no tiene que ser muy compleja y no es en absoluto compleja. Unos chicos, con una evidente final girl al mando, roban casas y tienen que robar esta casa porque -contexto sentimental oportuno-. Como no son particularmente brillantes se quedan con la parte de ‘asaltar a un ciego’ y obvian lo de ‘ex militar que vive sospechosamente en una zona muy abandonada a pesar de tener cientos de miles de dólares escondidos en su derruida casa’. Nada sospechoso por aquí. Ellos no tienen idea de con quién se están metiendo y nosotros, a pesar de ver el trailer, tampoco sabemos del todo con quién estamos a punto de encontrarnos.
La cinta revierte la noción usual en el subgénero de invasión de hogar donde el mal viene de fuera y el recurso que más aprovecha es justo ese ‘no respires’ que se traduce en todos los elementos que distinguen a los invasores del ciego y que obviamente serán utilizados a su favor. Que, todo sea dicho, es una situación bastante comodín: nuestro anti-protagonista pasa muy convenientemente de ser el más ninja de todos los ciegos a dejar pasar oportunidades puestas en bandeja de plata, no vaya a ser que se vea muy chingón y la película se nos acabe antes de la hora y media. Esto sucede sin duda con otros muchos recursos narrativos que se mueven caprichosamente para que la trama avance con el ritmo frenético que se establece desde el inicio.
Y es que justo parece que el ritmo es el punto fuerte de la película (y del director, me atrevería a decir). Incluso sin abusar de la tensión (que yo esperaba insoportable -en el buen sentido-), el salto de un momento a otro se da con una fluidez bastante natural que no hace cansada la persecución y que da el tiempo apropiado para que las distintas cosas se desarrollen en su momento. Sin embargo esto parece sacrificar otros aspectos, como la verosimilitud (¿por qué un ciego se molestaría en tener focos funcionales? y otras muchas preguntas), el contexto inicial (que, por mí, si jamás hubieran mencionado nada de la situación de Rocky, la historia seguiría funcionando, porque sus motivaciones jamás parecen relevantes) y el impacto de un ‘giro inesperado’ que, pese a no ser nada agradable, no consigue ser tan potente como se plantea. Para tratar de equilibrar la balanza, el asunto de la ceguera se explota al máximo y, sin contar la irregularidad de ciertas cosas, consigue además una secuencia inmejorable que sin duda compensa muchas otras cosas (y que seguramente pueden deducir cuál es desde el trailer, pero incluso en la versión extendida funciona de maravilla).
¡La casa ni siquiera se ve así!
El resultado final es un poco agridulce: una película bien hecha pero que no consigue despegar del todo. Y sobre todo que no se acerca al gran suspense que prometía su trailer y su premisa. Jane Levy era una final girl mucho más convincente en «Evil dead» y aunque Stephen Lang es probablemente lo mejor del elenco (no es que tenga mucha competencia), tampoco diría que es particularmente destacable como veterano psicópata (eso sí: qué voz, aunque suene ya a un recurso muy Batman). Nada de lo cual quita que sea una experiencia bastante entretenida y con una historia fresca, sobre todo en un subgénero que no vemos mucho en cines. ¿Pero no debemos siempre esperar lo mejor de ti, cine de terror-suspenso-thriller-ocomoquierasllamarte?
¿No? No.
«Don’t breathe» o «No respires» es una película estadounidense del 2016. Dirigida por Fede Alvarez («Evil dead», «Ataque de pánico», «El cojonudo») y protagonizada por Jane Levy («Evil dead», «Suburgatory»), Stephen Lang («Avatar», «Conan the Barbarian», «The men who stare at goats»), Dylan Minnette («Prisioneros», «Let me in», «Goosebumps») y Daniel Zovatto («It follows», «Fear the walking dead», «Brooklyn animal control»). Tiene 7.6 estrellitas en imdb, 6.8 en filmaffinity y 88% en el tomatometro. Creo que yo estoy un poco menos entusiasmada que esas críticas, pero igual creo que es recomendable para ver en cines.
Agridulce parece ser la mejor descripcion para la película. A mi me gustó enormemente el concepto de que el enemigo sea una persona «como cualquier otra» y no recurrir a demonios ni pedos paranormales para infundir miedo … sino que es miedo de lo que el hombre es capaz de hacer. Y es por esto mismo que me molestaron significativamente esas excusas para alargar el filme y asustar aqui y allá, de momentos de tensión únicamente para esperar el inminente jumpscare y pasar a la siguiente escena, pero no de generar un verdadero ambiente de incomodidad ni de incertidumbre sobre lo que pasará a continuación, de lo que un hombre psicópata y lleno de odio realmente puede llegar a hacer.
Estara en Netflix?
Me estas diciendo que el director de esta película es el MISMO que dirigió el corto «Ataque de Pánico» de los robots gigantes en Montevideo? y QUE TAMBIÉN FUE EL MISMO DIRECTOR DEL REMAKE DE EVIL DEAD?!!!!!!!….
Tengo que ver esta película, TENGO QUE VERLA SI O SI!, y si tiene a Stephen Lang mucho mejor, no se por que, pero ese tipo me encanta, el que haga de un militar psicópata ciego me compra totalmente, tengo que ver esta película… Y como quisiera verlo hacer de Cable en la secuela de Deadpool.