Cine 132: Zootopia

Desde hace algunos años, Disney decidió cambiar esa línea que lo dividía de Pixar en una contraposición infantil/serio. Sin renunciar a las princesas ni a los animales con grandes sueños, nos hemos encontrado con producciones que conjugan las tramas conocidas con una renovación bastante oportuna tanto en el terreno técnico como en las historias. «Zootopia», toda una utopía animal, se suma a estas nuevas presentaciones sin abusar del bombo y platillo y con una protagonista femenina que destaca a su manera.

Eh…no, no exactamente así.

En un mundo donde los animales han perdido sus instintos primitivos y pueden coexistir en paz sin importar su antigua condición en la cadena alimenticia, en una capital soñada donde todos encuentran un lugar, eso significa que uno puede ser lo que siempre ha soñado sin importar si nació con una pequeña estatura, tendencia a las zanahorias y con un optimismo de película, ¿no? Al menos eso es lo que cree Judy Hopps, quien desde pequeña ha soñado con ser la primera conejo policía de Zootopia, y no va a dejar que los prejuicios de nadie se interpongan en su camino.

Pero vivir en la gran ciudad no es el sueño que parecía desde lejos. Judy tiene que enfrentarse con la poca amabilidad de los demás, los prejuicios de su oficina, un trabajo que no es para el que se preparó y que le resulta poco grato, y un constante choque contra una realidad que se revela a cada momento menos atractiva. Un gobernador león que parece usarla como estrategia de campaña, un jefe búfalo que la considera totalmente incompetente para hacer algo más que poner multas de tránsito, una amiga oveja que tampoco es demasiado apreciada en su trabajo y un zorro delincuente que le enseñará muy rápido lo poco preparada que está para la vida. Pero nada de esto parece ser un verdadero problema hasta que una serie de animales comienza a desaparecer misteriosamente en la ciudad, y sin ninguna pista para seguir, Judy decide involucrarse en el caso de un esposo nutria que una noche no regresó a casa con su familia.

Si el aspecto visual de «Zootopia» es ya una maravilla (sobre todo una vez entramos en la ciudad, cuyos detalles han sido de lo más cuidado para realmente dar cabida a tantas y diversas especies animales), uno de los primeros puntos que se agradecen de la trama es que opten por un género que no solemos ver tanto en películas infantiles como es el thriller (un poco entre lo detectivesco y la mera aventura). El segundo punto, que iremos descubriendo poco a poco nos adentremos en todos los aspectos de la trama, es transformar ese usual y simple mensaje de ‘cuando alguien quiera arruinar tus sueños’ en un panorama mucho más amplio y realista. No se trata únicamente de la relación entre depredadores y animales indefensos sino del modo en que toda esa sociedad se construye. Judy apela constantemente y desde el inicio en romper los estereotipos que no le permiten ser considerada una buena policía, pero ella a su vez tiene sus propios estereotipos que no le parecen malos porque ha estado acostumbrada a jugar siempre el rol de víctima que debe superarse. Para esto funciona excelente la contraparte que hace con Nick Wilde (un zorro muy Jason Bateman), apostando además por una relación entre dos animales que solemos encontrar en los cuentos como representantes del engaño: el zorro listo y el conejo listo que consiguen ganar utilizando trucos o que provocan la moraleja cuando ellos son los engañados. El juego inicial de quién estafa a quien que se genera a partir del primer engaño de Nick no sólo se desarrolla en virtud de ‘a la mala aprenderán a ser amigos’ sino que tiene que evolucionar en otros sentidos éticos para realmente sobreponerse a esta constante batalla.

Amo estos posters-parodias.

Todo esto termina de encajar con una historia muy bien manejada en cada uno de sus aspectos y con unos excelentes personajes que resaltan incluso cuando no sean necesariamente protagónicos. Del jaguar policía recepcionista a la musaraña mafiosa, de la gacela estrella de pop al yak hippie. No es únicamente que todo parezca estar cuidado al detalle sino que justifica su posición en el complejo y fantástico mundo de Zootopia.

Y ni qué decir de esto.

Sin querer inventar el hilo negro ni renegar de sus clichés más evidentes, «Zootopia» resulta una película fresca, divertida, con un fantástico mensaje y con un cuidado de producción que es de agradecer en un género (slash tipo de producción) que muchas veces parece descuidar estos factores al considerar que se dirige exclusivamente a un público poco exigente como parece ser el infantil. Lo cierto es que no esperaba demasiado de otra loca película de animales que hablan, y resultó una más que agradable sorpresa.

Ok, no lo pude evitar.

«Zootopia» (en España le pusieron «Zootrópolis» porque las utopías qué) es una película estadounidense del 2016. Dirigida por Byron Howard («Tangled», «Bolt»), Rich Moore («Wreck-it Ralph») y Jared Bush; y con voces de Ginnifer Goodwin («Walk the line», «Something borrowed», «Once upon a time»), Jason Bateman («Juno», «Arrested development», «Horrible bosses»), Idris Elba («Pacific Rim», «Beasts of no nation», «Thor»), Jenny Slate («This means war», «The Lorax», «Obvious child»), Nate Torrence («Get smart», «She’s out of my league», «My best friend’s girl»), J.K. Simmons («Whiplash», «Juno», «Spider-man») y Maurice LaMarche («Futurama», «Frozen», «Team America»). Tiene 8.3 estrellitas en imdb, 7.5 en filmaffinity y 98% en el tomatometro (lo que la convierte en la película con mejores críticas del 2016 hasta el momento). Si todavía quieren verla en cines, les sugiero que se apresuren.