Como si DC no hubiera tenido ya suficientes crisis infinitas, entre el 2005-2006 nos encontramos con otro colosal choque inter-realidades para tratar de ordenar un poco el desmadre universal que había generado tanta publicación a lo largo de los años. Por no decir presentar una excelente oportunidad para mezclar, agitar y verte todo el universo DC a placer. Y entre todos los encuentros y desencuentros que tuvieron lugar durante la crisis, nos encontramos con esta guerra mundial de villanos con personajes al por mayor y más de un giro inesperado que aprovecha este ‘todo se vale’.
Aunque las asociaciones de superhéroes son mucho más populares, también los villanos han formado sus clubs para hacer frente a tanta super-personalidad, no siempre con los mejores resultados. La Sociedad Secreta de Super Villanos apareció en los 70 como un intento de dar visibilidad a malvados con poco protagonismo, pero para el 2005 es la excusa perfecta para que Gail Simone convierta una serie de seis números en una batalla épica a punto de suceder, de la mano de Lex Luthor.
Yo quiero tener un millón de amigos ♫
Luthor, en concilio con Talia al Ghul, Doctor Psycho, Deathstroke, Adán Negro y Calculator, retoman esta Sociedad Secreta con el propósito de reunir a todos los supervillanos del universo conocido. Todos. Los cuales obviamente implican grandes nombres, pero también toda clase de vergüenzas con mallas y luces de colores. Aunque en un principio este plan parece más un afán acumulador muy propio de las crisis, es claro que no puede perseguir sino un efecto de catastróficas proporciones. Pero no son de estos ‘villanos unidos’ de quienes trata la historia, sino de los Secret Six, concepto con también muy distinto origen (aparece por primera vez en los 60 y se ha tratado casi siempre de agrupaciones superheroicas): en este extenso abanico de personalidades que empiezan a girar alrededor de la Sociedad Secreta, hay seis villanos que bajo las órdenes de Mockingbird (una anónima y misteriosa personalidad que se dedica a reunirlos a punta de amenazas) se rebelan contra los también secretos planes de tanto malvado reunido.
¿Ya tuvieron su dosis de secretismo y maldad?
Catman, Deadshot, Cheshire, Ragdoll, Scandal y Parademon probablemente no sean el grupo de villanos que uno se imaginaría para protagonizar cuasi-heroicamente una batalla contra un mal mayor. Todo parece indicar que el propio Mockingbird es consciente de ello y no tiene tacto alguno en demostrar que son perfectamente reemplazables, en caso de que sean horriblemente castigados por atreverse a rebelarse contra el nuevo orden malvado.
No es como que alguien vaya a extrañar a un hombre gato y un muñeco de trapo.
Pero como ya todos sabemos, estos grupos atípicos y medio patéticos pueden tener su propio encanto, y cuando dejen de fastidiarse entre ellos y acepten, muy a la mala (muy con amenazas horribles), formar parte de esta todavía inexplicable batalla, es que comenzaremos a ver destellos de genialidad en sus personalidades bastante olvidadas.
«Villains United» es una oportunidad de sacar de la manga cuanto villano menor de DC pueda ocurrirse. En sus poco menos de 150 páginas totales se cruzarán nombres (y máscaras) como Weather Wizard, Cheetah, Doctor Polaris, Count Vertigo, Killer Frost, Captain Nazi (qué maravilla), Hyena, Crazy Quilt, Crime Doctor, Queen Bee, Firestorm, Gehenna, Fiddler, Vandal Savage, Knockout, Solomon Grundy, y más. Un abrumador torrente de personajes que Simone demuestra poder manejar perfectamente, dándoles un toque a muchos de ellos incluso dentro de sus fugaces apariciones. La ridiculez y la magnanimidad de estas personalidades se conjugan en un punto más que adecuado en una historia que en muchos momentos parece una batalla totalmente arbitraria (un super-berrinche malévolo), pero que tiene muchos aspectos oscuros (y secretos, obviamente) por sacar a flote.
Pero tener tanto villano dispuesto a darse de golpes tiene también sus desventajas, y es posible que uno de los aspectos menos favorables en esta saga proviene de la necesidad de que no todos sean taaan malos. Además de las grandes excepciones (son pocos los villanos importantes que aparecen o en los que se detienen), por contraposición pareciera que el grupo de los Secret Six tiene algo de bueno o heroico. Como si al ser los otros ‘más malos’, ellos tuvieran que asumir un poco el rol de ‘los buenos de la película’, incluso cuando se hace énfasis en que todos son movidos por intereses personales y que no tienen problema en hundir a los demás si eso implica salvarse ellos. Sin duda, también influye el hecho de que la violencia es bastante moderada (aunque con buenos momentos altos) para lo que podríamos imaginarnos, e incluso para lo que parece proponerse en el curso que tomaría la historia. En el 2008 deciden darle al sexteto una revista de publicación regular, igual a cargo de Gail Simone como escritora, y donde al equipo creativo de Dale Eaglesham se suman Brad Walker y Nicola Scott.
En otras cosas: es sorprendente lo que se puede hacer con un personaje llamado Ragdoll.
Como dato curioso: Simone, principalmente conocida por su autoría en la serie «Birds of prey» (se ve que manejar múltiples personajes es lo suyo), trabajaba originalmente como peluquera. Una peluquera a la que realmente le gustaban mucho los cómics. Comenzó a conocer a personas de la industria a través de su website, «Women in refrigerators» (evidente alusión a «Linterna verde»), dedicado a analizar la figura de la mujer como víctima en muchas subtramas de personajes masculinos en los cómics. De ahí saltó a columnas, a cómics de los Simpsons, a Deadpool y, finalmente, a DC. Así que ya saben, chicos y feminazis, nunca dejen de seguir sus sueños.
Pueden comprar «Villains United» compilado en inglés en Amazon. Y ya, aparentemente.
Deje de leer comics de Dc y marvel porque de plano me aburrio.. cada cierto tiempo reinician los universos y aprender todo de nuevo me dio flojera… pero este se ve bueno, si mi dealer lo consigue le hechare un ojo.