Alison Bechdel es una autora de cómics que, más que por sus tiras cómicas, es conocida por haber ‘creado’ el testo de Bechdel a partir del diálogo de una de sus viñetas para la serie «Dykes to watch out for». Una premisa bastante simple para ‘medir’ la equidad de género en las producciones cinematográficas.
Y así es como Ripley ha cambiado muchas vidas.
Pero además de retratar toda clase de aventuras y desventuras de un grupo de lesbianas en tiras prensas, Bechdel decidió llevar su propia al papel con una novela gráfica autobiográfica. Básicamente, lo que todos decimos que algún día haremos, pero probablemente con menos de la mitad de complicadas implicaciones.
Pura diversión familiar.
«Fun home», el aparentemente negro título, es en realidad una abreviación para ‘funeral home’, una descripción bastante exacta de la infancia de Bechdel creciendo en la funeraria familiar. La muerte y la diversión como ironía se entremezclaran en una historia que parte de un personaje y un momento muy concreto: la muerte de su padre pocos meses después de que Alison se asuma ante su familia como lesbiana. La novela busca, a través de la memoria y la literatura, una reconciliación imposible con esa extraña figura (pilar y ausencia) que fue su padre. La imagen faltante en esa foto familiar que ilustra la portada.
Siete años le tomó a Bechdel terminar y publicar «Fun home» (un proceso creativo que podemos ver parcialmente en su siguiente novela, «Are you my mother?») y es un ejemplo fantástico cómo ordenamos la memoria y qué historias contamos cuando necesitamos contar algo. De la larga contextualización a los saltos temporales aleatorios, la vida de Bechdel, la figura de su padre y la relación entre ambos nos aparecen en un limbo entre la ficción y la objetividad, pero sobre todo en la necesidad todos los huecos que se encuentran entre ellos. En sus descripciones podemos conocer a veces detalles muy específicos mientras que en otros momentos nos parece que todo lo que se nos ha descubierto es superficial: que al final es imposible llegar a conocer realmente a otro ser humano. Sobre todo a esta figura arquetípica poderosa y evasiva como es el padre. Un padre violento y delicado, un padre lejano y eje, un padre directo y lleno de secretos. Sin duda las preguntas de las que parte la irregular épica personal son ¿quién era mi padre? y ¿cómo poder hablar de él?
Dédalo e Ícaro. La cuerda floja. Bruce Bechdel, además de llevar la funeraria de la familia, se dedicaba a dar clases de literatura y a restaurar espacios. Casas, interiores. Apariencias. Todas las pasiones de su padre servirán para marcar el ritmo a una historia plagada de referencias literarias, donde las lecturas y sus revisiones jugarán un papel tan importante como los hechos cotidianos. Una historia también de restauraciones y apariencias: su padre, obsesionado por decorar la casa perfecta, por crear un ambiente victoriano que parecía ir de las novelas a su propia vida. Alison, la hija que no quiere vestirse con faldas, la niña llena de manías obsesivas, la adolescente que por primera vez asiste a la reunión de una asociación gay, es parte de ese juego, y a lo largo de sus páginas conseguirá trazar un equilibrio perfecto entre esas dos adversas figuras que parecen avanzar en paralelo aunque pocas veces se encuentren.
La vida de Alison es atípica y caótica. De la crianza en una casa fúnebre hasta su papel en una dinámica familiar claramente disfuncional, pero desde el inicio, pese a la a veces vaga dedicación a su padre, es evidente que lo que se busca encontrar a través de la narración es una conexión. Una conexión con esa figura que se le escapó para siempre tras su muerte. Esto marca la pauta en lo que parecen ser dos partes, no necesariamente en la estructura, en su relación con el padre: una infancia donde aparece como un personaje violento, lejano e inaccesible, y una adolescencia en la que sus descubrimientos personales la llevarían al secreto familiar. Al poco de decirle a sus padres sobre su homosexualidad, descubre por su madre que su padre es gay.
«Fun home» es una divertida y confusa historia sobre el autodescubrimiento, una bella historia de frustraciones o una oscura (en tanto que críptica y contada sólo a medias) épica familiar. Es también una fantástica revisión de la memoria a través de la imagen y una tragicómica historieta. No sorprende que haya sido el primer cómic en ser finalista del Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro, o que ganara el Premio Eisner al mejor trabajo basado en hechos reales. O que lo adaptaran en un musical.
Ok, quizás eso sí me sorprendió un poco.
Seis años después Bechdel repetiría la dramática introspección al publicar «Are you my mother?», una revisión de la memoria en lo correspondiente a la otra mitad de su hogar. El texto sobre su madre resultaría mucho más caótico, complejo, lleno de referencias psicoanalíticas, oníricas, íntimas, desesperadas. Curiosa lectura paralela para configurar una memoria que por momentos parece no ser la misma, pero que de alguna forma termina por complementarse.
No dudo que «Fun home» termine colándose en mi top de las mejores novelas gráficas leídas en el año.
Pueden comprar «Fun home» en inglés en Amazon (incluyendo una versión kindle) o en español en versión e-book en Random House.
Hoy me entragaron la version en español, espero la traduccion sea buena y que pueda ver algun dia el musical, que a mi si me llamo la atencion.