Cómics 57: JLA: The Nail

«Por la falta de un clavo la herradura se perdió». Uno de los puntos esenciales de los Elseworlds, una línea editorial de DC Comics que se aparta deliberadamente del canon, es que un pequeño cambio en un universo puede cambiar todo a su alrededor. Y sin duda uno de los tomos que mejor encarnan este principio es «El clavo», donde se retoma un proverbio galés que habla de cómo la falta de un clavo es capaz de desembocar en la pérdida de un reino. ¿Y qué sucede si un clavo se entromete justo el día que cierto famoso kryptoniano decide aterrizar en la Tierra?

Un momento…

Muchos años después, nos encontramos en un mundo donde la Liga de la Justicia no gira alrededor de ese gran arquetipo superheroico que es Superman, de modo que se conforma únicamente por Linterna Verde, la Mujer Maravilla, Batman, Aquaman, Flash, Detective Marciano, Atom y la Mujer Halcón. Pero la ausencia de este gran protagonista no es sólo un hueco en medio de tanto superhéroe, sino un desestabilizador en un mundo que no necesariamente ve con buenos ojos a estos meta-humanos. Sobre todo desde que Lex Luthor se ha reelegido como alcalde de Metrópolis declarando la guerra a todo aquel con traje de látex y poderes más allá de lo humano.

Un momento………….

A lo largo de los tres números de esta historia (aproximadamente unas 150 páginas), la Liga de la Justicia y otros tantos metahumanos, se encontrarán con lo que es el pan de cada día en el universo Marvel: Una campaña de odio contra todo aquel con poderes extra-humanos, una serie de enredos políticos que cuestionarán continuamente la labor super-heroica a la que se dedicaban, y una lucha interna dentro de un grupo que no tiene una cohesión real y que se dará de golpes continuamente pensando cuál es el mejor modo de afrontar la situación.

Batman es así en cada universo.

Pero lo que será más complicado de enfrentar, y que no necesariamente es el pan de cada día en Marvel, es contra el verdadero complot detrás de la propaganda más aparente: Si Luthor y el gobierno los acusa de ser alienígenas preparándose para invadir a la raza humana (por qué son alienígenas que voluntariamente se vistieron de las formas más ridículas, eso no lo explican), pronto empezará a ser evidente que sí que hay una fuerza detrás que se está preparando, a su manera, para someter a todo el planeta. Empezando por atacar sus pilares más evidentes.

Oh, Flecha Verde.

La lucha se diversificará y se aislará en tanto cada superhéroe vaya tomando su propio camino, por desconfianza, por diferencias entre las formas de operar, o por desilusión de la sociedad a la que juraron proteger. Mientras las piezas del complejo rompecabezas se van armando, es evidente que el tiempo se va agotando para encontrar una solución.

Si las implicaciones de este mundo sin Superman podrían ser lo más variadas y dramáticas, la historia se mantiene dentro de la línea de que todo lo que ha cambiado ha sido un clavo (literal y metafóricamente hablando). De modo que muchas de las subtramas se desarrollan de manera relativamente regular en un espacio donde sólo algunos actores y detalles han cambiando, siendo el más evidente que no existe ese gran referente estabilizador. No sólo porque Superman sea el más grande héroe de ese mundo, sino porque su sola presencia asegura que muchos otros elementos ocupen su lugar en el universo DC. De modo que su ausencia propicia un mundo fácilmente volátil y donde la presencia super-humana no parece totalmente adaptada al medio.

Con una premisa interesante, pese a que su desarrollo no resulte tan arriesgado como podría haber sido, el principal problema de «The nail» es que se mantiene, como tantos cómics, en un nivel bastante superficial en lo relativo a algunas de sus escenas. Si es comprensible que no se tiene que ahondar excesivamente en los enredos políticos o las numerosas ramificaciones del gran plan maestro, no deja de resultar sorprendente que para incluir un importante número de muertes, algunas de ellas bastante crueles, casi todas ellas se despachen con la parsimonia de que son necesarias para la trama. Dado el ritmo que mantiene la historia, es claro que no se podrá detenerse demasiado en los duelos individuales, pero en muchos momentos uno tiene la sensación de pasar las cosas por encima tan rápidamente que no llegan a cobrar verdadera importancia en la trama.

Lo cual sucede, también, con un final que se viene preparando tan largamente y que tiene que concretarse en unas pocas páginas en la prototípica batalla final. Y es una lástima que un giro que se equilibra tan bien entre lo inesperado y el guiño cómplice, tenga que ser despachado tan rápido.

«¡También les compramos Centinelas a los de Marvel!»

Al final, es evidente que como elseworld, «The nail» busca ser casi una especie de divertimento que se vale del ‘what if’ más elemental para demostrar las desproporcionadas consecuencias de un acto tan pequeño. Y como tal funciona bastante bien, sobre todo al permitir a personajes menos protagónicos lucirse en un grupo que casi siempre gira demasiado alrededor de Superman. Además de que, pese a su fugacidad, la trama logra conjurar a un gran número de personajes y momentos, retratando bastante bien la complejidad de este universo.

Posteriormente Alan Davis y Mark Farmer se darían cuenta de que muchos cabos quedaron sin atar en el transcurso de la historieta, por lo que seis años después, en el 2004, publicarían una continuación, «Another nail». Además de continuar con algunos de los arcos argumentales de la historia anterior, sirve también para dar más información sobre algunos de los hechos sucedidos. Ahora, falta ver si hay realmente más clavos de por medio.

El clavo. En llamas. Porque un clavo normal no tiene tanto impacto.

Pueden comprar «JLA: The nail» en inglés en Amazon (incluyendo una versión Kindle) y en español en ECC Comics o buscando en Mercado Libre las ediciones de VID.