Si lo más emocionante que te ofrece la cartelera semanal es una reinterpretación moderna de un cuento clásico infantil (sin sus arcaicas dosis de gore), sabes que es momento de quedarte en casa y disfrutar de todas esas grandes películas que te quedan por ver. ¿Y saben qué nunca está de más?

La venganza.

isawthedevil2Y Corea del Sur tiene venganza para regalar.

Después de «Oldboy» y la correspondiente trilogía de Park Chan-Wook, los ojos del mundo estaban puestos en ese pequeño país asiático en espera del próximo thriller. Y más de una década después, con sus altas y sus bajas, sigue siendo un género en el que no dejan de dar sorpresas. Llevándonos a la lógica conjetura que sus índices de venganza per cápita deben ser los más altos del mundo. Cosa que no resulta demasiado extraña si tomamos en cuenta que su ‘nueva ola’ cinematográfica viene a partir de inversiones privadas de una generación que creció con el cine de acción de hongkong y todas las mafias asiáticas, y con el simple hecho de que es un país que seguramente lleva muchos resentimientos inconscientes y colectivos guardados en su corazón.

isawthedevil3If you know what I mean.

La venganza ‘a la coreana’ puede ser tan compleja como elemental, demostrando una y otra vez que la fórmula que los americanos hicieran famosa de ‘se metieron con la persona equivocada’ puede tener mil presentaciones y funcionar a la perfección. Y si Park Chan-Wook nos sumergía en complicadas melodías de dudosa retribución moral, Kim Jee-woon nos dice que al carajo, aquí vinimos a ver sangre y sangre es lo que encontraremos.

isawthedevil4También nos encontraremos con Oldboy, porque al parecer su venganza per cápita es altísima.

Una pareja habla por teléfono. El coche de ella se quedó averiado en una carretera y espera por la grúa. Es un invierno helado en Corea del Sur y la llamada de cortará cuando un buen samaritano arrastre fuera del coche a la joven. Kim Soo-hyeon, la voz del otro lado del teléfono, sólo se quedará con las últimas palabras y con un cuerpo desmembrado encontrado patéticamente en un río.

isawthedevil5Pero Kim Soo-hyeon no es un hombre normal. Ni siquiera es un hombre ‘presionado para llegar a sus límites’. Es miembro de una élite especial en un país con una de las mejores formaciones militares del mundo y estaba comprometido con la hija de un importante ex miembro de la policía. Ninguno de los cuales, claramente, se van a quedar quietamente lidiando con la pena.

Kim Soo-hyeon no tiene prisa. Y sobre todo sabe que no hay modo en que pueda hacer que un psicópata sienta exactamente el miedo que debió sentir Joo-yeon cuando supo que iba a morir horriblemente. Pero eso tampoco importa, tiene suficiente tiempo para intentarlo.

isawthedevil6Entrevistando a los sospechosos.

«I saw the devil» (o «Me encontré al diablo», según los españoles) es una película que se olvida de las tramas elaboradas y sorpresivas, o de la retórica del vengador heroico y trascendental para enfocarse en sus representaciones de la violencia. Una violencia brutal y desencantada, efectiva en lo visual y que se ve reforzada por un cuidado ritmo de cazador y presa que se invierte constantemente. Sin recurrir a esas estrategias usuales hollywoodenses en que todo es un gran complot que involucra de algún modo significativo al protagonista, aquí tenemos a un asesino en serie y a un hombre que lo ha perdido todo, reunidos por la casualidad. Y en ese punto en que ninguno de los dos parece tener más razón en su vida que sus propias búsquedas de la violencia (que parten de necesidades distintas, claramente), es que inicia una trama-persecución que tiene un fin en sí misma. Porque si algo nos ha enseñado Corea del Sur es que la venganza se justifica sólo en la venganza. Que es arbitraria e irracional, y que sus soluciones difícilmente solucionan nada.

isawthedevil7Maravillosas moralejas. Ahora denme más sangre.

Kim Jee-woon sorprende con una filmografía breve pero casi perfecta en la que ha sabido moverse de un género a otro sin temor. De la comedia negra al remake western (¡kimchi western!), de una de las mejores cintas de terror surcoreano (si no la mejor, «A tale of two sisters») al drama de mafiosos. De lucha libre extravagante a un thriller impecable e hiperviolento. (Al tributo friki con Arnold Schwarzenegger – es la única explicación). Y si el paso de «El bueno, el malo y el raro» a «I saw the devil» puede parecer de lo más extraño, el resultado con esta pieza es sin duda una de las notas más altas en su carrera.

isawthedevil8Y si su apartado técnico es más que apropiado para la ocasión, sin duda el pilar de la trama son las brutales encarnaciones de Byung-hun Lee y Min-sik Choi como némesis casuales pero no exentas de rabia. Sin duda dos de los mejores actores de Corea del Sur dando vida a personajes dominados por sus instintos más puros.

Sin demasiadas complicaciones «I saw the devil» es una película con la que uno se puede emocionar, sufrir, angustiar y sentir que encuentra la redención a un muy particular y sangriento modo. Inentendible que Byung-hun Lee, pudiendo dar tanta fuerza a un personaje que apenas si manifiesta emociones, se encuentre haciendo una y mil veces de ninja en «G.I. Joe». Supongo que aquí y en Corea del Sur hay que ganarse el pan.

Supongo que está de más decir que tanto la cinta como el director son de mis favoritos. Y esperemos le alegre (por decirlo de algún modo) la vida a alguien mientras la cartelera nos trae mejores cosas.

isawthedevil9

«I saw the devil» (o «Akmareul boatda», para todos ustedes que hablan coreano, o «Me encontré al diablo», para todos ustedes que gustan de traducciones dramáticas) es una joya surcoreana del 2010. Es dirigida por Kim Jee-woon («A tale of two sisters», «El bueno, el malo y el raro», «The last stand») y protagonizada por Byung-hun Lee («G.I. Joe», «Red 2», «A bittersweet life»), Min-sik Choi («Oldboy», «Lucy», «Sympathy for Lady Vengeance»), In-seo Kim («New world», «Shut Up: Flower Boy Band», «Children…»), Seung-ah Yoon («Hieoro», «Death Bell 2», «Empire or gold») y Moo-Seong Choi («Missing person», «Seven days», «Beautiful»). Tiene 7.8 estrellitas en imdb, 7.2 en filmaffinity y 80% en el tomatometro. Y todas las estrellitas en mi corazón.