Cómics 50: Nowhere Men [#1 – #6]

Detrás de toda historia de superhéroes hay una trama de ciencia ficción no lo suficientemente explotada. ¿Qué pasaría si esos grandes genios científicos (esos Reed Richards) tuvieran su propio mérito y su propio protagonismo sin necesidad de recurrir a capas y a otras estrategias deslumbrantes? «Nowhere men» hace de la frase ‘la ciencia es el nuevo rock n roll’ su motor principal y da inicio sin muchos preámbulos con los Beatles de este nuevo mundo.

¡Mi favorito es Donatello!

Dade Ellis, Emerson Strange, Simon Grimshaw y Thomas Walker son quizás los más grandes genios del mundo actual, con especialidades tan variadas como neurobiología, geofísica, arquitectura, biología molecular, matemáticas financieras, ingeniería mecánica, ciencias computacionales y astrofísica. Todo esto comprimido en un conveniente paquete de cuatro retro y anglosajones jóvenes buscando cambiar el mundo. A sus muy particulares maneras. Y la primera conmoción rockanrolesca es cuando deciden unirse y formar un solo grupo y una sola compañía: World Corp.

Pero como en los mejores grupos, sabemos que la cosa no puede salir tan perfecta. La linealidad se interrumpe y varios años después nos encontramos ante graves desacuerdos entre varios de los miembros ante los violentos resultados de un experimento. Interrupción, un grupo de jóvenes aislados en una estación especial son atacados por un virus del que desconocen las consecuencias. Interrupción, dos de cuatro de los grandes genios mundiales, ahora ancianos, viven alejados del mundo en una enorme mansión. En un mundo que sólo podemos conocer a pedazos, a grandes saltos temporales, queda claro que nos estamos perdiendo la gran explosión. La hecatombe científica que empezó con un sueño juvenil y que años después de ha descontrolado hasta lo impensable. Todas las piezas del rompecabezas son lanzadas y tenemos que irlas armando poco a poco: ¿quién traicionó a quién? ¿qué parte de qué experimento salió terriblemente mal? ¿cómo han cambiado las estructuras del poder? ¿qué implicaciones pueden tener todos esos repentinos cambios?

La ciencia, cuando sale terriblemente mal.

Mientras vamos organizando poco a poco lo que será su estructura más general, lo primero que capta la atención es su particular estilo y su recreación de un mundo donde la cultura popular y la científica se han mezclado completamente. Punks de la ciencia, una estética capaz de transformar a cualquier personaje en una estrella extravagante. Valiéndose de lo que en muchos cómics representa un ‘no importa que sea un nerd, has que se vea super hot’, la serie asimila por completo su principio de hacer de la ciencia el nuevo rock mostrándonos un mundo donde esta latente realidad  es más cercana que nunca, sin dejar de ser explícitamente delirante.

Así se ven los más importantes científicos en este mundo.

El primer arco argumental, conformado por seis números publicados entre el 2012 y el 2013, se centra especialmente en el episodio de la estación espacial que se ve infectada por un virus desconocido. Entre las escenas pasadas y futuras alrededor de la relación de los cuatro protagonistas y su caótico desarrollo, la situación que viven los tripulantes y sus particulares metamorfosis van sirviendo para conectar la historia y también como componente para detonar un cierto clímax final, en el punto en que ya vemos como cada uno de estos genios ocupa su lugar en ese complejo juego de ajedrez que se va gestando. Una subtrama que va del episodio zombie a la génesis superheroica, y que muestra otra de las perspectivas que este furor cuasi adolescente por la ciencia ha generado.

Aunque al principio pueda desconcertar un poco su particular estilo (que da la sensación de ser demasiado digital, aunque luego parece ser justo el mejor modo de representar la historia) y los constantes saltos temporales, los primeros seis números de «Nowhere men» sirven como una increíble presentación e inicio de puesta en escena de lo que se intuye una trama que aprovecha tópicos del género de superhéroes para darle una nueva y refrescante presentación. Esta apuesta de Image Comics corre a cargo de un grupo de artistas no demasiado renombrados, como son sus creadores Eric Stephenson (encargado del guión) y Nate Bellegarde (encargado de trazos y entintado), y su colorista Jordie Bellaire. Un equipo que parece acoplarse a la perfección aunque finalmente sean los causantes de que no podamos hablar mucho más sobre esta propuesta que ha día de hoy no ha publicado más números.

El inicio del segundo arco, a partir del número #7, estaba previsto para inicio del 2014. Su publicación se re-programó para finales de año pero tras sobrepasar una vez más la fecha dada, y tras la desaparición de las páginas web dentro del sitio de Image correspondientes a los siguientes números, poco se sabe respecto a cuándo continuará la serie. La editorial ha desmentido hasta el momento la cancelación de la misma y Bellegarde ha declarado que el retraso ha sido a causa suya, pero ninguna fecha aproximada se ha dado desde entonces.

Pese a que los seis primeros números juntan apenas unas 160 páginas, y que más que un primer arco auto-conclusivo se trata apenas de una introducción, «Nowhere men» cuenta con una constante aparición de material extra intercalado entre las secuencias de diferentes tiempos: reportajes, escritos en periódicos y revistas, entrevistas. Generando expectativa a través de información que se ha ido filtrando ya de este modo aunque no hayamos tenido oportunidad de presenciarla en la acción. Personajes que todavía no aparecen, cambios en personajes de los que sólo hemos visto una faceta, declaración que sin duda en algún momento llevarán al conflicto. No se trata solamente de una serie que está empezando de manera prometedora, sino de un pequeño que ya nos ha dado suficiente información como para dejarnos queriendo más.

Ya no nos pueden dejar así.