Continuando con la tendencia de que Neil Gaiman es esa clase de escritores que pueden cambiar tu vida, no podíamos tardarnos demasiado en seguir hablando de «Sandman», del que ya reseñamos los números del #1 al #20. Se trata, como ya advertíamos antes, de uno de los cómics serializados mejor logrados y más importantes de la historia del cómic, y en esta ocasión los tomos que trataremos abarcan dos grandes arcos argumentales: «Season of mists» y «A game of you».
Y que empiece la función.
Si en las primeras historias teníamos que ir conociendo a los personajes y sus dominios, aparte de la particular narrativa que caracterizará al cómic en general y que también define a los propios personajes (es, Sueño, después de todo, Aquel que Cuenta Historias), ahora ya caminamos en terreno conocido y los paisajes anteriores pueden transformarse a placer.
Una inusual reunión de hermanos coloca a casi todos los Eternos en una misma mesa. Con excepción de Destrucción, el hermano ausente. Lo que parecería ser una inusual reunión familiar es, como siempre, una página más que ya está escrita en el libro de Destino, y parecería encaminada a generar conflictos entre los hermanos. En la discusión se cuestiona la dramática actitud que Sueño adopta ante sus relaciones amorosas, rememorando el caso de aquella mujer a la que condenó indefinidamente a los infiernos por su temor a comprometerse (ella, una mortal) con un Eterno. Nada, esa mujer, lleva ya miles de años abandonada a su terrible suerte. La resolución de Sueño de liberarla de su condena conlleva otro problema además del difícil perdón a un antiguo amante, pues debe regresar a los Infiernos después de que su último encuentro ahí no fuera placentero para nadie.
Aunque «Season of mists» quizás no cuente con el impacto inicial de estar descubriendo por primera vez todo el universo de «Sandman», es una de sus historias mejor logradas en cuanto la complejidad de su entramado y sus implicaciones simbólicas e ideológicas. Lucifer es un personaje fascinante (cual debe ser) pese a no aparecer demasiado (y con ello se ganaría su merecida y propia serie) y la vasta extensión de los Infiernos (como espacio físico, como construcción personal, como reino y como ilusión) se extiende por toda la historia. Sueño se convierte en algo así como un desafortunado Salomón y alrededor de él veremos girar las mitologías. Ángeles judeocristianos, Loki y Thor, dioses egipcios, japoneses, hadas. ¿Quién no busca (o quién no encuentra) a su modo una porción del Infierno?
Este encuentro de personajes sirve lo mismo para introducirnos algunos que tendrán posterior relevancia, como para mostrar las habilidades de Neiman al conjugar estilos, tonos, e historias. Historias que en este caso son apenas breves introducciones que no en todos los casos se desarrollarán: cada una de las personas que acuda el Reino de loso Sueños tiene algo que ofrecer y algo que contar. Mundos a los que nos asomamos por unos instantes, y cuya fuerza y belleza quizás resida justamente en esa fugacidad.
En «A game of you» nos alejamos por momentos del protagonismo de Sueño y regresamos a Barbie, uno de los personajes fugaces del tomo «The doll’s house», una de las inquilinas de la casa donde vivía Rose Walker mientras buscaba a su hermano. Barbie había sido introducida como como un brillante estereotipo estadounidense: rubia, feliz, obvia pareja de Ken. Pero el tiempo pasa en el mundo de la vigilia, y ahora Barbie es una mujer divorciada y desesperada que no sabe qué hacer con su vida.
Diría que todos hemos estado desesperados, pero seguro que no todos nos hemos pintado un tablero de ajedrez en la cara.
El juego al que alude el título es Barbie misma, y la acción se maneja en dos planos. Despiertos, Barbie es acosada por un vecino algo pervertido que al parecer tiene la capacidad de enviar pájaros a los sueños de las personas. Dormida, Barbie se vuelve una especie de bella durmiente en un departamento ensangrentado y custodiada por una bruja y un transgénero. Los sueños de Barbie siempre habían sido un mundo fantástico y casi medieval donde ella era una eterna reina. Hace tiempo que perdió esos sueños, pero ese reino onírico nunca dejó de esperarla.
La épica de Barbie en un mundo conquistado por el Cuco (cómo le gustan a Neiman las metáforas encarnadas en aves) es un arco narrativo que puede resultar un poco irregular, al contrastar tonos bastante diferentes y al comenzar a marcar una tendencia más inclinada hacia la fantasía en general antes que las historias oscuras que hasta entonces parecían caracterizar la presencia de los sueños. Barbie es, como mencionamos, un personaje más brillante y sus ilusiones de princesa nos transportan a un mundo de ensueños que ha sido infectado por ciertas irregularidades que forman parte tanto del corazón del sueño como de la naturaleza misma de un personaje que no es sólo su rubia fachada.
Entre ambos arcos no pueden faltar las historias auto-conclusivas, aquellas que en gran medida construyen el rico universo de «Sandman». Un niño que tiene que pasar sus vacaciones en el internado se ve de pronto acompañado por los espíritus de todos aquellos niños que murieron en el lugar. Sandman hace un particular encargo a Johanna Constantine, quien en un complicado momento histórico debe recuperar una cabeza capaz de cantar. Un emperador romano y un enano se hacen pasar por mendigos para conocer su propio imperio. Joshua Abraham Norton, el único emperador de Estados Unidos, se ve atrapado sin saberlo en un encuentro entre Sueño y su hermana Desesperación.
Oh, la familia.
Los artistas responsables de los trazos y las tintas en estos tomos son Kelley Jones, Mike Dringenberg, Malcolm Jones III, Matt Wagner, Dick Giordano, George Pratt, P. Craig Russell, Shawn McManus, Colleen Doran, Bryan Talbot, Stan Woch, Steve Oliff, Danny Vozzo. Continuando con las fantásticas portadas de Dave McKean que, al igual que los estilos visuales, van variando según las necesidades de la historia. A estas alturas nos encontramos con un trazo más cuidado y que se maneja perfectamente entre los contrastes oscuros del Reino de los Sueños y las reconstrucciones personales de cada personaje y cada historia, como el estilo caricaturesco con que Barbie puebla sus sueños.
Los personajes se van sumando y las conexiones entre los distintos mundos se van volviendo más complejas. «Sandman», siendo un cómic de largo tiraje, tiene un cuidado estructural que resulta difícil imaginar en otro autor que no sea Neil Gaiman. Volveremos pronto a hablar de este maravilloso laberinto de historias.
que honda sam, sandman esta chingon pero dime que me cuentas de preacher ami me parsio de lo mejor que saco vertigo que opinas
No he leído «Preacher», lo tengo pendiente desde hace rato, a ver si ahorita en navidades me doy tiempo de leerlo. Pero me cuesta trabajo creer que otro cómic de Vértigo pueda ser mejor que «Sandman», la verdad.
Que sorpresa, ya tenia mucho tiempo que no entraba ala pagina por cuenstiones de tiempo, me parece excelente ver que estan reseñando este grandioso comic, un saludo y un abrazo a toda la banda gordeadora
sorry, pero ahora si me aburrí cabrón con la reseña. Supongo que debo empezar desde el principio para comprender el 1% de lo que Sam esta disidiendo :-?