Hoy no es que tocará exactamente cine de no-cartelera, pero dado que no tuvimos este mes y que nunca está de más hablar de Satoshi Kon, ha llegado la hora de reseñar esta joya de la animación.

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Que espero haya cambiado la vida de todos ustedes.

En la reseña de las Historias cortas del autor, comentábamos como la vida de Kon parece el camino perfecto para marcar a un género, a una generación y a la historia de la animación en un lapso fugaz pero intenso. Si ya se había iniciado como asistente y como intento de mangaka, su ópera prima no podría ser más adecuada para lo que sería su breve y maravillosa filmografía.

perfectblue3«Perfect blue» está basada en una novela del mismo nombre de Yoshikazu Takeuchi, sobre una joven idol que es acosada por un stalker. El proyecto llevaba largos años planeándose, pensado sobre todo como un live-action, antes de que llegara a las manos del joven Satoshi Kon, recomendado por sus anteriores colaboraciones en otros largometrajes. Ese mundo de paranoias e ilusiones fue la primera pieza clave en el enorme universo que Kon construiría posteriormente, volviendo siempre sobre lo variable de la realidad, sobre los puntos de quiebre del ser humano, y sobre los elementos de cultura popular que construyen al actual Japón. Lo que inicia con un adorable trío de japonesitas que sólo querían triunfar como cantantes no tarda en volverse un laberinto de blogs e imágenes, palabras que se pierden y violentas acciones que no pueden ignorarse.

perfectblue4Mima es un personaje enigmático en su inicial simpleza. Aunque todo parece indicar que es la líder del grupo Cham antes de decidirse a intentar una carrera de actriz, no resulta una chica ni particularmente carismática ni fuerte. Todo lo cual en un primer momento nos muestra lo cotidiano que es el mundo de las idols en Japón pero también parece predisponer su vida a una especie de mundo en blanco propicio para caer al caos. Cuando descubre que existe un blog en internet como si fuera escrito con ella contando detalles demasiado minuciosos sobre su vida, no parece alarmarse demasiado. Después de todo, parece pensar, la amenaza no es real, sólo está en una pantalla.

perfectblue5Les voy a contar quién sí es real.

Ese inicial juego de realidades paralelas comienza a irrumpir en su vida diaria cuando el acoso se vuelve real, cuando las amenazas comienzan a manifestarse de manera cruel y directa, y cuando para ella misma ya no quede claro cuánto de las cosas están en sucediendo y cuántas están sólo en su cabeza. En cuantos momentos es en realidad ella la que está viviendo su vida y cuántas otras ‘ella’ hay por allá viviendo también su vida. Si las películas sobre acosadores no son particularmente novedosas (ni lo eran en 1997), «Perfect blue» se aleja de la relación directa entre protagonista-acosador para poner en duda todo el universo sobre el que se construye, desequilibrarlo y reconstruirlo a voluntad, de tal modo que no se pueda confiar más en los sentidos, en la realidad aparentemente objetiva.

perfectblue6Internet, el lugar perfecto para tramas siniestras desde mucho antes de 1997.

Y Mima es perfecta porque su evolución es más bien un descenso a la locura antes que la construcción de un personaje fuerte. Es perfecta también por sus adorables posibilidades de bailarina, por el choque emocional que representa todos los sucesos para ella, y porque finalmente quizás descubra que es mejor actriz de lo que nadie pensaba. A costa de una épica violenta que conjuga varias de las posibilidades de la obsesión. Y es que todo en ese mundo oscuro que Kon comienza a trazar nos remite a esa insaciable obsesión, al punto de convertirla en algo natural, algo cotidiano, uno de los puntos capitales capaces de desequilibrar la realidad. Y apenas estamos comenzando.

perfectblue7«Perfect blue» es una de las grandes manifestaciones de las posibilidades del anime más allá de las tendencias usuales de la animación como algo meramente infantil. No sólo es un thriller perfectamente escrito cuya efectividad no resulta mermada en ningún momento por el hecho de estar realizado por personajes animados, sino que este formato permite una mayor libertad en las imágenes, sobre todo en el punto en que la certeza de la realidad se encuentra en entredicho.

perfectblue817 años después, «Perfect blue» sigue siendo una película potente y excelentemente bien construida, además de ser el punto de inicio de una carrera impecable que sin duda ha marcado varios de los momentos más altos de la animación japonesa. Difícil elegir cual de todos sus momentos, sus detalles, sus fantásticas escenas, prefiere uno por encima de las demás. Ese increíble universo que iría mutando, llenándose de voces, transformándose y hallando nuevos caminos sin perder ese particular estilo, ese detalle en la construcción de espacios y en el fluido ritmo de sus secuencias. Años después hay quienes quieren convencernos que algunas de estas piezas pueden reescribirse, tributearse, pero Satoshi Kon las construyó perfectamente desde un inicio. Y eso nadie podrá quitárnoslo.

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