Cine 58: Sin Escalas

Lo que uno tiene que hacer mientras llega Godzilla.

Jaume Collet-Serra es un cineasta catalán pero se ha pasado medio vida tratando de convencernos de que puede hacer películas de consumo rápido como cualquier estadounidense. Habiéndose iniciado en el terror, con «La casa de cera» y «La huérfana», películas no demasiado memorables, decidió que él también podía hacer de Liam Neeson un héroe de acción. Como si necesitara ayuda.

¿Parece que necesite ayuda?

Entre todas las cosas que le han sucedido, había perdido su identidad en Alemania, también de la mano de Collet-Serra, y ahora le tocaba el turno de perder su identidad (o algo así) en un avión rumbo a Londres. Sin serpientes a bordo, por desgracia.

Bill Marks es el Agente Aéreo que desearías que jamás te tocara en un vuelo. Porque al parecer no es algo tan inusual en los Estados Unidos. Antes era otro tipo de agente más respetado hasta que su vida se rompió en pedazos, se volvió alcohólico y lo movieron a las oficinas aéreas porque ¿a quién le importa la seguridad en los aviones? No es como que Estados Unidos tema potenciales amenazas terroristas a cada rato, ¿no? Pues ahí lo tienen, no demasiado sobrio, con un poco de miedo a volar (genial, Agente), sentado junto a Julianne Moore (quien no luce tan hipster en toda la película como en esta foto) cuando un número anónimo comienza a chantajearlo. Quiere dinero o matará a alguien en el avión cada 20 minutos. Como muertes en un avión no es lo suficientemente divertido, el número anónimo también quiere incriminar a Bill Marks en el trayecto y, ya que está en eso, volverlo loco. Porque al parecer Liam Neeson no tiene suficientes problemas con su hija y su identidad siendo secuestrados a cada rato y necesita ayuda extra para volverse loco.

Espero que sueñen con esta imagen.

Aunque los personajes de Neeson puedan parecer bastante similares entre sí y estemos convencidos de que lo queremos de nuestro lado ante cualquier dificultad de la vida, en este caso la película cae bajo ese subgénero de acción en que el impuesto héroe tiene que salvarse a sí mismo y a medio mundo de una caótica situación. Poniendo un poco en duda si realmente es la mejor decisión porque ¿ya mencioné que es alcohólico, tiene miedo a volar y carga un trágico pasado? Mucha suerte, avión de pasajeros. La situación no tardará en agravarse cuando, en efecto, cada 20 minutos alguien muera.

Toda la película fue en realidad un gran comercial de por qué no debemos usar nuestros celulares durante vuelos.

No conozco justo el otro trabajo de Collet-Serra y Neeson («Unknown») así que sólo puedo imaginarme cuál es el modo en que el primero establece la acción en sus películas. Si ya de por sí uno está consciente de que el género suele ser en sí mismo una exageración épica para que resulten las historias, en este caso la película no sólo depende de esa exageración sino que hace que sus personajes caigan en ella empeorando una situación que de por sí no pintaba para ser muy positiva. Así que si uno pensaba que Liam Neeson era justo la persona a la que querría tener a su lado ante cualquier amenaza en el aire, hay que pensarlo de nuevo.

«ok lol»

Para que la película llegue a la catastrófica situación que se venía intuyendo desde el inicio será necesario que Bill Marks tome todas las malas decisiones que un Agente Aéreo fue entrenado para no tomar, y que suceda lo mismo con el resto de la tripulación (que debatiblemente hacen lo correcto en no meterse con el tipo de dos metros armado, pero quizás no lo hagan por las razones correctas). Y que de paso el tono de la narrativa nos haga que desconfiemos de todos los pasajeros y no pasajeros de ese vuelo: ¿Es Julianne Moore? ¿Es el tipo de «House of cards»? ¿Es Lupita Nyongo? ¿Es el papá de Batman? ¿Es el tipo de «Monsters»? ¿Es el árabe? ¿Es la niña que viaja sola? ¿Es el negro? ¿Es el otro Agente Aéreo?

Obvio es el árabe.

Así que en ese juego de ‘adivina quién’ se nos va media película en lo que uno puede exasperarse o comenzar a sospechar que si Bill Marks no es el esquizofrénico culpable, de todos modos merece lo que le está sucediendo por tomar pésimas decisiones.

¿Qué pasa, Liam Neeson? Haces que me arrepienta de desear que seas mi padre.

Así que para cuando, después de algunos muertos, golpes y llamadas del gobierno de los Estados Unidos, comienza a sonar la voz de la razón entre la centena de involucrados, la trama ya está a punto de turrón tan enmarañada que ya lo único que puede hacer es dirigirse hacia el escandaloso final. Ahí es cuando las cosas se acomodan, Marks recupera la postura, hemos conocido ya el aspecto humano de los pasajeros, y podemos disfrutar un poco más plenamente la pura acción que nos prometían desde el inicio. Faltaba que todos cayeran en la cuenta de que no querían morir en un avión después de todo.

¡Lupita no puede morir todavía!

Desesperante y entretenida quizás no a partes tan iguales, sin duda será un vuelo entretenido para los amantes del género de acción, aunque no sea precisamente una joya o un categórico exponente. Y aunque no tenga serpientes, que sin duda hubieran arreglado todos los otros problemas de guión.

Todos.

«Non-stop» o «Sin escalas» es una co-producción del 2014 entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Dirigida por Jaume Collet-Serra («La huérfana», «Sin identidad», «La casa de cera») y protagonizada por Liam Neeson («Taken», «La lista de Schindler», «Batman begins»), Julianne Moore («The big Lebowski», «Hannibal», «Magnolia»), Scoot McNairy («Monsters», «Argo», «Killing them softly»), Michelle Dockery («Hanna», «Downtown Abbey», «Hogfather»), Nate Parker («The great debaters», «Red tails», «Arbitrage»), Corey Stoll («The Bourne legacy», «Midnight in Paris», «Salt»), Omar Metwally («Rendition», «Breaking dawn», «Munich»). Tiene 7.3 estrellitas en imdb, 6.1 en filmaffinity y 59% en el tomatometro. No es para tirar cohetes pero es entretenida. Y seguro seguirá en cartelera un rato más.