¿Qué mejor modo de celebrar el 14 de Febrero que reseñando películas sobre enfermos de sida?
Supongo que a muchos les sonaría desde antes la película por aquello de que Matthew McConauguey, conocido principalmente por ser una cara bonita y un actor por el que seguro muchos no darían un peso por sus capacidades histriónicas, bajó poco más de 20 kilos para el papel. 20 kilos. Ya sabemos que si quieres ser tomado en serio en Hollywood tienes que atentar contra tu salud (o tu estética).
Jared Leto quizás haya atentado contra su salud también, pero vean qué guapa es.
La historia puede parecernos ahora la típica premisa que aspira a un Oscar (o a seis, en este caso), pero el proyecto no siempre lo tuvo fácil y de hecho cambió constantemente de directores, protagonistas y todo antes de terminar como el producto que se exhibe ahora en salas.
Ya que decidieron mantener el título en inglés, también podría traducirse como «Esa película en que McConauguey está terriblemente flaco».
Pero la película es más que eso, y es también más que lo que una primera mirada a un hombre que en los 80 descubre que padece de sida, podría hacernos suponer.
En una época en que se creía que la única causa del VIH eran las relaciones homosexuales (en cierta medida por sí que era la causa de casi el 80% de los casos), un electricista vaquero descubre que después de todo las relaciones sin protección no eran tan buena idea. La situación además es desoladora: los médicos le dan un mes de vida y los medicamentos que quizás podrían ayudarlo apenas están en una fase experimental. Cuando sólo te quedan 30 días tu proceso de negación-ira-loquesea debe ser bastante rápido y a Ron Woodroof (el vaquero electricista) le queda claro que está dispuesto a correr cualquier riesgo con tal de sobrevivir.
A partir de la premisa de biopic, ya que está basada en el caso real de la vida de Woodroof, la historia se va desarrollando en diferentes direcciones que nos dan un panorama amplio no sólo del personaje, la enfermedad, sino la época en la que se desarrolla, el lado oscuro de las industrias farmacéuticas y los conflictos legales relacionados con la salud por los que ha atravesado Estados Unidos. No es necesario ser un conspiranoico para saber que mucho de lo que sucede en el ámbito de ‘la salud’ es, después de todo, un negocio, pero la lucha que atravesaron cientos de personas condenadas a muerte tras el diagnóstico de sida en los años 80 es sin duda un tema indignante y admirable.
Todo comienza con ese riesgo por querer vivir un día más, un mes más, un año más. Y un hombre que se pone a leer sobre una enfermedad y a viajar y a intentarlo todo. Y es también un hombre que tras una vida de homofobia y sexo descontrolado se encuentra con que la situación se ha invertido y algo en él tiene que empezar de nuevo.
Por tratar un periodo de tiempo extenso y por ser una historia que tiene muchas ramificaciones, a veces puede parecernos que no se detiene demasiado en muchos temas, pero por otra parte eso también consigue que no se regodee en el melodrama fácil y se enfoque en construir personajes muy humanos que representan las distintas posiciones alrededor de una enfermedad que en aquellos años era una condena de muerte rápida. Y no me refiero solamente a los protagonistas, cuyas transformaciones físicas y psíquicas son tan remarcables como la capacidad de meterse en la piel de sus personajes y mostrárnoslos a lo largo de sus propias evoluciones, sino que incluso muchos personajes menores, de los que casi no sabemos nada, consiguen marcar una fuerte presencia a través de los pocos detalles que conocemos.
Una película que teniendo algo ‘muy típicamente hollywoodense’ y que no trata de abusar de su capacidad por ser conmovedora y fuerte, consigue retratar en su justa medida un tema complejo sosteniéndose sobre tu propia tagline, ‘atrévete a vivir’. Que, por muy cursi que pueda sonar cuando la leemos así sola en el poster flotando encima de Matthew McConauguey, es realmente una llamada sobre las cosas que puede llegar a hacer una persona empujada por sus circunstancias.
No he visto muchas de las nominadas a Mejor Película pero me inclino a pensar que no es tan golpeadora como «Capitán Philips» o «12 años esclavo». Sin embargo eso no le quita el hecho de ser una película que lleva muy bien un tema de interés humano y tiene un par de actuaciones protagónicas muy destacadas (Jennifer Garner, que es la que cerraría el trío, no es particularmente destacada) que no me sorprendería se hicieran con las estatuillas a Mejor Actor Protagónico y Secundario.
A Jared Leto, sobre todo, que se lo den por ser la más guapa de los nominados.
«Dallas Buyers Club» es una película estadounidense del 2013. Dirigida por Jean-Marc Vallée («C.R.A.Z.Y.», «La reina Victoria», «Café de Flore») y protagonizada por Matthew McConauguey («Cómo perder a un hombre en 10 días», «Magic Mike», «Mud»), Jared Leto («Requiem por un sueño», «Mr. Nobody», «Lord of war»), Jennifer Garner («Juno», «Daredevil», «Alias»), Denis O’Hare («La proposición», «Milk», «Michael Clayton») y Michael O’Neill («Traffic», «Transformers», «J. Edgar»). Tiene 8 estrellitas en imdb, 7.3 en filmaffinity y 93% en el tomatometro. Y ya saben, está en cartelera.
No la he visto, espero verla en cine y si no tengo tiempo, seguro la rento
Bueno siempre ha sido evidente que Jared Leto vive atentando contra su propia salud XD pobre McConauguey, ojala se gane algo por que se ve que adelgazar tanto fue un gran sacrificio, me recordo a Chistian Bale, en «el maquinista», va le echare un vistazo pa´chillar un rato :´) buena reseña Sam tu si no tomas vacaciones!!!
Sí, de hecho pensaba que los actores masculinos de Hollywood suelen destacar cuando bajan mucho de peso, mientras que las actrices lo hace cuando suben o se ‘vuelven feas’. Recuerdo que pasé la mitad de ‘El maquinista’ pensando «¡¿cómo puede estar tan flaco ese hombre?!» (aunque eso no le valió ni una nominación a Bale).
ni las fracias le dieron al pobre jajaja!
Wooo, Sam Whooo!! lml
Gracias. Creo.
x)
Una muy buena película, me sentí muy conmovido al verla, la actuación de jared letto estuvo muy interesante. Me gusto mucho como se contó la historia de principio a fin me tuvo en una montaña rusa de emociones.
Sí, aunque el protagonismo de McConauguey es indiscutible, creo que Leto se luce todavía un poco más, además de que su personaje es fantástico.