Más temporada de Oscares.
«Ella» tiene un poster muy rosado, con una foto enorme de Joaquin Phoenix y está dirigida por Spike Jonze. ¿Cómo podría fallar? Spike Jonze todavía no me ha fallado.
¿Qué? ¿Que Spike Jonze co-escribió junto a Johnny Knoxville «Bad grandpa»? ¿De qué me están hablando?
La película además renueva un tema que ha obsesionado a la humanidad desde que comenzamos a soñar con robots: las implicaciones (éticas, morales, psicológicas, físicas, sociales, y síganle) de la inteligencia artificial, y el modo en que nuestra interacción con ella altera nuestras vidas. Desde «Blade runner» y el ‘quién es un replicante’ hasta los hikikomoris en Japón que se aislan en gran medida gracias a los beneficios de la tecnología, esta realidad se ha colado en la vida diaria y en las fantasías de los seres humanos. Y no hace falta construir una gran trama de ciencia ficción para que regresemos una y otra vez sobre ese tema.
De hecho parece más viable ese futuro-cercano donde todos se ven como hipsters que muchas fantasías futuristas de la ciencia ficción.
Theodore es un hombre al que se la da muy bien escribir y entender a la gente en una sociedad donde eso se ha vuelto una cualidad extraña y puede ofrecerse como un servicio. Trabaja para una compañía a la que contratas para que escriba cartas a mano por ti. Vive de reproducir las emociones de los demás, sus propias emociones son un caos. Incapaz de conciliar su reciente separación se sigue aferrando a su pasado lo que de algún modo sólo lo hunde más en un presente que no parece ir a ningún lado. Es entonces cuando decide comprar un nuevo Sistema Operativo que básicamente es una persona-voz que vive dentro de tus equipos electrónicos. Y bueno, él no lo sabe pero su persona-voz es Scarlett Johansson, aunque diga llamarse Samantha.
Obvio así se ve una Samantha.
El primer punto de inflexión es recurrente en esta clase de historias: Si todo en ella parece humana menos el hecho de que no lo es, ¿quién marca los límites? Samantha es sólo una voz en un auricular de Theodore pero es la voz más íntima y cercana que ha tenido en mucho tiempo. ¿Quién va a decidir hasta que punto es un sistema operativo y hasta cuál es posible enamorarse de la única voz que suena en tus noches?
La película no se queda en ninguna de las reflexiones usuales y mientras se desarrolla la relación entre Theodore y Samantha asumiéndola realmente como una relación, es que nos vamos sumergiendo en todos los posibles matices. No sólo los que involucran las relaciones que establecemos con la tecnología sino las que establecemos como seres humanos. Aunque esta ‘historia de amor’ comprende todos los estadios básicos de enamoramiento, reconocimiento y obstáculos, por momentos pareciera que la verdadera historia es la que está sucediendo dentro del único rostro que podemos ver. Lo que está sucediendo dentro de ‘un ser humano enamorado de una máquina’.
Es éste un punto difícil porque podría hacer que la trama cayera tendenciosamente hacia ese lado, hacia lo ‘humano vs no-humano’. Pero consigue que esto se mantenga como una idea constante, cierta, que sin embargo no termina de alejarnos de la historia central donde la relación entre estos dos seres es totalmente posible. Varias otras mujeres giran alrededor de la vida de Theodore, mujeres de carne y hueso, que dejan en claro que ninguna clase de relación (humana o no) es menos compleja o menos dolorosa. Cuando Theodore le pregunta a Amy (Adams) si cree que es un tipo raro porque se enamoró de su sistema operativo, Amy le responde que cree que todas las personas que se enamoran son raras.
Ahora imagínense las personas que conocen a Olivia Wilde y no se enamoran de ella. Totalmente raras.
La principal fuerza de la película es que uno puede leerla varias veces y de distintas maneras. Es, finalmente, una típica historia amor, pero en la cual sólo podemos ver a uno de sus integrantes. No todo el amor es presencial, después de todo, o no siempre lo más importante es el contacto físico o la cercanía. Es también una reflexión compleja que no se queda en la crítica, sobre la relación que establecemos con la tecnología, o las relaciones que la tecnología establece por nosotros en un mundo donde cada vez va ocupando un sitio más importante de nuestra cotidianidad. Y es también una reflexión sobre los conceptos a los que nos aferramos y el lugar que les damos en nuestra vida. Theodore es un hombre que vive de escribir las emociones de los demás, y un hombre que vive enamorado del concepto-mujer que ha creado de un sistema operativo. Él, a quien le cuesta dejar atrás su pasado, sólo puede mirar hacia adelante gracias a una voz que le habla desde un dispositivo electrónico y a quien cree conocer ‘como persona’. ¿Y a cuantas personas puede uno llevar encima como ideas que ya no se asemejan en absoluto a la persona que las inspiró originalmente?
El hecho de que todas estas reflexiones se hilen a través de una interacción de la cual sólo vemos las reacciones de Phoenix, puede hacer que por momentos parezca que la trama se alenta o se estanca un poco. Por suerte las excelentes decisiones de fotografía y dirección artística nos mantienen atrapados en ese mundo de vivos colores, exceso de luz y personajes cuya felicidad parece muchas veces un gesto triste. A lo cual también contribuye un excelente reparto donde claramente destaca Joaquin Phoenix cargando con todo el peso protagónico y quien consigue de manera convincente representar a un personaje algo antisocial y con problemas sin tener que parecer un freak. El sutil equilibrio que Amy Adams da a la trama contribuye a cerrar con emociones poderosas que se alejan del típico final feliz o dramático al que parecen condenadas las historias de amor. Rooney Mara, Olivia Wilde y Scarlett Johansson no están nada mal, de hecho me gustó que eligieran una voz que no es la tópica voz sensual femenina (aunque su portadora lo sea, en exceso).
Y bueno, encima Joaquin Phoenix se ve rodeado por tal cantidad de bellezas, ¿es eso siquiera justo para los otros mortales?
No, no lo es. Lo siento, otros-mortales.
«Her» o «Ella» es una película estadounidense del 2013. Está dirigida por Spike Jonze («Donde habitan los monstruos», «¿Quieres ser John Malkovich?», «El ladrón de orquídeas») y protagonizada por Joaquin Phoenix («Walk the line», «La aldea», «The master»), Amy Adams («Los Muppets», «Encantada», «The fighter») y Scarlett Johansson («Lost in translation», «Avengers», «The prestige»). Tiene 8.4 estrellitas en imdb y 7.9 en filmaffinity, y 94% en el tomatometro. ¡Y está nominada a 5 Oscares! Y apenas la acaban de poner en cines, es su oportunidad.
A penas tuve la oprotunidad de verla, y me ha dejado un tanto extraño una pelicula muy reflexiva supongo, y si era inevtitable quitar esa imagen de scarlett johanson que pusiste sam de mi mente, cada vez que hablaba jaja
claro, todos sabemos que así se ven las Samantas promedio :) wow pues ahora se me antojo ver esta pelicula, pense que seria algo incomoda pero la describes muy interesante, gracias señorita Sam!!! P.D. la peli del «bad-granpa» se ve del asco!!!
Sí tiene algún momento algo incómodo pero creo que resulta bastante natural. Las relaciones humanas son potencialmente incómodas, después de todo.
Y yo me inclino a pensar que «Bad grandpa» debe ser terrible, con todo y que sus puntajes en imdb o rotten tomatos no son tan malos. Me cuesta creerlo.
Suena a algo que puedo ver con mi novia! x3 Gracias sam! siempre grandes reseñas y recomendaciones! :yes: :yes: :yes: :yes:
Por fin pude verla y esta genial, o por lo menos a mi si me gusto un chingo, y podría jurarles que mas de la mitad de la película estuve impactado por el parentesco de Joaquin Phoenix con Tom Selleck.
Jajaja no lo había pensado. Todo es culpa del bigote.