¿’Balada de un hombre común’? ¿Qué es eso? Si uno no anda fijándose en los posters puede que no se entere que se trata de «Inside Llewyn Davis», la última película de los Coen.
También es posible que si uno no es fanático de la música folk, la premisa de seguir la vida de un cantante que trata de sobrevivir a la escena musical neoyorkina de 1961 no le prometa muchas emociones. Pero si los Coen han conseguido que nos interesemos en la alfombra de un hombre que no aspiraba a más que jugar bolos, el folk tampoco puede ser tan malo.
Folk y gatos. No olvidemos los gatos.
Esta *balada* empieza en un punto que suponemos trascendental en la vida de los artistas pero que rara vez ocupa un momento estelar en las películas al respecto: mientras esperan que algo pase y cambie sus vidas para siempre. Llewyn Davis no es precisamente un joven fantaseando con ser cantante, lleva un rato dedicándose a eso pero no consigue despegar. Toca en bares por las noches, busca en qué sofá poder dormir, espera que su disco como solista venda algo. Que algo pase. Y que cambie su vida para siempre. Pero lo único que parece pasar es un gato que se pierde, otra relación que arruina, otra noche en que tiene que buscar un sillón dónde poder dormir.
Con un ritmo visual y narrativo muy musical, uno podría pensar que en cierta medida los Coen componen la película como un disco: con una serie de secuencias aisladas que buscan su propio significado y que se van hilando con una dirección no siempre muy clara. Pero es en parte el estilo de los Coen, que lo mismo nos lanzan en la búsqueda del asesino del padre de una joven (o de la alfombra de un hombre que no aspiraba a más que jugar bolos), que nos sumergen en enigmáticas historias plagadas por un misterio que no siempre somos capaces de entender. Y eso les permite crear personajes poderosos que brillan de manera fugaz y consiguen atraparnos durante esos momentos, pero también es cierto que consiguen que durante muchos otros momentos nos preguntemos hacia dónde va todo esto.
¿Hacia dónde vas, Llewyn Davis?
Y es en este punto donde opera la ‘magia Coen’ que los convierte por igual en unos cineastas muy americanos, como inclasificables. Cuyas películas para algunos resultan superficiales, extrañas o inentendibles, mientras que otros creen entrever la dirección real de la historia, la resolución de ese misterio tan anunciado y que es tan sutil como el desarrollo de la trama. «Inside Llewyn Davis» es un disco que metafóricamente tiene que dar inicio de nuevo para que entendamos un poco.
Consentidos usuales de la Academia, esta producción de los Coen fue largamente ignorada por las más recientes nominaciones apareciendo nada más en dos categorías técnicas. Seguro es porque dura menos de tres horas (menos de dos horas en realidad), está visto que una película no es tomada en serio por los Oscares sino dura sus buenas tres horas. Ahora que el trabajo de fotografía y de sonido por los que sí está nominada consiguen en gran medida la fuerza que la película busca: que suene y que se sienta como una canción de folk.
Oscar Isaac es un gran Llewyn Davis pero quizás por la naturaleza misma del personaje nos deja la sensación de que más que quedarnos con él, nos dejamos arrastrar por la búsqueda desordenada que vive. En una película que, en contraposición al gran mensaje usual de ‘¡sigue tus sueños!’, nos pone en la posición de preguntarnos qué sucede cuando esos sueños no nos están llevando a ninguna parte.
De fondo brillan fugazmente Carey Mulligan, a quien da gusto verla en un personaje donde siga luciendo encantadora pero ya no sea precisamente una gentil paloma; John Goodman, un incondicional de los Coen y al que se le dan de maravilla los personajes odiosos; Garrett Hedlund, quien encarna en parte ese toque de ‘acepta el misterio’ propio de la filmografía de estos hermanos; incluso Justin Timberlake y su limitadísimo tiempo en pantalla tienen cierto encanto.
Con todo es una película por la que uno navega con algo de dificultad, preguntándose por momentos si llegará a alguna parte o tendrá que conformarse con sacar sus propias conclusiones. Remonta con un final poderoso pero también muy poco claro, y es posible que requiera un mood particular para poder sumergirse en lo que nos propone: una música que nunca es nueva pero nunca se hace vieja. El folk.
Y a todo esto, yo ni fan soy del folk. Pero me atrapó exitosamente.
Que, hablando de emociones musicales, me pareció una decisión extraña que optaran por no subtitular las canciones. Yo entiendo que no es que las letras tengan una trascendencia vital en la trama pero entre que no les costaba nada y entre que hubiera servido para enfatizar la emoción de la canción, me pareció un poco absurdo. Sobre todo en una película que va precisamente sobre la música. Aunque quizás después de esa decisión de título en español, nada debería sorprenderme demasiado.
«Inside Llewyn Davis» o «Balada de un hombre común» (lo de ‘balada’ lo entiendo, porque cantan, lo de ‘hombre’ es bastante evidente pero ¿’común’? No voy a decir que sea un hombre extraordinario pero ¿de todos los adjetivos? ¿’común’?) es una co-producción del 2013 entre Estados Unidos y Francia. Dirigida por Ethan Coen y Joel Coen («The Big Lebowski», «Barton Fink», «True grit») y protagonizada por Oscar Isaac («Drive», «Sucker Punch», «Robin Hood»), Carey Mulligan («An education», «Orgullo y prejuicio», «El gran Gatsby»), Max Casella («Ed Wood», «Blue Jasmine», «Revolutionary road») y John Goodman («Argo», «The Big Lebowski», «Monsters Inc»). Tiene 7.9 estrellitas en imdb, 7.1 en filmaffinity y 94% en el tomatometro. Y ya saben, sigue en cartelera.
Whoo!
mmmmmm gatos…. me gustan los gatos con eso basta voy a berla
Wow Parece otras de esas peliculas que toca ver de los Cohen, Excelente reseña Sam.
Pregunta: Es posible una reseña de Her ?’
Todavía no la veo pero con un poco de suerte le toca este viernes.
el folk no me gusta pero tampoco le hago el feo, tal ves algún fin de semana la rente e igual y termina gustándome, un saludo, excelente reseña…
Yo amo el folk… Tengo que verla ya! Buena reseña Sam.