Cine 06: Oz, El Poderoso

Y nos vamos con una de esas superproducciones con las que Hollywood promete sorprendernos, y en este caso llevarnos (en 3D) a la Tierra de Oz…

En estos meses que no nos suelen llegar demasiados estrenos con bombo y platillo, «Oz» (el añadir un subtítulo me parece innecesario, ¿no a todos nos remite su solo nombre a un mundo fantástico?) se presenta como un pequeño oasis en el desierto que antecede a los estrenos (más grandilocuentes) del verano. Como oasis tiene algunos elementos puestos ahí para engañar un poco y atraernos con sus brillos espectaculares que maquillan ciertas tendencias del Hollywood de los últimos años.

La que debería distraernos del todo es Mila Kunis pero por desgracia no se ve tan guapa como todos sabemos que es.

Parece una fórmula infalible, si bien no para lograr grandes joyas, sí para resultar al menos éxitos en taquilla. Tómese primero una historia/mundo que ya sea un referente claro para el público. Sucedió hace unos años con «Alicia en el País de las Maravillas» (sí, la de Burton), o un poco más atrás con «Charlie y la Fábrica de Chocolates» (adivinaron, también de Burton), pero también con universos más pequeños como los cuentos clásicos (¿cuántas versiones de «Blancanieves» salieron el año pasado?). Ahí uno se ahorra tener que plantear una historia desde el comienzo y la gente ya tiene una idea bastante clara de lo que va a ir a ver, en muchas ocasiones con un juicio ya establecido por las producciones anteriores.

¿Y quién no querría regresar a la Tierra de Oz?

Luego, junte un reparte que incluya a tantos actores famosos (en sus diversas escalas) como sea posible, de modo que haya para el gusto de todos. Esta tendencia ha llegado a extremos dramáticos en esas películas collages donde, literalmente, juntan a todos los actores que sean posibles, ya sin ninguna clase de filtro (y estoy segura de que «Valentine’s day», a su derecha, no es el ejemplo más drástico de ello). Siendo éste un blockbuster al que se le ha invertido un poco más que simple presupuesto para protagónicos, el caso no es tan preocupante pero sí nos encontramos con un casting de lo más interesante: James Franco, actor de moda y la razón por la que muchas mujeres irían a verla; Mila Kunis, actriz de moda y en general un portento de mujer que de pronto también ha demostrado que además de guapa también sabe actuar; Rachel Weisz, una actriz seria que por lo general suele ser garantía de calidad; Michelle Williams, actriz reconocida aunque a mí en lo particular siempre me ha parecido un poco sin sal; y Zach Braff como soporte cómico porque seguro que muchos fans de «Scrubs» están dispuestos a seguirlo a donde sea necesario.

El que le guste, ahí los tiene.

Por otra parte la película no es un remake ni una reinterpretación de la historia clásica, sino que aprovecha otro de los libros del mismo autor de la novela de «El Mago de Oz» que precede al tiempo que todos conocemos, cuando Dorothy llega desde Kansas hasta Oz gracias al icónico tornado. De modo que lo que tratan de explicarnos es precisamente cómo el personaje conocido como Oz (espero que todos sepan ya ese detalle de la obra original) llega hasta el punto del encuentro final en las películas clásicas.

Meta todos esos elementos en la licuadora y ¿qué es lo que obtiene?

¡ta-rán!

A mí me sorprendió un poco que el director fuese Sam Raimi, a quien recordarán lo mismo por «The Evil Dead» que por la trilogía de «Spider-Man». Ésta es, de hecho, su primera producción ‘apta para todo público’ en Estados Unidos. No suena realmente como la primera opción en que uno pensaría para este tipo de películas, a menos de que se siga la lógica de que si Peter Jackson pudo saltar de «Braindead» a «El Señor de los Anillos», todo puede suceder.

¿De qué hablan? Yo veo claramente la referencia a Tolkien.

Por la publicidad y el tipo de producción la primera impresión que uno tiene es que se esforzaron más porque la película fuese espectacular y rentable que por mantener un parámetro claro en relación a «El Mago de Oz», especialmente en su adaptación más célebre. Porque quizá todos recordaran que esa película es un clásico, y todos sabemos que es difícil equipararse a clásicos. Ya no digamos cuando ni siquiera lo estás intentando demasiado.

Dado que la película, como producto de entretenimiento, está en realidad bastante cuidada, podemos decir que los ‘aspectos negativos’ son un poco de interpretación personal, que es uno de los riesgos más presentes cuando tratas con un material que ya todos conocen. Así que comencemos un poco con lo que a mí, personalmente, no me parece tan afortunado en esta adaptación. Y en primerísimo lugar tenemos a James Franco.

Por si habían olvidado cómo se ve.

Cárgate a las espaldas el peso de Oz. Sobre todo siendo que Oz realmente es un personaje que conocemos y no conocemos de la historia. Es una referencia que ni siquiera está del todo clara y la comparación que se establece no es directa sino un poco condicionada por el ‘yo me imaginaba que…’. Y sobre todo porque, chico guapo y lo que quieran, James Franco no consigue un personaje realmente carismático. Parece que tratan de vendernos muchas cosas sobre él y ninguna es del todo cierta: es patán pero no es tan patán, es buena gente pero no demasiado buena gente, es buen mago pero no tan buen mago, tiene su corazoncito pero a veces parece que se le olvida. Y yo creo que precisamente los atributos que más debieron enfatizar son precisamente los negativos: debió ser más patán, más estafador, más fraude. Porque ese habría sido un contrapunto mucho más interesante con el reino tan fantástico y mágico que es la Tierra de Oz. En cambio tenemos a un guapillo guiñándole el ojo a todas las nenas que, sorprendéntemente, se rinden de lo más fácil ante él. Y no estamos hablando de la basta generalidad de las nenas, sino las Tres Brujas de Oz, que uno creería tienen un poco mejor manejado el asunto de que llegue cualquier mago a chulearlas.

Lo siento, Mila, pero me sigo quedando con Rachel.

Otro actor que fue considerado para el papel de Oz fue Robert Downey Jr. Y bueno, si estamos hablando de patanes estafadores carismáticos no sé qué los hizo dudar. Sin duda es un poco menos carita que Franco pero está tan (sino más) de moda como aquel.

Y el problema es, claro, que en Oz recae el mayor peso de la película. Los demás actores cumplen bastante bien sus papeles, con sus altas y bajas. Donde podríamos decir que Mila Kunis no destaca demasiado en su rol de bruja, y dado que tampoco se ve guapísima uno se pregunta ¿qué es lo que hace entonces? Michelle Williams me sigue pareciendo un pan sin sal pero la bruja Glinda también, así que supongo funciona. Y Rachel Weisz me encanta y sólo lamento que no haya tenido más tiempo para ser más mala todavía.

Es cierto que estoy prejuiciada porque la amo.

Ah, sí, Zach Braff también está muy bien. Y siendo que yo usualmente odio a los ‘acompañantes cómicos’, me parece que hasta su tipo de humor sirvió para no hacer la película tan pesada como podría haber sido.

El gran punto a favor, claro está, es la Tierra de Oz en sí, donde aprovechan todas las ventajas que estas décadas de tecnología nos han dado. Para lo cual lamento no haberla visto en 3D porque seguro que con el mínimo de profundidad y nitidez ya habría valido la pena (¿o no? yo suelo ceder muy fácil al 3D y luego arrepentirme). Y se nota que es precisamente en la recreación de ese mundo donde más tiempo, esfuerzo y amor invirtieron porque si algo hace que la película se sostenga más allá de una trama sencilla es ver ese ‘país de las maravillas’ que es mucho más maravilloso que el que nos prometió Burton.

Y diría que en general es una película entretenida y vistosa. Pero, lo dicho, tiene puntos de comparación tan sólidos que es difícil que vaya a conseguir destacar mucho más del hecho de haber sido un buen blockbuster en su momento. Y basta recordar que «The Wizard of Oz» logró convertirse en un clásico imprescindible cuando lo que tenía por ofrecernos eran escenarios pintados. Y esa era la magia.

«Oz the Great and Powerful» u «Oz, El Poderoso» (u «Oz, un mundo de fantasía», gracias, España) es una película estadounidense del 2013 dirigida por Sam Raimi («The Evil Dead», la trilogía de «Spider-Man») y protagonizada por James Franco («127 horas», también la trilogía de «Spider-Man»), Mila Kunis («That ’70s show», «Cisne negro»), Rachel Weisz («La fuente de la vida», «El jardinero fiel»), Michelle Williams («Brokeback mountain», «Mi semana con Marilyn») y Zach Braff («Scrubs»). Tiene 6.9 estrellitas en imdb que a mí me parece un poco alto pero tampoco está mal. Sigue en cartelera y supongo lo seguirá al menos un rato más.